Capitulo 15: Retos Pícaros

21K 2.3K 290
                                    

Aaron Evans

Los padres de Mabelle no deja de joderme la existencia, buscan cualquier excusa para intentar alejar a Camila de mi. Y aquí estoy nuevamente en un tribunal pasando tragos amargos. Pero ni todos los millones que tienen podrán quitarme a mi hija. La madre de Mabelle me mira por encima del hombro y enojado le digo

— No pierda su tiempo señora porque haga lo que haga mi hija se queda conmigo

— Eso está por verse, tú no puedes darle una vida digna a nuestra nieta igual que a Mabelle. Por tu culpa se murió. No voy a permitir que alguien como tu tenga alguien que lleva nuestra sangre. Tarde o temprano Camila estará con nosotros

Llega a pasar, me quitan a mi hija y acaban con mi vida, lo poco que queda de ella. Diana reposa su mano sobre mi hombro y trata de consolarme pero es imposible, con dinero esa familia puede conseguir lo que le dé la gana.

— Ellos no podrán hacer nada, tu eres el papa

— Con dinero todo se puede Diana, no tengo para contratar un abogado y sin uno estoy perdido. No se que hacer

— Habla con Lara, que te adelanten el sueldo o que te ayude pero no dejes que el orgullo vaya por encima de Camila. Tienes que hacer algo porque esos insensibles no pararan.

Niego con la cabeza

— Lara tiene sus propios problemas como para también llevar los míos.

— ¡Uy es que eres un terco! Es eso o tu hija Aaron.

Maldita sea, no se que hacer pero Diana tiene razón, pero no quiero recibir nada de ella para evitar que la jodida historia se repita. Tomo un bus para llegar a la empresa sin dejar de darle vueltas a lo mismo, mi hija Camila. Todos me miran con burla, otros con rareza. Uno de los empleados se me acerca y burlón pregunta cómo pude terminar con "El alacrán" así la ven en la empresa, otros preguntan que cómo pude dejar a Hillary por la odiosa de Larabelle Ivanova. Todos viven del chisme y el sufrimiento ajeno en esta jodida empresa empezando por Hillary.

— ¿Porque me evitas de la forma en la que lo haces?— Pregunta sonriendo

— Me da igual si estás o no estas Hillary

Arquea una ceja

— No entiendo tu actitud. Me acusas con la mirada, con el tono de voz, ¿Acaso se me ha acusado de algo? No Aaron, todo lo contrario, soy la victima aqui. Tu me gustaste desde que te vi por primera vez y Lara lo sabía. Si te digo porque ella está contigo no me creerías, entonces para qué decirte. El amor te está cegando y eso no es bueno. Quiza mas adelante te des cuenta, adios tengo trabajo que hacer.

A que se refiere con eso de que esta conmigo por algo que yo ignoro, cada vez todo se enreda y logro entender menos. Lara aun no ha llegado a la empresa y me toca esperarla mientras decido si contarle o no sobre mi pleito legal. Tocan la puerta de mi oficina y la madre de Lara entra sonriendo amablemente

— ¿Estas ocupado?

— No señora, pase

Entra y se sienta frente al escritorio soltando un suspiro feliz

— Qué desconsiderados son tu y Lara, tuve que enterarme por los periódicos que ya son novios, no sabes la alegría que me da que lo sean

— Pensaba que Lara ya les habia comentado, lo siento. Estamos intentando tener una relación normal aunque apenas logro entender a Lara.

Saca de su bolso un sobre y me lo estrecha

— Mira, no se porque pero siento que eres un buen muchacho y realmente quieres a mi hija. No será fácil, pase por algo parecido con su papa cuando lo conocí y llegar hasta donde estoy no fue nada fácil pero nada es imposible. En cuestión de la intimidad, ella solo necesita confiar más que nada, estar relajada y todo fluirá, cuando creas que es el momento llevala  a ese lugar. Creeme que ese lugar es mágico

Me robaste la Razón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora