Capitulo 19: Segunda primera vez

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— ¿Estas bien?

— No se hacer esto. Parecere tonta pero no tengo idea

Me tumba en la cama y recostandose a mi lado besa mi cuello, luego la comisura de mis labios susurrando a mi oído

— Tendré cuidado, esta es tu primera vez haya pasado lo que haya pasado y prometo hacer que esta noche reemplace cualquier mal recuerdo de tu pasado nena.

Miro su anular y me siento algo incomoda observandolo, es ridículo pero siento que hago algo que no está bien. Se da cuenta de mi incomodidad y se lo quita dejándolo sobre la mesa de noche. Sus palabras, su dulzura me tranquilizan. Me pide que cierre los ojos y solo sienta. Un calorcito gratificantemente extraño se apodera de mi vagina. No se si es normal, si no lo es.., me siento como una total estúpida. Me quita el sostén y su lengua comienza a jugar sobre mis pezones, todo dentro de mi se descontrola, los latidos parecen querer salirse por los poros y en estos momentos el miedo comienza a transformarse en una sensación agradable, placentera. Sus labios descienden por mi vientre dibujando besos enchinando mi piel. Baja más allá del vientre y otra vez comienzo a sentir miedo, mucho miedo. Esa horrible marca, ese horrible recuerdo me paraliza. Separa mis piernas perdiéndose entre mis piernas y rápidamente pregunto asustada

— ¿Que haces?

— Relájate, todo está bien pequeña

— No..., por favor ahí no. Es la parte que mas odio de mi cuerpo

Siento su aliento acariciar mi vagina y seguido de pequeños besos sobre el encaje de la braga responde entre susurros

— Eres hermosa, no hay parte de ti que no me guste

Aaron Evans, mi empleado esta entre mis piernas besando mi vagina, la pena la tengo a mil. Pasa sus dedos sobre esa horrible cicatriz y seguido los reemplaza por sus cálidos y suaves labios. No lo miro para nada, aun tengo los ojos cerrados y no pienso mirarme por nada del mundo. Me quita la braga y quedo totalmente desnudo ante su vista y jamás pensé que lo lograria.

— Apaga la luz por favor

Sin preguntar ni argumentar con lo que he pedido, la apaga. Solo entra la tenue luz de la luna y entre mis piernas solo alcanzó a ver su silueta. Frota su lengua con suavidad sobre mi hendidura hasta encontrarse con mi clítoris. Lo lame, lo chupa..., juega con él buscando que mi garganta se haga sonar. Todo se revoluciona en mi interior, tengo calor, mi cuerpo arde y siento que terminaré perdiendo el control de mis propios pensamientos. Muerde con suavidad mis labios vaginales y alcanzo a escuchar su voz totalmente transformada por el libido

— Sabes deliciosa, me fascinan..., tu olor me embriaga nena

Chupa mi clítoris y succionando mueve la lengua sobre él haciendo que vea estrellas. Muevo mis caderas buscando más de esa sensación rica y placentera. Abro los ojos y abriendo más las piernas me hace gemir como nunca pensé que llegaría hacerlo. Enredo mis dedos en su cabello y tirando suavemente de su cabello jadeo sintiendo que voy a colapsar. Mi vagina arde, todo mi cuerpo se contrae, escuchar sus gemidos, sentir su lengua entre mis piernas. Comienzo a sentir un pequeño y extraño dolor que se confunde entre el placer y rápidamente intento cerrar las piernas pero Aarón me lo impide. No puedo retenerme a mi misma, siento que de mi vagina brota un fluido abundante y otra vez...., Comienza la vergüenza.

— Me fascinas — Susurra

Me quedo callada, inmóvil..., creo que me he orinado o algo parecido. Trago saliva y comento entre pequeños jadeos

— Lo siento

— ¿Por qué lo sientes?

Asciende nuevamente hacia mi rostro suspendiendo su cuerpo sobre el mío

Me robaste la Razón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora