Capítulo 8

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-Lauren... hija, despierta.-Sentí esa voz y una leve sacudida, abrí mis ojos y miré a mi madre sonriendo, me tensé al recordar que Camila había dormido aquí, miré a todos lados pero no estaba.

-Hola mamá, ¿Qué haces aquí?-Pregunté mientras me estiraba un poco.

-Vine a visitarte, pensé que ya estarías despierta, es casi medio día.-Dijo riendo un poco.

-Es que anoche nos dormimos un poco tarde.-Sonreí al recordar la noche anterior.-¿Cómo entraste?-Me senté en la cama mientras la veía parada frente a mí.

-Camila me abrió, creo que también la desperté a ella.-Parecía apenada.-Esta en la cocina.

-Entiendo, vamos tengo un poco de hambre.-Entré al baño mientras mi madre iba a donde estaba Camila, me lavé los dientes, la cara y agarre mi cabello en un moño desordenado. Al entrar a la cocina me encontré con unos panqueques sobre la mesa, jugo de naranja y algo de tocino.-Buenos días, Camila.-La saludé con un movimiento de cabeza, si mi madre no estuviera aquí me habría abalanzado sobre ella para darle un gran beso en los labios.

-¿Quisiera desayunar con nosotras, señora Clara?-Le preguntó a mi madre una vez que esta se sentó frente a mí.

-No, muchas gracias Camila. Tomaré un poco de jugo solamente.-Le sonrió amablemente.

Ellas no tenían la mejor relación, de hecho mi madre se comportaba extremadamente seria, con mis otras amigas platicaba y preguntaba cosas pero no con ella, era seria y callada, jamás le agradó la idea de que yo me fuera a vivir sola con ella, quizá sospechaba algo, quizá nuestras miradas nos delataban pero mi madre jamás sería capaz de preguntarme si teníamos algo, era religiosa y estaba segura de que pensaba que yo no tendría nada con alguna chica, sin embargo los hechos la hacían dudar, o al menos eso creía. En cuanto a Camila, mi madre no fue de su completo agrado y yo lo sabía, a veces era demasiado injusta conmigo y eso a Camz le molestaba pero siempre la trataba con mucho respeto. Estuvimos conversando mientras desayunábamos, Camila estaba callada porque mi madre se dedicaba a contarme cosas de nuestra familia o cosas así.

-Creo que es hora de irme, iré a ver a tu hermano.-Se puso de pie y yo suspiré porque sabía lo que me diría a continuación.-¿Quieres venir?-Preguntó esperanzada.

-Mamá, sabes que no.-Dije seriamente y miré como Camila se removía incomoda. Se puso de pie y empezó a lavar los trastes. Miré su rostro de decepción pero yo no podía hacerlo y no lo haría.-¿Quieres que te lleve? No me gusta que andes en transporte.-Me ofrecí, era la verdad.

-Si tienes tiempo, adelante.-Dijo con dificultad, me dolía verla triste pero no podía hacer otra cosa.

-Tomaré una ducha rápida y te llevo.-Caminé a mí habitación y en menos de media hora estaba lista, me despedí de Camila al igual que mi madre y salimos en el auto. Íbamos sumidas en un silencio algo incómodo hasta que ella lo rompió...

-Lauren...-Suspiró, ni siquiera la dejé continuar.

-No mamá, no voy a entrar ahí, para mí él no lo merece, quizá tú lo hagas sin ningún rencor porque es tu hijo, pero...-Traté de decir pero ahora ella me cortó a mí...

-Es mi hijo y es tu hermano, quiere verte, Lauren...-Sentía el nudo en su garganta pero nada lograría que yo entrara a ese lugar, Chris Jauregui no lo merecía.

-Si claro, ahora es muy vulnerable, ama a todos y promete que va a cambiar, pero no lo hará, lo dice porque está ahí dentro pero yo no le creo nada, no quiero verlo y no lo haré.-Dije decidida viendo la carretera. Ni siquiera debo decir que el resto del camino fue silencio absoluto, al llegar ella se bajó de mi auto.

Unexpected (Camren)Where stories live. Discover now