20. • Final •

2.2K 249 105
                                    

El Martin se quedó en mi casa ayer, el Antonio no se dio cuenta, aunque tampoco me hubiera preocupado.

El Martin me estaba acariciando mi pelo cuando me dice.

— Manu, ¿A ti te gustaría estar conmigo para el resto de tu vida? —

— Me encantaría, pero no sé si esta relación siga, o sea, no me refiero a qué quiera terminar o algo así, solo qué muy pocas relaciones duran para siempre o hasta qué uno de los dos muera de viejitos, ¿cachai'? —

— Si tenés razón, perdoná por la pregunta. —

— Pero Martin, depende de nosotros si esto sigue, si sabemos como llevar la relación bién, sin generar rutinas y acomodar esto a como nos guste, no deberíamos terminar. ¿Por qué me preguntas eso? —

— Porque no sé, estaba pensando qué algún día me gustaría vivir contigo, adoptar a un niño. Claramente no ahora, nos queda mucho por vivir, en algunos años, si estamos todavía juntos. —

— A mi también me gustaría, aunque adoptar a un niño no es como... Uy listo lo adopté, bacán. Hay caleta de responsabilidades, pero yo creo qué cuando seamos más maduros, podremos cargar con ellas. —

— Te quiero Manu, no sabés cuanto. —

—Yo también wn. — Le doy un beso en la mejilla.

•8 años después•

— Manu, vos sabés qué a mi no me gusta qué Carlitos juegue con esos amigos. —

— Mira, si te da miedo qué nuestro hijo se vuelva flaite por tener esas amistades, quédate tranquilo. Eso dependerá de la educación qué le demos nosotros. Yo sé qué te preocupa, pero acuérdate qué nosotros también fuimos niños y también tuvimos estas amistades, sin embargo ahora estamos criando a un niño felizmente. —

— No sé, me da miedo che. —

— No vamos a dejar qué Carlitos haga todo lo qué quiera, pero tampoco le vamos a privar de tener amigos o hacer cosas qué a el le gusten, qué no lo dañen o dañe a otros. —

— Manu. —

— ¿Ah? —

— Cuando te veo siento como si recién te hubiera conocido, hemos estado juntos tantos años, y aún siento como si esto hubiera empezado, como todas las relaciones cuando empiezan, feliz y agradable, te sigo queriendo como el primer día. No sé como hacés para tenerme así boludo, no sé como hice para merecerte. —

— Te amo. - Le doy un beso. - me hacis sentir como cabro chico cuando me dices esas cosas. —

— Es qué es verdad, che. —

Sonrío y digo.

— Ya, a ti te toca hacer la once. Si querí' prepara una pizza, tengo ganas de comer eso. —

— No, porque nuestro hijo está creciendo y tiene qué comer sano. —

— Ah, se me había olvidado. Siempre tan sano tú, pero tení' razón, solo te pido qué no prepari' algo de conejos, gracias. —

— Ok, te prometo no preparar algo de conejos, pero si saludable, miraré en internet. Ah y cada día me enamorás más con las cosas qué dices. —

Me río y le doy otro beso.

— Ya, cállate mejor será, qué pareci' adolescente enamorado. —

— Es qué así me tenés — Dice sonriente.

Una vez se da vuelta para ir a buscar algo viene Carlos con sus amigos, los qué para el Martin son flaites.

— Papi, invité a mis amigos a tomar once. — Dice sonriente.

En eso el Martin me mira con una cara de enojo.

— Claro, vayan a lavarse las manos, ahora vamos a preparar la once. —

— ¡Gracias! — Me viene a dar un besito en la mejilla y se va con sus amigos.

— Manu... —

— Cálmate, es una once. —

— Lo haré por vos... —

•Fin•

¿Eres Tú Martin? ||ArgChi||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora