"Los monstruos existen y,... maldita sea, no salen de un armario"
La humanidad no podría haber cometido peor error del de hace 10 años. En tan sólo unas horas los humanos fueron aniquilados por...los propios humanos.
Una compañía reciente anunció un...
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La luna hacía rato que brillaba en el cielo con todo su esplendor, contemplarla me causa escalofríos así que no tardo en aparatar la mirada. No recuerdo el momento en el que llegue aquí, lo último que recuerdo es que intente acabar con mi vida con un cuchillo de cocina y, de pronto, nada.
Observe mi alrededor por primera vez hace 3 horas desde lo alto de un árbol y desde entonces no me he movido, el miedo hace temblar mi cuerpo e impide que se mueva. A pesar de todo comienzo a tener hambre, pero si utilizo mi habilidad al aire libre podría exponerme. Suspiro ante mi desafortunada situación.
De pronto, un delicioso aroma a carne asada me alcanza, mi cuerpo se mueve por si solo ante la necesidad de comida. Dejo de temblar y bajo de la rama para encaminarme hacia el origen del olor.
Ni siquiera pienso en lo extraño de la situación, en el hecho de que alguien este cocinando, la necesidad de mi cuerpo por comer algo hace callar cualquier pensamiento racional que se pase por mi cabeza, tengo la sensación de no haber comido en días.
De pronto mi pie tropieza con algo, haciéndome caer al suelo, sorprendida escucho como algo cruza el aire en mi dirección a gran velocidad. Casi por instinto, me aparto del camino justo para ver pasar una enorme jabalina que brilla bajo la luz de la luna. No tengo tiempo de pensar antes de que una repentina luz ilumine el cielo estrellado, cegándome.
Coloco una mano enfrente de mis ojos para intentar ver algo, no lo consigo pero tengo la sensación de que si no me muevo moriré. A pesar de esa certeza mis piernas no me responden, asustada y, en un intento desesperado, alzo la mano para escribir la palabra "escudo" en el aire, esta brilla unos segundos antes de hacer aparecer una gran pantalla transparente que me cubre.
Justo en se momento algo impacta sobre su superficie, a escasos centímetros de mi cabeza, me encojo asustada. El impacto manda una gran onda de choque alrededor, haciendo mecerse violentamente a los arboles cercanos. El choque dura unos segundos antes de que la cosa caída del cielo desaparezca, segundos después el escudo se resquebraja y desaparece, roto.
Me sorprendo, nunca antes se había roto algo que había creado con mis poderes. Saliendo de mi estupor me levanto apresuradamente, con la intención de salir pitando de ese peligroso lugar.
- ¡Espera! – una voz se abre paso por la oscuridad de la noche, me sobresalto tanto que intento acelerar el ritmo, pero una mano me aprisiona la muñeca, deteniéndome.
Grito sin poder evitarlo, asustada por que uno de ellos me haya atrapado con la guardia baja, intento liberarme sabiendo que es inútil, la fuerza de esos seres es muy superior.
- Espera... ¡Cálmate, no voy a hacerte nada! – exclama agarrándome con firmeza, pero sin llegar a lastimarme.
Consigo calmarme debido a lo raro de la situación, ellos no hablan con ese tipo de voz. Levanto mi mirada para cruzarla con un chico muy guapo, de cabello azul y un tatuaje rojo en su ojo derecho. El me suelta lentamente mientras me analiza, se aleja un paso.
