1- El Helado, escena eliminada

Start from the beginning
                                    

"¡Argh!" Apreté el botón para abrir las puertas y la abrí con fuerza "¡Idiota!".

Lanzándome una sonrisa ladina sobre sus hombros, abrió la puerta de la tienda para mi "Las señoritas primero".

Agotada, me moví lentamente hacia delante, medio esperando que me la cerrara en la cara, pero cuando no lo hizo, murmuré "Gracias".

Su risa sofocada me provocó un estremecimiento "Suenas tan sincera" Dijo, caminando tras de mi "Entonces, ¿qué te apetece?".

Una imagen fugaz de él apretándose contra mí apareció en mi mente, su mano posada sobre la piel de mi estómago. Mi pecho ardió. Probablemente seguía pensando en aquél momento porque Daemon había estado dormido y no había abierto su molesta boca.

Daemon se inclinó hacia mi y murmuró "Helado, gatita. Estoy hablando de helado"

"Lo sé" Le empujé, pero era como tratar de mover una montaña. No se fue a ningún lado y dejé de intentarlo cuando alzó un brazo y me rodeó con él los hombros.

Me condujo a través de los pequeños reservados hasta llegar al mostrador donde había un cartel que ponía HELADOS PARA CADA ESTACIÓN. En el momento en el que vi los cubos de delicioso helado, mi estómago tembló.

Había tantas opciones. La gran parte eran de sabores típicos - calabaza, mantequilla de manzana, de nuez y muchos más. Daemon se pidió una combinación de distintos sabores que hizo estremecerse a mi estómago y yo me decidí por chocolate y vainilla. Por supuesto, la chica que nos atendió lo roció con sirope y virutas de chocolate.

Cogiendo nuestras tarrinas, nos fuimos hacia un reservado hacia el fondo y nos sentamos. Sólo había dos personas más en la tienda, y si no hubiera sido por la emisora de radio que emitía los clásicos, el silencio habría sido insoportable.

Habría sido demasiado incómodo.

Me lancé hacia mi helado, que no comía en semanas. No es que yo comiera mucho helado, pero oye, cuando tenía ganas de él, me ponía frenética. Y éste estaba perfecto. El sirope era como un lago de chocolate en mi bol.

Levantando la vista, me encontré a Daemon mirándome con los ojos caídos "¿Qué?".

Se encogió de hombros.

Sentí la sangre coloreando mis mejillas "¿Me estás observando mientras como?"

"Si" Se metió una cucharada enorme de helado en su boca.

"Eso no es raro ni nada por el estilo" Cohibida, moví la cucharilla por la mezcla de helado "¿Puedes mirar a otra persona?".

Un lado de su boca se alzó "No quiero mirar a nadie más".

Mi estúpido corazón se desbocó como si aquello fuera una declaración de amor "¿Siempre haces lo que quieres?".

Contuvo la risa "No tanto, gatita. Y además, no hay mucha gente aquí. Creo que la otra mujer tiene ochenta y cinco años. Prefiero mirarte a ti".

"Vaya, gracias".

"De nada".

Puse los ojos en blanco. El silencio se instaló entre nosotros y luché por encontrar algo que decir "¿Vienes mucho por aquí?".

No me respondió inmediatamente y aparecieron líneas de tensión en su rostro "Solíamos venir".

Me tomó un momento entender lo que quería decir y sentí cómo mi pecho se tensaba "¿Solíais?".

Su mirada se quedó vacía, como mirando al infinito "Solíamos venir cada semana aquí...con Dawson. Como para Dee, el helado era otro grupo de comida para él".

Extras oficiales de la saga LuxWhere stories live. Discover now