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- ¿Que le paso a mi hijo?, ¡¿Dónde está mi hijo?! - menciono desesperado el sheriff mientras azotaba la puerta de la habitación donde permanecía postrado el menor.

- El choque provoco un sangrado interno, tiene un pulmón perforado y su corazón late lentamente, su cerebro esta inflamado e impide el flujo de oxígeno a este, en este momento está en operación, pero los doctores no dan muchas esperanzas - respondió Melissa con lágrimas aun saliendo de sus ojos por la triste noticia.

- No, eso no es verdad, Stiles estará bien, él se ha salvado de muchos momentos, esto es solo uno de ellos, estará bien - ahogando un lamento que se guardaba en su interior.

- Lo lamento John - trato de darle ánimos, pero esas palabras solo lo lastimaban más.

Había sufrido un choque de automóvil mientras conducía en la noche en camino a su casa, su pie no midió el límite de velocidad y sus lágrimas nublaron su vista cuando un camión avanzo hacia donde se encontraba, no logro frenar y solo pudo girar con velocidad el volante para volcarse y terminar estrellándose contra el parabrisas, seguía consiente cuando la sangre comenzó a brotar de su frente, pero segundos después se desplomo a solo centímetros de haberse movido.

El porqué de esa situación solo dos personas lo sabían, pues horas antes había sido una escena completamente distinta.

Entraba con una sonrisa en sus labios y un par de frituras en mano mientras buscaba con la mirada al alfa por todo el loft.

- ¡Derek!¡¿Dónde estás?! - pero no recibió respuesta.

Solo recibió al hombre cruzado de brazos y con un gesto amenazante, estaba notablemente molesto y no lograba comprender por qué.

- ¿Sucede algo? - se atrevió a cuestionar con cautela

- Quiero que te largues de mi loft ahora - exclamo.

- ¿Cómo? - dudoso.

- Quiero que te largues Stiles - volvió a mencionar tratando de controlar la ira que comenzaba a formarse en su interior.

- Pero ... ¿Que sucede?, ¿Por qué quieres que me vaya? - su mirada reflejaba la inocencia.

Maldijo el momento en que se había enamorado perdidamente de ese menor, al grado de perder la razón y cordura de sí mismo que no sabía qué hacer con tantos sentimientos en su interior, lo amaba de una manera descomunal y no lograba comprender como ni cuando sucedió, solo que ahora le dolía una traición que sabía no era real.

-No te hagas el inocente conmigo y no finjas que no sabes de lo que te estoy hablando- respondió con ironía y amargura.

- Derek, te amo, ¿Por qué ...

- ¡No digas eso, no quiero que lo vuelvas a decir! - acercándose lo suficiente para sujetarlo de ambos brazos y empotrarlo con rudeza contra la pared, dejando que el menor soltara las frituras al suelo.

Este se quejó ligeramente, pero nada dolía más que la ira en su mirada y el sonido de sus lágrimas tocar el suelo.

- Por favor dime que sucede, no comprendo - podía oler su tristeza emanar del cuerpo que mantenía prisionera entre su pecho y la pared fría.

- ¿Cuándo pensabas decírmelo? - le pregunto si apartar su mirada de la del chico.

- ¿Decirte que? - le respondió sin comprender su pregunta.

- ¡Que pensabas dejarme! - espeto contra su rostro.

- Yo no pensaba ...

- Te escuche hablando con Scott aquella noche en que salieron al cine, te escuche decirle que buscabas algo más y que no podías tener - trato de no derrumbarse en ese momento.

Recuerdos de una mente perdidaWhere stories live. Discover now