Corazon Hecho de Metal

Cap 6- No era lo que esperaba

- Eh, ¿cómo?- pregunta desconcertado

- se van a quedar en mi casa, no están pasando por un buen momento, además si los voy a tratar mal de antemano tiene que saber porque los trato así- le explico, logrando calmarlo. Sin decir ni una palabra asiente con la cabeza estando de acuerdo.

- y bueno, ¿quieren ir a una casa embrujada?- pregunta curioso, pero sus ojos se expandieron hacia los demás como si tratase de decirles un mensaje que no quería que supiera y era muy malo asiéndolo.

- em no, tengo trabajo que hacer, además ayudare a William y Adri a desempacar- comenta rápidamente Paula, la miro con recelo al darme curiosidad la forma en la que realmente hablo, pero no le tome importancia al prestar atención a William quien la había apoyado.

- tiene razón hay que desempacar, además Adriana tiene que descansar- responde, miro detrás de mí y noto que Will rápidamente hace un gesto extraño con las manos; las que termina poniendo en su nuca como si se estirara, lo miro sospechoso y vuelvo a dirigirme a William.

- bien, entonces iré yo- digo dirigiéndome hacia mi habitación.

Al entrar a mi habitación voy al guarda ropa y busco conjuntos de ropa que me gusten. O como toda normal adolescente frustrada aria; sacando camisas y tirándolas por todo el cuarto al igual que los pantalones. Lo más seguro es que me dé flojera recoger todo y cuando vuelva me moleste conmigo misma por ser tan desorganizada. Si mi antigua niñera estuviera aquí me hubiera mandado a recoger lo que tire desde antes de tocar el suelo.

Cuando noto que ya no tengo ropa que tirar rebusco en la ropa que está en el suelo. Mientras tiro una chaqueta verde a la cama, una camisa gris cualquiera y un short de color azul claro y antes de tirar otra cosa miro hacia mi cama y me gusta el conjunto que he hecho. El cual fácilmente podía combinar con unas Converse altas que tenía debajo de la cama. Me adentro en el baño y después de hacer mi ritual desesperado por quitarme la ropa, me adentro en el jaucussi.

Decido salir de la ducha después de unos minutos, me seco con una toalla y luego me visto en mi habitación; me cepillo el pelo para luego hacerme un maquillaje básico. Salgo de la habitación y cuando llego a la sala noto que los chicos ven una película animada de Disney. Me sorprendí ver la postura interesada de Will y William al ver la película, parecía que ninguno de los dos la había visto antes. Aunque había visto algunas películas antes había escuchado que las verdaderas historias tenían significados diabólicos, aunque de todas formas seguía creyendo en sus cuentos originales.

Carraspee mi garganta para llamar su atención y ambos chicos perdieron su figura encorvada al darse cuenta de lo tan interesados que estaban.

- ¿nos vamos?- pregunto con interés, trataba de sonar lo más calmada posible, o lo segundo que harían seria llamarme Grinsh.

- eh si, vamos- dice levantándose del sillón.

Nos despedimos de los demás y nos dirigimos al auto para montarnos en él. Al llegar a la casa embrujada de la que Will había hablado me percato de un detalle que no había mencionado. Esta es la casa embrujada más famosa de todo el mundo, famosa por mucha gente que ha salido de ahí en ambulancia con los años han ido mejorando, pero tratan de que no sea tan terrorífica para que no haya accidentes o que no demanden el lugar, había ido una vez con todo el equipo de Hockey, al salir decidimos nunca volver nos llevamos un susto inmenso ¿Paola lo sabía? Que traidora, me estaba raro que no nos acompañara, a ella le encanta las casas embrujadas.

- ¿nerviosa?- pregunta curioso cuando se de tiende en el estacionamiento. Estoy cien por ciento segura que si tuviera sentimientos en estos momentos estaría a punto de un colapso nervioso.