1.- Antes de la partida

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Orochimaru caminaba hacia la oficina del Tercer Hokage con las manos metidas en los bolsillos del pantalón, hundido en sus pensamientos, planeando el siguiente experimento que haría. Era un Jōnin de 27 años que quería descubrir los secretos del universo para hacer de este mundo un lugar mejor y poder controlar todos los jutsus existentes. Sabía que a Sarutobi-sensei no le agradaba mucho lo que él hacía, pero Orochimaru había quedado devastado con la muerte de sus padres cuando era pequeño que en verdad creía necesario descubrir los secretos de todo lo que existía.

El pelinegro tocó la puerta desganado. Tenía tanto que hacer en su laboratorio que el simple hecho de que alguien lo interrumpiera le causaba tener mal humor el resto del día.

―Pasa, Orochimaru―escuchó la voz de su sensei dentro de la oficina.

Orochimaru abrió la puerta y pasó a la oficina.

―Ciérrala por favor―el pelinegro acata la orden y después se para frente al escritorio del Hokage, esperando a que éste se gire hacia él―. Hay algo muy serio de lo que tengo que hablar contigo.

El Tercer Hokage se giró hacia su alumno, dejando ver a un bebé de cabello morado que traía en brazos. Orochimaru abrió mucho los ojos al ver a la pequeña criatura.

― ¿Tuvo otro hijo, Sensei? ―preguntó el pelinegro con la mirada fija en su maestro, quien no dejaba de ver al bebé.

―No, no es mío. Fue abandonada por los Mitarashi hace una semana en las puertas de la Aldea.

― ¿Qué tiene que ver eso conmigo? ―Orochimaru dirigió su mirada al bulto que cargaba el Hokage.

―Quiero que tú cuides de ella.

Eso hizo que Orochimaru se quedara pasmado. ¿Él hacerse cargo de un bebé? Apenas tenía tiempo para sus experimentos y con una mocosa dando vueltas a su alrededor, no tendría tiempo.

― ¿Y por qué yo? ―preguntó Orochimaru a la vez que el Hokage se levantaba de su silla para mostrarle a la bebé.

―Creo que ella te puede salvar de la oscuridad―el Sarutobi le entrega la niña a Orochimaru―. Su nombre es Anko Mitarashi.

El pelinegro miró a la niña con una mueca en el rostro. El Hokage no le permitía realizar sus experimentos de la forma que él quería ya hora tendría que cuidar de esta niña. Anko tomó un mechón de cabello de Orochimaru y tiró de él. Eso le arrancó una leve sonrisa al pelinegro. Ese pequeño suceso no pasó desapercibido para el Hokage.

―Pronto te haré llegar un poco de dinero para ayudarte con la niña―Orochimaru levanta la vista hacia su maestro.

― ¿Qué se supone que haré con ella?

―Ser su familia y ella, será la tuya.

Orochimaru comenzó a sentirse acosado después de que salió de la Torre Hokage con Anko en brazos. Todas las personas que pasaban por ahí lo veían confundidos. Seguramente se preguntarán qué hago con un bebé, pensó el pelinegro mirando a la gente y después a la niña. Anko se estaba quedando dormida hasta que alguien con cabellera rubia se quedó viéndolo fijamente. Orochimaru gruñó un poco y después abrazó a la bebé (con cuidado) contra su pecho.

― ¿Qué haces con un bebé, Orochimaru?

―Es ella para tu información, Tsunade―le contestó el pelinegro a su compañera.

Sólo quería lo mejor para ti (Orochimaru y Anko Mitarashi) #NarutoAwardsWhere stories live. Discover now