? Ella despertó sintiendo que él era su todo, sintiendo que lo amaba y sabiendo que no tenía a nadie más que a él, sin embargo, un pequeño secreto hará que el perfecto romance de novela que Danbi cree que vive se desplome ante sus ojos. ¿Es Park Cha...
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Desde que tenía ocho años descubrí que me gustaba la pintura y los dibujos –contó Jong Dae mientras Danbi bebía un zumo de naranja en un vaso muy curioso de la cafetería.
Danbi se veía incluso distinta ante sus ojos, lo sombrío había sido reemplazado ahora por colores llenos de vida, incluso ignoró las manchas que tenía la pequeña entre sus manos, se veía tan feliz que no quería arruinar el momento.
No abandonó su silencio y se dedicó a mirar la cafetería como si tuviese cinco años, balanceando los pies y mirando con sus ojos saltones cada rincón.
Estaban en la cafetería de Line compartiendo más que una cena, una plática, Danbi estaba enamorada de los personajes, sobre todo de Brown, cogía los peluches mientras miraba con una sonrisa cada uno. Se sentía en su paraíso.
¿Te gusta?-preguntó Jong Dae mientras le sonreía y sujetaba un peluche.
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Danbi lo miró con una sonrisa y lo dejó en su lugar, sabía que Jong Dae podría regalárselo pero sabía que eso también significaban problemas con ChanYeol, ya no quería tener que mentirle más.
A mi también me gusta dibujar –soltó mientras su maestro miraba los pequeños detalles de las estanterías, la miró nuevamente sorprendido, Danbi había pronunciado más de tres palabras y no se había sonrojado, ni bajado la cabeza, definitivamente ese era un gran logro para esa... ¿relación?
¿A quién dibujarás para la tarea que dejó Lissé?-le preguntó mientras caminaban entre la tienda que estaba debajo de la cafetería.
No lo sé-susurró mirando de derecha a izquierda.
Imaginó que le diría ChanYeol pero era demasiado rápido, debía todavía afianzarse más con ella, debía brindarle esa confianza que la pequeña necesitara.
¿Cómo está ChanYeol?-Jong Dae preguntó sin quitarle la vista, disimuló tocando unos peluches pero en el fondo ni siquiera prestaba atención a lo que su cuerpo hacía, si no a lo que sus orejas oían.
Trabajando, en el taller –contestó normal sujetando esta vez una botella con la imagen de Sally.
