Capitulo 43

1.2K 40 29
                                    

Narra _____:

La estábamos pasando muy bien, con Gissel nos pusimos a hablar de cualquier tontería, todo era risas, no tardamos en empezar a recordar y hablar sobre algunas anécdotas graciosas que pasamos hace algunos años también.

— ¿Y recuerdas la vez que te tropezaste y terminaste cayéndote de cara frente a todos en el patio de la escuela? — Preguntó Gissel estallando en risas. — ¡Por Dios, eso fue tan gracioso! — Agregó aún riendo.

— Si, pues al menos yo no me caí de culo dentro del autobús frente a todos los pasajeros. — Gissel dejó de reír y yo solté una carcajada.

— Cállate idiota, como no me iba a caer si el estúpido chofer aceleró como si llevara cerdos en lugar de gente, no fue para nada gracioso.

— Para ti no lo fue.

— Casi muero de dolor y vergüenza. Eres malvada.

— Tú empezaste. — Me encogí de hombros. Ambas nos miramos y reímos fuerte. Hacernos bullying mutúamente era parte de demostrarnos nuestro cariño.

— Éramos muy estúpidas cuando pubertas. — Negó con la cabeza de forma divertida y dio un largo trago a su lata de soda. — Ya no tengo. — Dijo agitando la lata y dejándola en el suelo.

— Yo tampoco. — Dije haciendo lo mismo.

— Te toca ir por más.

— Uhhh ¿yo por qué? — Me quejé.

— Yo ya fui hace rato y no me andaba quejando.

— Bueno, bueno, ya voy. — Me acomodé para ponerme de pie.

— Esta vez a mi me traes una cerveza, por favor. — La miré algo sorprendida, me parece algo temprano para que empiece a beber alcohol. — ¿Qué? ¿tú no piensas tomar una?

— Sabes que no soy fanática del alcohol. Prefiero seguir tomando soda no más.

— Uy si, se me olvidaba que tú sudas agua bendita. — Bromeó. Puse los ojos en blanco.

— Mejor voy de una vez por las bebidas. — Terminé de ponerme de pie dispuesta a ir a la cocina.

— Si, ¡date prisa! — Gritó burlesca. La ignoré y seguí con mi camino.

Por suerte Alfredo ya nos había indicado donde quedaba la cocina por si se nos ofrecía algo, así que no fue problema llegar hasta ella. Aquí la música no se escuchaba tanto y tampoco había mucha gente, de hecho, casi nadie.

Abrí la nevera y saqué una lata de Coca Cola, busqué las cervezas ahí mismo pero no las encontré, así que supuse que estaban en el congelador. Justo cuando estaba terminando de abrir el congelador sentí la presencia de alguien más detrás de mi.

— Hey nena, ¿te molestaría pasarme una cerveza? — Dijo el desconocido con un tono coqueto. Esperen, esa voz, yo conozco esa voz... Pero no puede ser, él no puede estar aquí.

Me quedé helada y sin poder reaccionar. Solo quería salir corriendo.

— Hey disculpa, ¿te sucede algo?— Preguntó al ver que yo no hacia nada. — ¿Estás bien? — Esta vez movió un poco mi hombro, haciendo que me volcara un poco y le diera la cara. Mierda.

Él abrió sus ojos como platos, su boca estaba ligeramente abierta también. Sin duda él no podía creer que estemos nuevamente cara a cara, al igual que yo.

— ¿_____, tú aquí? Esto es increíble ¿Cómo es eso posible? — Habló Justin con notable confusión, aún seguía sorprendido. Deseché la idea de que Alfredo le hubiese dicho algo. Dudo que Justin sea tan buen actor para fingir tanta sorpresa. Él no tenia ni idea que me iba a encontrar aquí.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 22, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Life is so Unpredictable (Justin Bieber y tú) ❤Where stories live. Discover now