Palabras y Astros

Start from the beginning
                                    

- Has parado mi Meteorito – comenta como si eso fuera una gran hazaña, me quedo estupefacta por estar hablando con... alguien.

- ¿Qué narices eres? – suelto sin poder parar mi mala educación que tenía cuando era más pequeña, esa que había quedado sepultada por las dudas y el temor.

- Por lo que veo, algo parecido a ti – responde mientras se pasa una mano por el pelo – esto es algo... increíble. Hace 10 años que no hablo con otro ser humano cuerdo.

Me dispongo a decir que no me considero una persona muy cuerda cuando mi estómago ruge, me llevo las manos a este avergonzada. Él sonríe, parece realmente contento.

- ¿Quieres comer algo de carne? – pregunta señalando un poco más allá de donde nos encontramos, una fogata reluce mientras cocina dos grandes pedazos de carne, se me hace la boca agua solo de pensar en comer algo pero no se que tanto confiar en aquel extraño.

- No sé si... - pero mi estómago vuelve a sonar, como queriendo recriminar el hecho de negar algo de comida, suspiro – está bien

Le sigo hasta la fogata observando mí alrededor, hemos hecho mucho ruido, es extraño que no aparezca ninguno de ellos.

- No te preocupes, he exterminado a todos los que había por la zona – me tranquiliza una vez nos sentamos alrededor de la fogata, le miro sorprendida

- ¿Esa cosa de antes... lo has hecho tú? – pregunto curiosa por el extraño ataque que me había lanzado minutos antes - ¿Qué era?

- Un meteorito, como su nombre indica – responde escuetamente, frunzo el ceño ante su contestación - ¿Y tú? ¿De dónde has sacado ese enorme escudo y como has podido detener un meteorito con ello?

Le observo unos segundos, ¿debería hablarle sobre mis poderes? No tengo ni idea de quién es él y, aunque no se comporta como todos los demás y parezca un buen tipo, aun puede ser el enemigo.

- Cualquier palabra que escriba se hace realidad – contesto no dando muchos detalles – no tengo respuesta para tu segunda pregunta, la verdad es que nunca antes se había roto un objeto que he creado.

- Interesante... - murmura mirándome - ¿dices que puedes invocar cualquier cosa? ¿Cómo un coche, por ejemplo?

- La verdad es que nunca he creado algo tan grande, solo pequeñas cosas, así que no se si tengo algún limite – contesto, él se queda pensativo – ahora es mi turno, dices que lo de antes ha sido un meteorito ¿eres capaz de invocar meteoritos?

- Puedo invocar cualquier cosa que tenga que ver con el universo, hacer brillar las estrellas hasta cegar al oponentes, invocar y dirigir meteoritos, hacer aparecer la Aurora Boreal, la Vía láctea, cualquiera de esas cosas, todavía no lo he probado todo.

- Guau...

Nos quedamos en silencio unos segundos analizando los nuevos conocimientos que hemos adquirido. Este encuentro produce un montón de dudas, más de las que ya tenía, sus poderes esclarecen algunos aspectos de todo este gran misterio, pero solo un poco.

- ¿Crees que hayan más? – me pregunta, fijando su mirada en mí, no tengo que preguntarle a que se refiere.

- Hasta hace un momento te habría dicho que no, pero este encuentro pone en duda mucho de lo que creía saber, si hay más como nosotros creo que deberíamos reunirnos.

Su mirada parece brillar, no sé en que estará pensando pero parece muy emocionado de repente.

- No fue mi imaginación... - susurra más para sí que para mí, lo miro extrañada – si eso es lo que piensa, creo que he podido ver a otra persona igual que nosotros.

- ¿Cómo? ¿Cuándo? – pregunto sorprendida

- Hace unos días, creí que era mi imaginación así que no le di muchas vueltas, pero...

- ¿Dónde la viste?

- En Magnolia

Bufo irritada, eso está muy lejos, es imposible que solo hayan pasado unos días desde que la vio, además ya no debe de estar cerca, si es inteligente se moverá de lugar.

- Por cierto... - me saca de mis pensamientos, haciendo que le mire - ¿Cómo te llamas? Si vamos a viajar juntos tendremos que saber nuestros nombres ¿no?

Me lo quedo mirando extrañada ¿viajar juntos? ¿Eso cuando había sido decidido? El parece notar el desconcierto en mi mirada porque pone los ojos en blanco.

- Tu misma has dicho que debemos reunirnos si hay más como nosotros, no pretenderás que nos separemos ahora ¿verdad? – se levanta y se acerca un poco más a mí, no lo suficiente para incomodarme, me ofrece su mano - me llamo Jellal, Jellal Fernandez.

Observo su mano antes de decidir tomarla, espero no arrepentirme de esta decisión.

- Levi McGarden

Salvaje  ©Where stories live. Discover now