-¿Así que crees que la mejor opción es olvidarte de él usando a Puppet? Eso es rastrero, y poco propio de ti...

-Mira, Mangle, no me vale tu opinión, cuando tú eres la que acepta la invitación de un pobre chico solo porque se ve penoso, tras haberlo rechazado por casi un mes. No me digas qué es rastrero.

-Bon, calmate...

-Y tú, Joy, siempre dando consejos, pero ¿sabes? tu eres la más misteriosa de los tres. Yo te lo cuento todo, pero no sé nada de ti. Se supone que somos amigos...

Ellas se miraron consternadas, sorprendidas, y, sobretodo, dolidas.

-Puedes llamarnos cuando quieras hablarnos de lo que te ocurre y nos dejes ayudar. Mientras te sigas comportando como un idiota, será mejor que nos marchemos -Mangle tomó a Joy del brazo para alejarla de allí.

Su semblante cortante y serio recordó a Bon quién era la líder de los Toys, y por qué motivos. No era buena idea molestar a Mangle, y él lo había hecho. Era un imbécil, y ya comenzaba a sentirse mal por ello. Pero no las detuvo, prefirió aguantar su mal humor para sí mismo, y recapacitar. Bon se sentía privilegiado por tener tan maravillosas amigas, personas con las que siempre podía contar, que jamás le habían fallado. Suspiró.

Ahora había quedado con Puppet. Había sido una estupidez, nunca había tenido una cita con nadie, a excepción de la de Bonnie. No se sentía preparado, y aun así... quiso dejarse llevar. Quiso probar suerte, quiso tratar de olvidar a Bonnie, buscar la felicidad en algún otro lugar. Quizás Puppet era aquella persona destinada a hacerle reír cada día.

Pensandolo así, no sonaba tan mal. Terminó su almuerzo en silencio y en soledad, y se dispuso a marcharse del comedor. Quería llegar a casa, darse una ducha bien fría, y preparar los discursos de disculpa para sus chicas; para todas sus chicas, incluida Toddy, con quien no había tenido tiempo de intercambiar palabras. Luego se vestiría y esperaría a que el más alto llegase a recogerlo.

En otra esquina del comedor, los animatrónicos tomaban su almuerzo entre voceríos y escándalos. Foxy y Golden estaban discutiendo, como era usual, con Chica tratando de poner órden, y Freddy volvía a comportarse de esa forma extraña en la que a veces su personalidad parecía variar. Bonnie masticaba un sándwich en silencio, robando patatas de la bandeja de Foxy mientras éste estaba distraído.

Había visto a Bon abandonar el comedor, y no había tenido el valor de ir a su encuentro. A veces, las cosas eran mejor así, dejándolas como estaban. Bonnie sabía que era prácticamente un desperdicio humano, e intuía que Bon estaría enfadado con él de nuevo. Pero no podía evitarlo, ¿o sí? Cuando estaba cerca de él, algo lo llamaba a hacer cosas extrañas. Como acercarse más, como besarlo... 

Se cubrió la cara con ambas manos, avergonzado. Foxy no había querido contarle mucho, pero imaginaba que probablemente el pelirrojo había amenazado a Bon. Perfecto. No solo lo odiaría por rarito y por acosador, también por chivato, y por enviar a un matón a pegarle.

Por mucho que tratase de fingir que todo iba bien, nada parecía ir bien para él. Cuando el grupo terminó de comer y comenzaron a dispersarse, se fijó en que una larga cabellera pelirroja se encaminaba hacia su dirección. Toddy se plantó delante suya, y lo observó de arriba a bajo.

-Tu eres Bonnie, ¿cierto? -el mencionado asintió, algo confundido y expectante-. He visto como Bon te observaba desde el otro lado del comedor, ¿Podemos hablar?

Bonnie no quería hablar con ella. Sabía que era amiga de Bon, probablemente se conocían desde la infancia, por como su amigo solía hablar de ella, pero apenas sabía nada más. No quería escuchar las riñas de una desconocida, bastante tenía ya con la de las personas que le importaban.

A pesar de todo, la siguió hasta un lugar apartado, donde su conversación no llamase mucho la atención, y el contraste entre la chica más linda de su curso y el rarito más antisocial del instituto no captase ojos curiosos.

-Seré franca: no me agradas, y yo tampoco voy a agradarte, así que no trataré de sonar cortés.

-Está bien -asintió, aceptando las condiciones.

-Bon te aprecia mucho, y ha dado mucho la cara por ti, ¿sabes cómo? Y no creo que tu te lo merezcas. No creo que valgas la pena lo suficiente, para los sacrificios que él ha hecho. ¿Has oído los rumores?

-¿Qué rumores?

-Se rumorea que están saliendo, que os vieron juntos. Hay incluso testigos que aseguran que los vieron besándose, cosa que dudo, o sea, como que es imposible, pero... ¿Entiendes a donde quiero llegar con todo esto? Si la reputación de Bon se daña, le estarás haciendo mucho daño. Si el rumor llega a oídos de su padre, Bon lo pagará, y te aseguro que yo tendré que hacer que lo pagues tú.

-Lo lamento -Bonnie lo decía en serio. De todas las personas, a la que menos quería perjudicar era a Bon-. Lo lamento de veras, no era mi intención.

-Si estás dispuesto a dar la cara por Bon, entonces adelante. Pero si eres un cobarde, ¡Entonces no te lo mereces! ¡No te mereces el tiempo que te dedica ni el cariño que te ofrece! -Bonnie pudo ver, en los puños cerrados y las piernas temblorosas de la chica, que era algo personal-. No voy a dejar que lo uses y lo deseches. 

-Bon es importante para mí -aseguró Bonnie, con firmeza. Unas de las pocas afirmaciones de la que estaba seguro rotundamente.

-O estás con él hasta el final, o no vuelvas a acercarte a él. Si lo lastimas te juro que no saldrás bien parado.

Y con los ojos vidriosos dio media vuelta, la cabeza alta y la pose digna, toda una diva. Toddy era hermosa y Bonnie sabía apreciarlo. Tenía razón. Con Bon debía ser todo o nada.

El único problema es que no sabía cual de las dos opciones escoger.

¿Me concedes este baile? (Bon x Bonnie) FNAFHSWhere stories live. Discover now