- Te equivocas, yo no me refería a eso.

- Y después te vi con Theo en el parque felizmente - apretó un poco más su agarre.

Sus ojos comenzaban a tornase rojos, su lobo se apoderaba poco a poco de él y no le importo.

- Derek, por favor escúchame ...

- No necesito escucharte, con lo que escuché y vi en su momento me basta para saber lo que en realidad eres - lo soltó bruscamente dejando marcas en los costados de sus brazos.

Este trato de acercarse, pero los dientes de su novio lo amenazaron.

- Derek cálmate, no es lo que piensas por favor, yo te amo - no sabía qué hacer en ese momento, solo que no quería perderlo.

- ¡Solo lárgate Stiles! - grito a todo pulmón haciendo que se sobresaltara.

- No lo hare, no te dejare - contradijo firme a su decisión.

- ¿Quieres que te mate?, ¡¿eso es lo que quieres?!, porque en este momento estoy demasiado cabreado como para controlarme Stiles - amenazo.

- No lo harías, sé que no me harías daño - le sonrió cálidamente y casi creyó que con esa sonrisa tenía suficiente para calmar a su lobo, pero de pronto aquella imagen de su novio besando a Theo regreso rápidamente a su mente que termino por borrar cada sentimiento de su interior.

- Cometí el error en creerte Stiles, cometí el más grande error en amarte como jamás lo había hecho y pagare esa condena el resto de mi vida, eres peor que Jennifer he incluso Kate - escupió con molestia.

- ¡No te atrevas a compararme con ellas! - levanto la voz notablemente molesta.

- ¿Porque no?, eres igual de predecible que ellas, solo buscan un buen rato y terminan marchándose una vez que tienen lo que buscan - no termino de decir lo que pensaba cuando sintió la profunda y fuerte cachetada que le daba el menor con sus ojos humedecidos y sus labios temblando de dolor.

- No puedo creerlo, no puedo creer que pienses que puedo llegar a ser como ellas cuando te he entregado toda mi vida, porque jamás me importo ser el segundo en tu vida porque para ti siempre fue la manada - lagrima tras lagrima corría de su rostro y no pudo sentirse más satisfecho que con el hecho de crearle el mismo daño que él había recibido.

- Ya no importa, ahora quiero que te largues y no regreses - volvió a mencionar controlando aquellos filosos colmillos y regresando lentamente a ser el mismo Derek.

El menor lo miro un minuto y seco una lagrima de su mejilla.

- Espero que te des cuenta de que jamás te haría daño - se dio la vuelta y se marchó del loft.

El lobo permaneció tirando todo a su paso, tratando de borrar aquel recuerdo del beso que lo había sepultado.

Mientras aquel chico conducía sin precaución y causando aquel fatídico momento en que recibió una llamada que término por derrumbarlo.

El timbre sonó un par de veces cuando decidió contestar al fin el celular que vibraba en la mesa de centro del loft.

- ¿Qué quieres Scott? - contesto aun sin que este hablara pues en la pantalla mostraba su nombre.

- Stiles tuvo un accidente y está en el hospital.

Escucho detenidamente cada palabra y no supo cómo reaccionar, apenas y unas horas antes había discutido con él y ahora se encontraba en un hospital.

Recuerdos de una mente perdidaWhere stories live. Discover now