XI. Quizá no nos volvamos a ver

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• POV Marinette:

Contábamos con solo tiempo cuando llevábamos al maestro Fu al hospital, era nuestra última oportunidad, ya que nosotros no sabíamos nada de curar, sanar y esas cosas... Eso solo lo sabía el maestro, y estaba muy débil como para hacérselo a sí mismo.

Todo el personal; enfermeras, doctores, internos... Todos corrieron a ayudarnos. De algo en lo que estaba feliz era de la dedicación de todas esas personas por ayudarnos.

Rápidamente se llevaron al maestro en una camilla y Chat y yo nos quedamos en la sala de espera.

  — ¿Qué fue lo que sucedió?— Chat tiene la voz pesada, cansada.

— Recibí una llamada desde mi teléfono real, y era el maestro Fu. Sonaba agitado, aterrado. No supe a quién más llamar que no fueras tú, Chat.

Él analiza mi respuesta y se da la vuelta, mirando por los grandes ventanales del hospital.

— ¿Porqué cuando te llamé me dijiste que tenías otras cosas que hacer?— murmuro, recordando la llamada.

A cambio solo recibí silencio.

Al girar a mirarlo, éste posaba sus manos sobre el marco de las ventanas, mirando la ciudad.

— Chat, no podremos ayudarnos si no me dices qué es lo que...

— ¿Desde cuando te preocupo tanto?— me responde, cortándome la oración.

Mordisqueo mi labio, un poco insegura— Siempre me has importado, Chat... Aun que no parezca.

Él suelta una risa sarcástica que me cala en los huesos, como si no me tomara en serio.

— No tienes derecho a decirme que te diga lo que sucede en mi vida, si tú tampoco haces lo mismo, Ladybug...— ahora se da la vuelta y me mira, sus ojos penetrando los míos con profunda seriedad— Llevamos años aquí, peleando, ambos contra todos... Y siempre respeté tu decisión de mantenernos en el anonimato, pero creo que he sido demasiado paciente. ¿Quieres que sea sincero y serio contigo? Lo seré. ¿Quieres saber de mí? Háblame de ti.

Me abrazo por los codos, mirando el suelo. Quizá y sí he sido egoísta, pero eso no quita el que me preocupe por él.

Antes de responder a su declaración, las puertas se abren y entra un médico, portando su bata blanca y con su estetoscopio colgando en su cuello. Chat y yo casi corremos hacia él.

  — ¿Está todo bien?— pregunto con un nudo en la garganta.

— Pueden estar tranquilos, para la edad que tiene está bastante bien. Está un poco débil por el medicamento anti-espasmos que le dimos, pero se recuperará pronto. Sin embargo, tiene algunos hematomas en el área del abdomen, quedará en observación unos días para asegurarnos.

  — Muchas gracias, doctor. ¿Podemos verlo?— ahora Chat es el que pregunta.

— Claro, está en la habitación 12.

El médico nos encamina a la habitación indicada, al entrar se encuentra el maestro Fu recostado en su camilla, mirando el televisor con plena tranquilidad. El médico sale de la habitación, dándonos un tiempo a solas.

— ¿Maestro Fu? ¿Se encuentra bien?

Él nos mira y asiente con la cabeza, apagando el televisor con el control remoto.

— ¿Qué fue lo que sucedió?— dice Chat, cruzándose de brazos.

— Wayzz y yo estábamos en nuestra meditación... Como siempre. Y entró una chica, y empezó a atacarnos. No tuve oportunidad de transformarme, pues ella me quitó mi Miraculous. Fue muy rápida... Ni si quiera pude ver bien quién era.

Siempre fuiste tú. |MLB FANFIC|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora