013

3.8K 540 112
                                    

Miércoles, 07 de Diciembre, por la noche.

¿Que hacer en la tercer etapa cuando no quieren colaborar con la negociación? 

  — Olvídalo tú, yo no puedo hacerlo.  

Recordé. 

¿Qué hiciste? ¿QUÉ HICISTE? 

Me repetía a mi mismo. 

Nada fue lo que parece en realidad. No esta todo tan mal. 

O bueno, sí.

Pero ¿no es tan grave verdad? 

¿Que pasa conmigo? 

Si sacamos de contexto las palabras, yo en realidad, no dije lo que quise decir, y no significo lo que realmente significa. Osea, sí, pero no. 

Si lo vemos de una manera sencilla, podríamos decir que...

Ah quien engaño.

Taehyung, la cagaste. 

Jungkook me traía bajo un hechizo. Aún que yo era consciente de que algo sucedía, mís manos se encontraban atadas. No podía simplemente abrazarlo, como deseaba. Mis labios estaban cubiertos. No podía besarlo cuanto yo quisiese.

¿Cuanto más podría aguantar así? ¿Porque no podía ser libre? 

Tenía miedo. 

No es fácil ir contra algo que siempre creíste que estaba mal o era simplemente... Diferente.

Jungkook siempre fue distinto a todo lo que conocí. Sencillamente, Jungkook siempre fue lo mejor.

Para mi lo era. No, para mi lo es aún.

Jimin lo llama amor. Esa palabra es extraña para mi todavía. Pero en otros contextos esto incluso es pecado, es asqueroso, es impuro. 

¿Por que?

¿Por que si era tan horrendo se sentía tan bien que Jungkook me abrace? ¿Por que era una transgresión besar otros labios, si estos eran tan dulces?

Tan bueno que es malo. 

Eso no tiene lógica. 

Necesitaba que alguien viniera con una razón lógica y firme a decirme: "no debes hacerlo por esto". Y así yo entender bien las cosas.

Pero por el contrario acumulaba con el paso del tiempo motivos para quedarme a su lado, más junto a Jungkook. 

HASTA QUE LA CAGASTE. 

Me grito otra vez mi subconsciente. 

— ¿Jimin? — pregunte.

Estaba tumbado en su sillón, reflexionando, mirando un punto fijo en la grisácea pared.

— ¿Qué? — respondió el a mi lado. 

Me erguí a su lado en el sillón y lo observe.

— ¿Qué hago ahora? — cuestione. 

— No lo sé. — rió. — ¿Que quieres hacer tú? 

— Yo... — me detuve a pensar, la idea estaba muy clara en mi cabeza, presione mis puños y sonreí. — Yo... quiero ir a buscarlo. 

Jimin sonrío enormemente. — Entonces vé. 

Asentí frenético, tome mi mochila y salí corriendo de su departamento.

La noche pego fuertemente en mi esternón, hacía un frío de los mil demonios que provocaba que mis piernas temblasen al correr. 

Tropecé mil y un veces en el recorrido al departamento, colisione persona y esquive perros, cestos de basura, bancos. 

Art & Pleasure | KookV | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora