Justin notó que aquello, al mismo tiempo que la tranquilizaba, encendía aún más su curiosidad.
-¿Vigilarle para qué?
-Sospechamos que introduce inmigrantes ilegales en el país.
-Eso no es asunto de la policía de Dallas -dijo ella frunciendo el ceño.
«Es rápida», pensó, dándose cuenta de que su comentario le había molestado.
-Tienes razón. Es una investigación federal compartida con el FBI y La Migra.
-¿La Migra? ¿Inmigración?
-Exacto. La Oficina de Inmigración y Aduanas. La investigación requería soporte local, y yo era la persona adecuada.
-¿Por qué? ¿Qué es lo que te convierte en la persona adecuada? -preguntó ___ ladeando la cabeza como un pajarillo curioso.
-Era policía militar en Iraq. Acabo de volver. Mi experiencia y la recomendación de Zeke hicieron que el Departamento de Policía de Dallas me diera un trabajo. Me habían asignado esta misión incluso antes de pisar la comisaría del distrito.
-¿Es porque eres canadiense?
-En parte sí. También existía la sospecha de que Lucero podía tener un infiltrado en el departamento, y el hecho de que yo acabara de volver de Iraq y que nadie me tuviera muy visto me hacía el hombre perfecto para esta investigación. -Dudó durante unos segundos-. Mi nombre real es Justin Bieber Mallette.
A ___ se le encendió una bombilla mientras procesaba la información.
-¡Claro! Por eso tu madre...
-Sí, mi prima Rita quería corregirte... -dijo Justin con una sonrisa. ___ no deseaba cambiar de tema.
-Entonces, ¿tus cargos por agresión son parte del montaje?
-Sí. Me encerraron en la misma celda que a uno de los socios de Lucero. Tuve un golpe de suerte cuando cuatro miembros de la BGF acorralaron a Filip en el lavabo..
-¿BGF?
-Las siglas en inglés de la Black Guerrilla Family, una banda formada en las cárceles de California, -Justin se puso cómodo —. Ya sabes lo peligrosa que es una prisión. Los internos tienden a organizarse en bandas de corte racial para protegerse. La BGF sorprendió a Filip solo en el lavabo. Le habían tumbado en el suelo y le estaban pateando; los cuatro. Le rompí el brazo a uno y le di un rodillazo en los huevos a otro, el tercero salió corriendo y al cuarto le metí la cabeza en un váter. -Justin sonrió al recordarlo.
___ empezó a temblar. «Con cuidado, Bieber. La estás asustando», se dijo. Y continuó hablando.
-Un mes más tarde, cuando me soltaron, había un Cadillac esperándome a las puertas de la prisión para llevarme ante Lucero.
-¿Y te ofreció trabajo?
-Sí. Todo iba genial hasta el miércoles, cuando tú apareciste.
___ puso mala cara.
-Justin no es justo que digas eso. No e hecho nada para poner en peligro tú misión.
Él se acercó a ella para cogerle las manos.
-___, ya sé que no pretendías crearme problemas, pero todo lo que haga que Lucero se fije demasiado en mí... o en ti pone en peligro mi misión.
Ella levanto la barbilla con aquel
gesto orgulloso tan suyo un gesto que a él ya le resultaba familiar.
-Justin, no eres el único que tiene un trabajo.