Las princesas de Hogwarts

28//Quiero que me ayudes

Harry P.O.V

No puedo creer que apenas te das cuenta!- chillo una voz.

Mi-mi señora nu-nunca me hubiera imaginado- titubeaba alguien con una voz conocida.

Si Idiota ya lo se- ladro- pero ahora que sabemos que hay una profecía... Será mucho mas fácil, saber contra quien nos enfrentamos-río-tráeme ahora mismo la profecía! La necesito, ahora asqueroso!

C-claro mi-mi señora- se escucharon unos pasos alejandose.

Padre puede que tu no vuelas, pero no te defraudare- dijo la voz- matare a ese estupido Potter o a la persona que se quiera interponer entre mi camino a la gloria, tal y como tu me lo enseñaste.

una risa maniática se escucho desde dentro del lugar, y desapareció con el viento...

unos ojos amarillos aparecieron, luego cambio a un pequeño cuarto con miles de profecías, una puerta negra y por ultimo cambio a una sonrisa malévola.

Desperté de un brinco, estaba completamente cubierto por una fina capa de sudor frío, hace años que esto no me pasaba, agarre los lentes de el buró y me los puse.

Esta todo bien?- pregunto mi esposa.

Si, voy al ministerio, vuelve a dormir querida-le sonreí amablemente y deposite un beso en su frente.

Me puse mis zapatos y mi saco que estaba colgado en la silla del comedor, abrí la puerta, cerré los ojos y con un sentimiento de jalón en el ombligo aparecí en el ministerio de magia, estaba igual que como lo recordaba, la única diferencia era que la horrorosa estructura de muggles siendo aplastados por un mago había sido cambiada por la antigua fuente del centauro, el elfo y el mago, pero ahora todos eran del mismo tamaño.

Necesito ver a la ministra Granger, en este instante- le ordene a un guardia.

Lo siento ahora esta ocupada- no se movió ni por un segundo.

Es importante- saque mi identificación de Auror que rara vez usaba.

El guardia asintió y me abrió la puerta, me guarde la identificación en el bolsillo y entre decidido, esto no se volvería a repetir ni en un millón de años, no hasta que este muerto y debajo de toneladas de tierra.

Alice P.O.V

Quien me quiere decir cuales son las 3 maldiciones imperdonables?- pregunto el profesor Daniels.

El profesor bigotudo traía puesta una camisa de manga larga negra, no entendía como nunca se asaba con este horrible calor.

Como siempre Meredith levanto la mano al instante.

Si, señorita Hunter?- la apunto el profesor.

Una de las maldiciones imperdonables puede ser...- un azote de puerta corto sus palabras.

Señor Daniels verdad?- pregunto una voz ronca.

Me voltee a ver de quien se trataba, era Harry Potter, lo mire preocupado pero el hizo un gesto con la mano como restándole importancia.