XI

468 97 21
                                    

POV WOOHYUN.

Sin duda tuvimos la mejor y más romántica cita de todo el planeta, no sólo nos unió como pareja sino que además a un nivel más íntimo, a tal punto de que MyungSoo me encargó a mí adorado Hyung..
-WooHyun... Me alegra mucho haberte conocido, desde ahora te harás cargo de SungGyu, debes cuidar mucho de él... Mira que salió medio despistado pero sabes muy bien que él te quiere..-asentí a cada una de sus palabras, no podía negar la emoción que sentía al escuchar a mí cuñado hablarme así...- Y te daré un último consejo...-me susurro y se fue acercando a mi oreja..-Dile a Gyu que te haz preservado para después del matrimonio, ese tipo de cosas le gusta a él...-dijo con suma seguridad que estaba dispuesto a seguir dicho consejo, separandose de mí para tomar su maleta, lo fui acompañando al taxi...-SungGyu es listo... Te pondrá a prueba, pero tú solo resiste y dí aquello...-me guiño el ojo entrando así al automóvil, se despidió tanto de mí como de su hermano por la vetanilla, se veía muy feliz al confiarme a su hermano. Y no lo decepcionaria.
Desde entonces paraba todas las tardes al lado de SungGyu, iba a recogerlo por las mañanas para llevarlo al trabajo, nos veníamos juntos como la pareja feliz que éramos, incluso hyung se ponía tímido en frente de nuestros compañeros de trabajo que se rehusaba a salir a mí lado, sin embargo lo hacíamos porque más enamorados no podíamos estar...
Mi caramelito de fresa siempre llegaba agotado del trabajo, por eso mismo siempre pedía comida a domicilio. Está vez quise hacerle algo distinto, algo que le haga notar lo maravilloso y fantástico novio que soy, decidí hacerle el almuerzo.
Por un mal calculo en maniobrar el sartén las cortinas se empezó a incendiar para pasar a las cómodas, así mismo la sala y el resto de la casa, antes de que se tornara más peligroso fui por mí amado, observandolo dormidito tal cual ángel caído del cielo. Se me hizo difícil sacarlo de la casa en llamas, sobre todo cuando lo único que gritaba era que quería a su "rojito", o sea yo, no habia más explicación de dichas palabras, casualmente llevaba una polera roja ese día, mí Gyu era tan detallista que hasta de eso se daba cuenta. En fin SungGyu parecía algo alterado a la hora de sacarlo del lugar, además de despistado, se aferraba a mí cuerpo llorando llamandome rojito todo el tiempo...
-ROJITOOO!!!!.. ROJITOOO!!!...-gritaba en mis brazos cuando los bomberos luchaban contra el fuego...-ROJITOOO!!!... POR QUEEEEE!!!!!..
-Tranquilo bebé..-acariciaba su cabeza y le brindaba besos.. En tanto él apretada mí polera y seguía gritando..-Todo estará bien.. Tú rojito te cuidará!!!...
Fueron horas las que pasaron hasta que el incendió acabó al igual que los gritos de SungGyu, su casa prácticamente quedó como un carbón, sin embargo Gyu buscaba que recuperar de esta, no fue mucho pero según él no podía vivir sin su rojito, me alegraba oír aquello, que SungGyu estuviese tan enamorado de mí como para creer que no podía vivir sin mí existencia...
Sin ningún remedio o resistencia esa misma noche mí amorcito se mudó conmigo, aunque al principio me estaba convenciendo la idea de dormir bajo las estrellas supe que mejor sería que mí príncipe durmiera en una cómoda cama, una que compartiria conmigo, claro.

Intento de Padres | WooGyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora