CAPÍTULO 19: Infernales palabras.

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-Me alegra de Howard se casara – dijo Steve. – Lo conocí cuando él era joven y soltero.

-¿Sí? ¿Se conocían? Él nunca lo mencionó, solo unas mil veces, quizá. Por dios, te odié – se puso el saco que había dejado a un lado.

-No quise dificultar las cosas.

-Lo sé, porque eres muy educado.

-Si veo que una situación va a ir mal, no puedo ignorarlo. A veces lo hubiera querido.

-No, no querías.

Steve sonrió un poco.

-No, no quería. A veces...

-A veces quería golpearte en tu dentadura perfecta, pero no quería que te fueras – Tony se encogió de hombros. – Te necesitamos, Cap. No puede pasar nada irreversible, si firmas. Poder legitimar las últimas 24 horas. Barnes será transferido a un centro psicológico americano en lugar de a una prisión wakandiana.

Steve observó la pluma que tenía entre las manos mientras se ponía de pie en silencio.

-No digo que sea imposible, pero tendría que haber garantías.

-Claro. Cuando se calmen los medios podemos modificar los documentos. Haría que Wanda, Hera y tu sean reincorporados...

-¿Wanda y Hera? ¿Qué hay con ellas? – Steve miró a Tony.

-Están bien, Están confinadas al complejo. Visión está con ellas.

-Por Dios, Tony – Rogers se molestó. – Cada vez que creo que ves las cosas correctamente...

-Son 40 hectáreas con pileta. Tiene sala de proyección. Hay peores maneras de proteger gente.

-¿Protección? ¿Así es como lo ves? ¿Protección? Es confinamiento, Tony.

- En el caso de Wanda, no es una ciudadana americana. Y no les dan visa a armas de destrucción masiva...

-¡Son solo niñas!

-¡Dame un respiro! Hago lo que hay que hacer para prevenir algo peor.

-Sigue diciéndote eso.

Steve dejó la pluma sobre la mesa mirando enojado a Tony, para luego irse por la puerta dejando solo a Stark que se puso los anteojos soltando un suspiro de frustración.

En otro espacio del gran lugar algunos Vengadores miraban en las pantallas en interrogatorio del soldado del invierno.

-Hola, señor Barnes. – hablaba el psicólogo. – Me enviaron de la ONU para evaluarlo.

La entrevista continuó comúnmente, por el momento. Steve miraba las fotos de las grabaciones de seguridad.

-¿Por qué las fuerzas conjuntas publican esta foto en primer lugar? – piensa en voz alta.

-¿Correr la voz, involucrar a tanto testigos como sea posible? – evaluó Sharon, quien estaba parada junto a Sam.

-Claro. Es una buena manerade sacar a alguien de su escondite. Detona una bomba y te tomarán una foto. Tendrás siete millones de personas buscando al Soldado del Invierno.

-¿Dices que alguien lo incriminó para encontrarlo? – inquirió Carter.

-Steve, buscamos al tipo por dos años y no encontramos nada – dijo Sam.

-No pusimos una bomba en la ONU. Eso llama la atención. – replicó Rogers.

-Sí, pero eso no garantiza que el que lo incriminó lo atrape. – evaluó la agente 13. – garantiza que nosotros lo hagamos. – Sharon parecía entender lo que el capitán decía, así que los tres miraron a la pantalla donde se veía a Barnes.

Mientras tanto, en la celda de James.

-dime Bucky, has visto mucho, ¿no? – preguntó el hombre en la silla frente a él.

-No quiero hablar de eso.

-Temes que si abres la boca los horrores no paren nunca. No te preocupes, solo tenemos que hablar sobre uno.

De repente, la corriente dejó de funcionar y todos entraron en pánico. Sharon les dijo a Steve y a Sam donde encontrar a Barnes y se pusieron en marcha.

-¿qué diablo es esto? – inquirió Bucky mirando a su alrededor.

- ¿Por qué no hablamos sobre tu hogar? – el hombre hizo caso omiso a las preguntas de Barnes. – No es Rumania. Tampoco Brooklyn. – de su bolso sacó un libro encuadernado en rojo con una estrella negra en la tapa. – Me refiero a tu hogar verdadero.

Entonces fue cuando procedió a recitar las infernales palabras que convertían a Bucky en un monstruo, que sacaban lo peor de él. Barnes comenzó a golpear el vidrio de la caja que lo contenía debilitando a cada palabra que era pronunciada por el hombre que fingió ser un psicólogo de la ONU. Cuando la puerta cayó, el impostor se acercó al soldado despacio.

-Soldado.

-Listo para obedecer.

-Reporte de misión, 16 de diciembre de 1991.


AY QUE NO DOY MAS (?) En realidad estoy (como dicen unas amigas) flipando, tío. Me gusta cuando la historia llega a esta parte por el drama y todo eso <3 espero les guste 

Mel, fuera.    

La chica Osborn / Marvel  - Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora