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Erik nunca ha sido de los que beben por problemas, sobre todo porque siempre se dijo a sí mismo que es lo suficientemente fuerte para aceptar lo que venga, lo suficientemente fuerte como para no necesitar nada para sofocar el dolor de lo que haya pasado. Se las arregló para sobrevivir hasta ahora, era lo que siempre se dijo a sí mismo - ¿qué es un día más? Pero eso fue antes de que Erik conociera a Charles, antes de que Erik supiera lo que era perderse tan completamente en alguien, no sabe qué hacer ahora que ese hombre hermoso, encantador y asombroso ha salido de su vida.

Así que bebe. Bebe mucho y realmente no sale de su apartamento mucho, excepto quizás para comprar más whisky y cigarrillos, y Ángel sigue llamando, advirtiéndole que no puede seguir cubriéndolo y que si no viene a trabajar pronto, va a perder su trabajo, pero ni siquiera le importa. No siente que valga la pena.

A veces, cuando el sol se ha hundido en el cielo y todo su desván está bañado en esa cálida luz color miel, como ese día en que pintó a Charles, y la cabeza de Erik está girando por demasiado escocés, saca lienzos y pinturas en blanco. Pinta y pinta y pinta, como si tratara de sangrar toda su angustia fuera, se siente como si, con cada pincelada de tinta oscura, con cada pintura completada, se sintiera peor, como si estuviera ahogándose en el océano y no hay nadie para saltar detrás de él y sacarlo.

Cuando Ángel viene a tocar la puerta de Erik unas dos semanas después de su ruptura, está ansiosa. Está ansiosa y preocupada y muy, muy decidida.

"No puedes seguir haciendo esto contigo mismo," dice firmemente después de que Erik terminó de desahogarse con ella (algo que probablemente nunca pasaría, pero Erik está devastado por lo que sucedió con Charles y Ángel es la única amiga de Erik que es lo bastante paciente como para escucharlo). Ángel apunta firmemente en la dirección del cuarto de baño. "Ve a tomar una ducha y usa algo que haga que tus asombrosas piernas se vean bien."

Erik frunce el ceño hacia ella, queriendo decir que no, porque lo que realmente quiere es meterse de nuevo a la cama y dormir hasta las tres o cuatro de la tarde y luego quizás comprar whisky, beber y pintar hasta desmayarse. Él quiere que el entumecimiento que ha estado sintiendo sea una capa protectora, quiere el refugio seguro que es no sentir nada y no tener que pensar en lo mucho que su pecho duele o que se siente hueco y vacío y como si ya no tuviera ningún propósito.

Ángel suspira. "Erik," dice tranquila. "Sé que te sientes mal, ¿okay? Lo entiendo. Pero no por eso debes gastar todo tu tiempo lamentándote en tu apartamento cuando podrías estar haciendo cosas increíbles con tu vida. Tarde o temprano tendrás que avanzar."

Erik suspira y se pasa una mano por el pelo, mordiendo su labio inferior. "No quiero seguir adelante, sólo quiero a Charles," dice, odiando la forma en que su voz suena al decir el nombre de Charles. "Lo quiero de vuelta."

500 Days of Charles  //  CherikWhere stories live. Discover now