Capítulo 1.

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Era un bello día de Octubre del año 1890; bueno, no tan bello para Dave Mustaine. Se encontraba recluido en una celda, ya que en pocos días, sería ejecutado públicamente.

Mustaine era conocido por ser un rebelde sin causa. Nacido en una residencia pobre, de familia más pobre aún, pronto fue evolucionando en un ladrón. Arrasaba con todo sin dejar rastro alguno, como si fuera invisible. Robaba por necesidad, ya que su familia era numerosa y hay que recalcar la idea de la pobreza de ésta. Años después de haberse esparcido rumores de su paradero, fue finalmente sentenciado a la horca por sus robos, principalmente el mayor de ellos -robo al banco de la ciudad-.

El oficial Hetfield pasaba por la celda de Mustaine, y cada vez que lo hacía, lo miraba con asco y desprecio. A Dave se le ponían los pelos de punta, le tenía miedo a la muerte.

-Señor... si estás ahí y me estás escuchando... -comenzó con su rezo, mientras sostenía la cruz de madera que colgaba de su cuello con fuerza- Por favor, protégeme. En dos días mi vida se acabará. No quiero morir aún. No es mi culpa haber nacido pobre, lo que hice solo fue para mantener a los que amo. Concédeme un milagro, te lo suplico...

No se lo solía ver llorar, sin embargo lo estaba haciendo ahora. Efectivamente, tenía miedo, aparte de que era muy joven aun -tenía tan solo 19 años-.

-Mustaine, alguien te quiere ver -anunció el oficial Hetfield, con su característico odio hacia el criminal. - El alcalde Ellefson y sus hijos, Mary y David han venido, ya que tienen cierto interés en ti.

-¿Qué clase de "interés" podría tener el alcalde en mí? -preguntó irónicamente el pelirrojo.

-Tú tan solo cállate y haz lo que te ordenen.
Dicho eso, el alcalde entró a la celda del recluso. Con ojos fríos y opacos color avellana, cabello y barba blanca por la edad, contextura robusta y cara de pocos amigos, el Sr Ellefson daba un aspecto de alguien que es respetado y sumamente serio. Sus dos hijos, sin embargo, no compartían ni una sola característica ni de su padre ni entre ellos, a pesar de llevar el mismo apellido. La hija menor habría de tener unos dieciséis años, esta había sido la menos favorecida físicamente de la familia, ya que su cuerpo era casi escuálido y su rostro no tenía rasgos atractivos; sus ojos celestes, igual de apagados que los de su padre (al menos compartían una característica física) transmitían tristeza, su largo pelo negro azabache era casi tan opaco como sus ojos y su pálida piel blanca, y su nariz era alargada y aguileña.
Finalmente, el hermano mayor, David (con el cual compartían el mismo nombre) tendría la misma edad que él y hasta quizá un año menos. A diferencia de sus otros familiares, este tenía una apariencia muchísimo más alegre, jovial y atractiva. Su cabello era de un lindo color castaño, casi ceniza, el cual le llegaba hasta un poco más de los hombros, sus ojos eran color del clima y brillosos. La atención de Mustaine se fijó por sobre todo hacia él, jamás había visto alguien igual.

-Sr David Mustaine, sabemos lo de la ejecución que se va a llevar a cabo dentro de un par de días -empezó el alcalde- y sabemos que obviamente no quieres que tu vida acabe de esta manera, así que vengo a proponerte una oferta.

-¿A qué se refiere, señor? -preguntó con curiosidad el pelirrojo.
El anciano acercó a su hija.
-Ella es mi hija, Mary Anne. No sé qué ve en ti, pero por alguna razón, está perdidamente enamorada de ti. La oferta es la siguiente: te quitamos los cargos y te perdonamos la vida, mas tendrás que casarte con ella, ¿aceptas?

Mustaine meditó esto por unos segundos, que se sintieron como minutos. Finalmente, accedió a casarse con la joven.

-Señor Ellefson, acepto su oferta. -dijo finalmente el recluso, a lo que la joven saltó de alegría y fue a darle un cálido abrazo a su futuro esposo.

El precio de su vida era el amor. Seguiría en este mundo por el módico precio de no volver a sentir lo que era amar verdaderamente. O al menos, eso pensaba.

-Excelente, haremos los preparativos para la boda. -dijo el alcalde, tan monótono como siempre. Él una vez había sido una persona alegre, llena de sentimientos y sueños, hasta que su esposa, lo que lo mantenía de esa manera, fue secuestrada por alguna mafia, la cual nunca se supo la identidad. Jamás se volvió a saber de la Sra Ellefson desde aquel día, y la amargura acompañaría para siempre al viudo.

[...]

Mustaine fue liberado del calabozo y los cargos por sus delitos le fueron retirados. Ahora, empezaría una vida nueva, como esposo y, a futuro, padre. Dave sin embargo no sabía nada de la vida, ni de cómo esta funcionaba. Toda su existencia se había basado en ser un criminal, viviendo en la clase más baja de Reino Unido.

Ni siquiera sabía que, aunque su historial delictivo estaba ahora limpio, volvería a enfrentar a la horca por un simple sentimiento, mal visto para la época, pero puro en su(s) corazón(es).



//HOLA! de seguro me van a querer matar pero, al fin el capítulo 1! espero que les guste, díganme qué les parece la historia hasta ahora! se despide Malena, apokalyptik_girl <3

The Noose (megadeth, dunior) On viuen les histories. Descobreix ara