Capítulo 4 (2/2)

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El de cabello anaranjado se quedó atónito, sin palabras en la boca. No se molestó para nada por la (tan hermosa) confesión de Junior.

-Sé que ahora te pareceré alguien desagradable que debe morir, pero debía expresar mis sentimientos en algún momento.
-Yo... no pienso eso de ti, Junior. De hecho creo que eres la persona más inteligente, talentosa y, también guapa que conozco. Creo que... -se quedó en silencio absoluto. No le salían las palabras; ¿o acaso él también sentía lo mismo por aquél chico? No, sería algo prohibido, indebido... mas sin embargo había alguna razón por la cual siempre lograba perderse en la inmensidad de sus ojos, de observar con cuidado cada detalle de su rostro; sus ojos, sus pequeñas y casi invisibles pecas, incluso las ojeras violaceas que reposaban bajo su mirada.
 
   Y aquel fue el momento en que Dave se dio cuenta de que no importaba qué tanto lo negase, estaba indudablemente enamorado de él.

-¿Qué es lo que crees, Dave? -preguntó aún con aquella sonrisa ebria el poeta.

  No hubieron palabras en aquél momento, tan sólo acciones. Junto al sonido del trueno proveniente de aquella tormenta, un apasionado y pecaminoso beso tuvo lugar por parte de Dave. En ese momento nada importó para ellos, más que el dulce sabor del libido.

  Sus labios fueron bajando hacia su cuello. Poco a poco las prendas eran menos y el contacto cuerpo a cuerpo era mayor.
  Y ocurrió lo inevitable. La unión de ambos, la demostración de amor puramente física. Ambos sabían que esto los condenaría, pero qué buena manera de morir era aquella.

-Creo que yo también te amo. -dijo finalmente el pelirrojo, aún abrazado a su amante.

¿Por qué será que el pecado se siente tan bien? ¿Por qué Dios ha de odiarnos tanto sólo por amar a alguien distinto?

//esta era la parte del capítulo que faltaba! Comenten, qué les parece hasta ahora? Qué creen que pasará?

The Noose (megadeth, dunior) Where stories live. Discover now