Capitulo 19: Segunda primera vez

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Mi cuerpo ha reaccionado a sus palabras, a tocar su erección. Una parte de mi muere por sentir todo eso que ha dicho y la otra está aterrada del miedo. Camino de lado a lado en la habitación buscando una jodida solución a mis miedos, a ese pasado que me atormenta dia y noche. Abro la maleta y entre mis cosas está la lencería que mi madre estuvo prácticamente rogando que la comprará cuando la vio en el escaparate de la tienda. En mi vida podría ponerme algo asi. Sentandome en la cama o agarro y lo observo frustrada. Odio saber que gracias a mi Aaron la pasa mal, detesto ser como soy..., detesto lo que soy. Lara, tienes que hacer un jodido esfuerzo o nunca saldrás de este abismo en el que pronto tocaras fondo. Agarro el corsé parte de la lencería y lo observo buscando el modo de cómo se pone esta cosa. Es rojo con encajes de igual color y un escote muy sensual y provocativo. Junto al corse hay unas medias negras que llegan hasta mitad de muslo junto a unos ligueros de color rojo. En mi vida me he puesto algo como esto y ni hablar de la braga, más bien tanga en encaje de hilo dental. Ridiculame debo ver con esto puesto. Entro al baño y sin estar muy segura de lo que hago comienzo a arreglarme y finalmente termino poniendome la lencería. No se ni lo que estoy haciendo. Me miro al espejo y veo una mujer voluptuosa, unas curvas pronunciadas y un rostro aterrado

— Lara, tu puedes

Me cubro con un albornoz y salgo nuevamente a buscar a Aaron, aun sigue en la sala de estar tomando una copa de vino mientras observa la chimenea.

— ¿Podemos hablar?

— Supongo que si— Responde

— Creo que después de todo es justo que te responda la pregunta que me hiciste en el yate, tal vez te saque de muchas dudas— Carraspeo— Me preguntaste si he tenido intimidad alguna vez, la verdad es que ni se como responder. Aaron, es muy dificil para mi contarte esto porque significa tener que revivirlo; si he tenido contacto sexual, pero lo único que recuerdo de ello es un terrible dolor físico y emocional. — Bajo la mirada y sin poder creerme capaz de decirlo totalmente continuo— Solo puedo decir que no soy virgen, mas sin embargo no se lo que es tener una primera vez, no se lo que es el sexo realmente, me da miedo volver a sentir tal dolor.

— Jamas haria algo que te lastimara Lara

— Lo se, por eso deseo intentarlo. No prometo que salga lo que esperas, pero al menos deseo intentar

Aflojo el nudo del albornoz dejándolo caer al suelo. El me mira idiotizado, embobado, hechizado. Muero de la pena y rápidamente aclaro

— Se que debo verme ridícula, lo sé

— Me encantas..., te ves..., te ves sexy nena
Se levanta del sofá dejando la copa de vino sobre la mesa y se acerca a mi con el libido saliéndose por los ojos. Lara, no salgas corriendo, solo disimula que estás que te mueres del miedo. Sus manos se aferran a mi cintura acercandome aun mas a el y bajo la mirada rápidamente.

— Mirame

— No puedo

— Si puedes, mirame

Levanto la mirada avergonzada de mi misma

— Larabelle, jamás te avergüences de tu cuerpo, es perfecto, eres perfecta

Aprieto los dientes intentando no llorar como estupida. Jamás pensé que se me haría tan difícil hacer esto, intentar ser normal. Besa mis labios con esa única forma que me hace temblar como tonta. Sus manos descienden por mi espalda baja, luego a mis nalgas. Clava sus dedos en mi carne, jadeante susurra en mi oído que lo tengo totalmente enloquecido. Me aupa sin avisar y pide que enrosque mis piernas en su cintura. No se va hacer y eso me desespera, el corazón va a mil, mis cuerpo se electrifica con cada toque. Llevándome consigo en brazos entra a la habitación principal y al cerrar la puerta el miedo vuelve a hacerse sentir. Me tenso por completo guiñando los ojos, ya te estas arrepintiendo Larabelle Ivanova.

Me robaste la Razón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora