capítulo 8

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Cerré los ojos automática mente cuando se dirigió hacia mí llamándome Aperitivo.

-Puedo escuchar como tu diminuto cerebro trabaja, puedo escuchar él palpitar de tu corazón que ahora mismo quiere escapar de tu inservible cuerpo humano, y por ultimo puedo olerte.-susurró Caleb, las dos últimas palabras colocando un poco de suspenso en ellas.

-Sal de ahí, Aperitivo.-dijo Jace con un poco de pena en su voz.-será peor para ti si no sales de allí, por ti misma.

Abrí los ojos soltando todo él aire que tenía atrapado en mis pulmones.

-Jace, sacala, no saldrá.-ordenó Caleb, tajante.

Mis pies comenzaron a correr sin yo realizar fuerza alguna. No paso ni dos segundos bien para que Jace me sostuviera los dos brazos colocandolos hacia atrás, quedando frente a Caleb. Los ojos de aquel hombre no irradiaban ningún tipo de emoción, era tan pálido que parecía un cadáver, ojeras se adornaban bajos sus ojos. Sin embargo, eso no le quitaba lo guapo.

Vi como recogió su espada de la tierra, mi corazón comenzó a palpitar, hasta podía escucharlo.

Hizo un gesto con su dedo indicando que me callara.

-Calma a tu corazón vas a dejarme sordo.-dijo de manera burlesca.

Colocó la espada debajo de mi mentón causandome escalofríos.

-¿Qué hacías metida entre las ramas?-iba a hablar pero fui interrumpida.-¡Oh! cierto escuchabas conversaciones ajenas.

-¡ESO NO... ES...CIERTO!-mentí arrepentida. Mi voz se había escuchado chillona.

-Escucha, eres mi Aperitivo, mi esposa...tendrás que compoltarte o si no, va a dolerte.-dijo la típica frase de un vampiro de libro, sin despegar sus ojos grises de los mios.

(...)

Una dulce melodia de piano desconocida para mi, se escuchaba de fondo mientras bajaba las escaleras.

Suspiré. La pintalabios exagerado me había obligado a ir a comer con él vampiro loco. Me sentía nerviosa al recordar aquellas palabras que me dijo en el jardín...

-Escucha, eres mi aperitivo, mi esposa... Tendrás que comportarte o si no, va a dolerte.

-Tú... No eres mi padre!

Jace apretó mis brazos causando me un poco de dolor y haciendo me chillar.

-Tu voz es insoportable, respetame o voy domesticarte como una yegua.-amenazó, la punta de la espada comenzaba a pullarme.

No me gustaba que me dieran ordenes, odiaba eso.

-¿Crees con amenazarme vas a aterrorizar me?-pregunté con la sonrisa más falsa que la de una modelo.-Algún día voy escarparme y te denunciaré a la policía.-sabía que la policía no haría nada pero era la único que se me había ocurrido.

Una tos finjida llamó mi atención, sacando me de mis pensamientos. Estaba al final de las escaleras si no me hubiera agarrado del pasamanos me hubiese caído.

-Eres tan estúpida...-murmuró Caleb, cruzado de brazos.

Alcé una ceja.

-Y tú, un imbécil.-sisee.

Sonrió delado como si le causara risa.

Caleb: 0 | Jane:1

Comenzó a caminar dándome la espalda.

-¿Qué esperas? Sigueme.-dijo, me había quedado parada en último escalón de la escalera.

Lo seguí caminando detrás de él.

Llegamos a un comedor, me quedé sorprendida. Era una mesa bastante amplia donde podían comer aproximadamente más de 15 personas.

Tomó asiento en la cabecera. Iba a sentarme lo más lejos posible de él, sin embargo, vio mis intenciones.

-Sienta te a la derecha de mi.-ordenó.

«Dios! que no se cansaba de darme ordenes»

-No, acostumbrate.-dijo con el entrecejo fruncido.

-Tuuú, ¿Lee-is-te mi mente?-pregunté alargando y a la vez separando las palabras.

-No, en realidad lo dijiste en voz alta, pero cuando te marque si podré saber lo que piensas.-dijo, muy seguro.

Me senté a la derecha de él, si iba a discutir debía estar cómoda.

-Ni lo pienses, no dejaré que pongas tus asquerosas manos encima de mí.

-Ya lo veremos, a mi ninguna mujer se me resiste y una humana cualquiera no será la excepción.

-Que arrogante.-murmuré

-Piensa lo quieras, yo solo digo la verdad.-dijo, encogiéndose de hombros.

Un hombre vestido de sirviente vino con una bandeja de ¿Oro? y con los platos y cucharas igual.

Comenzaron a llegar más sirvientes llenando la mesa completamente de comida, dejando me impresionada.

Los sirvientes le hicieron una reverencia a Caleb y luego se fueron.

-Come...-me ordenó.

Habían colocado en un recipiente de oro, con algo parecido a unas perlas, un alimento desconocido para mí.

-Tranquila, aperitivo...No voy a envenenarte si eso es lo que estas pensando, en tu mundo a esta comida le llaman Caviar Almas, uno de los platos más caros de tu desdichado mundo.

-No comeré hasta que tu lo hagas.-dije tajante no confiaba en él. Aunque estaba ansiosa de comer Caviar.

Caleb, tomó una copa con un liquido rojo espeso y lo derramó dentro del caviar.

-¿Qué es eso?-pregunté refiriendo me al líquido rojo.

-Es sangre de dragón.-dijo como si fuera normal.-¿Quieres un poco? a los humanos les ayuda a crecer el cabello.-dijo con un poco de sarcasmo.- aunque a la vez podría matarlos.

-Eres cruel...-dije, al ver el color de la sangre que me probocaba arcadas.

Sonrió de lado.

-Soy tu peor pesadilla...

(...)

La pinta labios exagerado cepillaba mi cabello de una manera delicada, mientras yo no paraba de llorar.

-Ya basta Aperitivo, cada vez que lloras tu cabeza se pone más grande.

La miré mal a través del espejo con los ojos repletos de lágrimas.

-Eres tan afortunada de tener tan maravilloso anillo, no sabes todo lo que haría por estar en tu lugar...

Caleb, me había entregado un anillo antes de irse que tenia sus iniciales.

C.T

Sin antes amenazarme con matar a mi madre, si lo perdía. Aun no sabia como él tenia información acerca de mi mamá. Mi labio inferior comenzó a temblar solo en pensar en que a ella le sucediera algo, ella era el unico familiar que tenía.

-¡No voy a acostarme con él!-exclamé tirando el anillo lejos de mi, la pinta labios exagerado saltó hacia atrás y tiró un grito sorprendia.

La pinta labios exagerado me miró mal y sostuvo una bata de ceda entre sus dedos, que se encontraba encima de la cama.

-¡Oh! vamos Aperitivo, no hagas esto difícil... Es su derecho como esposo y tu no puedes hacer nada que no sea obecer.

-Per-o yo, yoo no quiiie-ro.-dije sollozando.

-¡Oh,Vamos! pruebate esto.-dijo refiriéndose a la bata.-Más vale que esta noche sepas complacer al señor.-dijo como si le causara alegría.

Solo sabia algo; Primero muerta que dejarme tocar por él.

Nota:

Hola, no sé que le pasa a wattpad me ha borrada me dio cap así que no quedó igual.

Bueno, no se olviden de votar y comentar.💕

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