Capítulo 11

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Era grande, bastante grande.

Tenía el clásico cono rojo que usan los gnomos de las caricaturas. Aquella bestia era el doble de alta que Ares y eso, que la altura de Ares comparada con la mía, era demasiada.

-Ares.-dijo el gnomo mayor, con voz fuerte que trasmitía, miedo.

Trague saliva.

Ares dio un paso al frente dando a entender, que aquel gnomo gigante, no lo intimidaba.

-Hemos venido en son de paz.-dijo, Ares, hablando con voz fuerte y clara.

-¿A que se debe esta tan inesperada visita?-dijo, aquella criatura, sonriendo. Tenía los dientes amarillos llenos de alguna sustancia verde, asquerosa.

-Necesitamos tu ayuda.-dijo Ares y puede ver sonreír al gnomo con una sonrisa más amplia.

***

Lancé el quinto dardo al rostro de Jane, dibujado sobre una hoja de papel. La habia buscado por todos lados, sin embargo, no la encontré.
Aquella humana tonta me la pagaría de la manera más dolorosa posible o me dejo de llamar, Caleb.

Joder, tenía tanto tiempo sin sentir tanta ira. Dos toques secos se escucharon desde la puerta.

-Adelante...-dije, lanzando el último dardo, solo por hoy.

Abril, entró temerosa. Sonreí en mis adentros, me encantaba hacer sentir miedo a otros.

-Señor...creo saber donde está la Aperitivo.-dijo, sin mirarme a los ojos, cabizbaja.

-Yo también creo saber, pero sabes algo...No hay nada que mis encantos no puedan solucionar.-dije acercando me a ella e interrumpiendo su espacio personal.

***

Caminamos detrás del gnomo mayor, aquella criatura era tan rápida que tenía que acelerar mis pasos, eso para Ares no era ningún problema por ser vampiro se le hacía más fácil seguirlo.

Ares me dedicó una mirada rápida, dándome a entender que debía apresurar mis pasos.

Me coloqué al lado de Ares.

—Entonces, para que soy bueno.—dijo el gnomo mayor sentado en su trono hecho de árboles.

—Necesito que esta humana pueda volver a su planeta.—dijo, Ares.

¿Qué? ¿Planeta?

—¿Qué? ¿Cómo que a mi planeta, Ares?—pregunte, preocupada

El gnomo mayor dirigió su mirada hacia mi.

—¿Es que no sabes que estás en el planeta de los vampiros, humana?—pregunto, el gnomo mayor.

Trague saliva como he podido ser tan tonta, desde que estoy con Caleb siempre he creído que estaba en algún lugar de la tierra escondida, en una mansión secuestrada por un vampiro que solo se amaba a si mismo.

—Yo...creí que estaba en mi planeta.—dije, al borde de las lágrimas, pero iba a controlarme a mi misma tomaría esto con calma y lo resolvería como una adulta.

—Jane...¿Caleb jamás te contó que no estabas en tu planeta?—me pregunto Ares.

—No...—susurre, mordiendo mi labio inferior.

—Ares, humana, tomen asiento.—ordenó el gnomo mayor.

Ares y yo obedecemos sentándonos en las pequeñas e incómodas sillas de madera.

—Para ayudarte debes darme algo a cambió, señorita.—dijo el gnomo mayor, haciéndo que dejara de respirar por varios segundos e hiciera una mueca.—Lo siento, pero nada en el universo es gratis.

—¿Qué es lo que quieres a cambio?—preguntó Ares, al gnomo mayor.

Yo estaba tan nerviosa que no sabía que decir, agradecía mentalmente a Ares por hablar por mi. De repente la herida que me había hecho Caleb comenzaba arder, haciendo que perdiera la fuerza y a la vez cayendome de la silla de una manera dramática.

—Jane, ¡¿Qué tienes?!—pregunto, Ares alarmado, Ayudándo a que me levantara.

—Es el rey... Está causándole sed y dolor para que regrese hacia el.—dijo el Gnomo mayor.

Y tenía razón mi boca se sentía seca, mi vista se había tornado borrosa, todo mi cuerpo empezaba a doler. Y comenzaba a sentirme mareada.

(...)

Estaba funcionando, podía controlar las emociones de Jane, podía controlar sus sentimientos, todo.
Era bastante fácil, si provocaba la sed en Jane ella vendría hacia mí. Esta clase de sed que provocaba en ella ni el agua podía saciarla.

-Señor, aquí tiene.-dijo mi sirvienta Abril, entregandome una copa de sangre.

Tomé la copa y la acerqué a mi nariz,
No me gustaba su olor, prefería la sangre de Jane...era más deliciosa.
Tiré la copa justo en los pies de la bruja haciendo que está se rompiera.
La bruja hizo una mueca de dolor e intentó quitarse los restos de vidrios de sus pies.

-¿Dónde mierda pusiste la sangre que le saqué a Jane mientras dormía?-pregunte tratando de controlarme.

-Se..ñor yo...la voté.-dijo, temblando y esta vez no me controle.

La agarré del cuello apretando fuertemente.

-Cómo diablos cometes semejante osadía.-dije.

-Es que creí que el cilindro donde puse la sangre de Jane era de sangre de animal.

Frunci el ceño, yo no me quedaría con  hambre. Acerqué mi boca al cuello de la bruja, clavando mis dientes y en el acto arrancando un poco de su piel.

(...)

El gnomo mayor me había dado diferentes clases de antídotos pero nada funcionaba, cada vez mi sed iba de mal en peor. Me había tomado literalmente más de 10 vasos de agua aun así mi sed no podía ser saciada.

-Vamos Jane, bebete este. Estoy completamente seguro que es el definitivo.-dijo Ares, me había dicho eso unas 20 veces después de cada antídoto.

-Ares...date cuenta que cada vez... que bebo algo mi sed...aumenta.-dije con voz seca y ronca, tociendo un poco a la vez.

-Ares, humana, lo siento. No puedo hacer nada, Ella tendrá que regresar con Caleb... Él es muy astuto, si ella no regresa con él fácilmente puede morir.-Interrumpió el gnomo mayor, provocando que mis ojos se bañaran en lágrimas.

-No, no voy a regresar... con...Caleb.-dije tociendo.

-Tranquilizate, Jane.-dijo Ares, colocando su mano en mi espalda.

-Tal vez, intente crear algún antídoto para controlar tu sed, humana. Mientras tanto debes volver con el rey Caleb.

Comencé a Sollozar.

-Gracias, por todo Gnomo mayor.-dijo Ares.

-Por nada.-respondió el Gnomo mayor.

Ares me ayudó a pararme de la cama hecha de paja. Sosteniendome de los hombros.

-Adiós -me despedí del Gnomo, aunque muy dentro de mi sentía que algún día volveria a verlo.

...

Cap dedicado a: @Scr_anonim_

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