Capitulo 13

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Entré en su mente, una vez más viendo y experimentando directamente lo que sucedía a su alrededor.
Estaba entrando de nuevo en el ático de la capilla, lo que confirmaba mis peores temores. Igual que la última vez, no encontró resistencia. Dios mío, pensé, podría el sacerdote ser peor protegiendo su capilla.
La puesta del sol iluminaba la colorida vidriera, enmarcando la silueta de Min Hyuk: estaba sentado en el asiento de ventana.
- Llegas tarde - le dijo a ella - Llevo un tiempo esperándote.
Krystal se sentó en una de las sillas cojas, quitándole el polvo.
- Pensé que estarías con la Directiva.
Negó con la cabeza.
- No fue para tanto. Solo me suspenderán una semana, eso fue todo. No es que fuese difícil escaparse - Hizo un gesto con la mano - Como puedes ver.
- Me sorprende que no te hayan castigado más tiempo.
Un rayo de luz iluminó sus ojos azul cristalino.
- ¿Decepcionada? - Ella se veía impresionada.
- ¡Le prendiste fuego!
- No, no lo hice. ¿Viste alguna quemadura?
- Él estaba cubierto en llamas.
- Las tenía bajo control. Las mantuve lejos de él.
Ella suspiró.
- No deberías haber hecho eso.
Dejando su posición relajada, se sentó y se inclinó hacia ella.
- Lo hice por ti.
- ¿Atacaste a alguien por mí?
- Por supuesto, se estaba metiendo contigo y con Shin Hye. Ella estaba haciendo un buen trabajo en contra de él, supongo, pero pensé que podía necesitar algo de ayuda. Además, con eso también se callará cualquier cosa sobre el zorro.
- No deberías haberlo hecho - repitió, apartando la mirada. No sabía cómo sentirse acerca de esta "generosidad" - No actúes como si todo lo hubiese hecho por mi. Te gustó hacerlo. Una parte de ti quería – solamente por que sí.
La expresión de orgullo de Min Hyuk cayó, siendo sustituida por una de sorpresa. Krystal no sería adivina, pero tenía la increíble capacidad de leer a la gente.
Al verlo con la guardia baja, continuó.
- Atacar a alguien con magia está prohibido, y ese es exactamente el motivo por el que querías hacerlo. Realmente te entusiasmo hacerlo.
- Esas normas son estúpidas. Si usásemos la magia como arma en lugar de sólo para cosas estúpidas, los Strigois no matarían a tantos de nosotros.
- Estás equivocado - dijo con firmeza - La Magia es un regalo. Es pacífica.
- Sólo porque ellos lo dicen. Estás repitiendo la misma línea de pensamiento con la cual nos han alimentado toda la vida - Se levantó y paseo por el pequeño espacio del ático. - Pero no siempre fue así, sabes. Acostumbrábamos a luchar del lado de los guardianes, hace siglos. De repente, la gente comenzó a asustarse y se detuvieron. Pensando que era mas seguro ocultarse. Y olvidaron los hechizo de ataque.
- Entonces, ¿cómo lo sabes?
Le dio una torcida sonrisa.
- No todos los olvidaron.
- ¿Como tu familia? ¿Al igual que tus padres?
La sonrisa desapareció.
- No sabes nada sobre mis padres.
Su rostro se oscureció, su mirada se endureció. Para la mayoría de las personas, se vería amenazador e intimidante, pero cuando Krystal admiró y estudió sus facciones, de repente parecía muy, muy vulnerable.
- Tienes razón - admitió suavemente, después de un momento - No lo sé. Lo siento.
Por segunda vez en esta reunión, Min Hyuk parecía sorprendido. Probablemente, nadie se disculpaba con el tan a menudo. Qué demonios, nadie le hablaba con frecuencia. Ciertamente, nadie lo escuchaba. Como siempre, pronto reanudó su actitud arrogante.
- Olvídalo - Bruscamente, dejó de caminar y se arrodillo delante de ella para que pudiesen mirarse a los ojos. Al tenerlo tan cerca, ella retuvo el aliento. Una sonrisa peligrosa aparecido en su rostro.
- Y realmente, no sé por qué tú, de todas las personas, estás tan indignada de que haya usado magia "prohibida".
- ¿Yo de entre todas las personas? ¿Qué quieres decir?
- Puedes hacerte la inocente tanto como quieras, y estás haciendo un trabajo muy bueno pero yo sé la verdad.
- ¿Qué verdad es esa? - Ella no podía ocultarme su inquietud a mí o a Min Hyuk. Se acercó aún más.
- Usas la coacción. Todo el tiempo.
- No, no la uso - Dijo ella inmediatamente.
- Por supuesto que la usas. He permanecido despierto todas las noches tratando de averiguar cómo fuisteis capaces de alquilar un lugar e ir a la escuela sin que nadie al menos quisiera conocer a vuestros padres. Entonces lo averigüé. Estabas usando la coacción. En primer lugar, probablemente fue así como consiguieron salir de aquí.
- Ah sí. Así que simplemente lo adivinaste. Sin ninguna prueba.
- Tengo todas las pruebas que necesito, tan sólo observándote.
- Me has estado observando... espiándome, para probar que estoy usando la coacción?
Se encogió.
- No. En realidad, te he estado observando, simplemente por que me gusta. La coacción fue un bonus. Te vi el otro día utilizarla para ampliar el plazo de entrega de la tarea de matemáticas. Y lo utilizaste con la Sra. Kwon cuando quiso que hicieras mas pruebas.
- ¿Entonces pensaste que fue la coacción? Tal vez soy muy buena convenciendo a las personas - Había un tono desafiante en su voz: comprensible, teniendo en cuenta su miedo y su rabia. Pero pronunció su mensaje con una sacudida de pelo, que - si no lo supiese - podría haber sido un coqueteo. Y yo lo sabía... ¿verdad? De repente, ya no estaba segura.
Él continuó, pero algo en sus ojos me dijo que se había fijado en su cabello, que siempre se fijaba en todo lo relacionado con ella.
- La gente se queda con esa miada ridícula cuando hablas con ellas. Y no habló de cualquier persona, eres capaz de hacerlo con los Moroi. Probablemente con los dhampirs, también. Ahora bien, eso es una locura. Ni siquiera sabía que eso era posible. Eres una especie de celebridad. Algún tipo de celebridad maligna que abusa de la coacción - Eso fue una acusación, pero su tono y su presencia irradiaban la misma línea de coquetería que la de ella.
Krystal no sabía qué decir. Tenía razón. Todo lo que había dicho era verdad. Su coacción era lo que nos había permitido eludir a las autoridades y vivir en el mundo exterior sin la ayuda de los adultos. Era la que nos ha permitido convencer a los bancos de que nos dejasen coger parte de su herencia.
Y usarla se consideraba tan malo como usar la magia como un arma. ¿Por qué no? Era un arma. Una poderosa, una que podía ser utilizada de forma abusiva muy fácilmente.
Los niños Moroi aprendían a muy temprana edad que usar la coacción, era algo muy, muy malo. Nadie les enseñaba a utilizarla, aunque todos los Moroi, técnicamente, tenían esa capacidad. Krystal la sabía usar, muy bien y, como Min Hyuk señaló, ella podía hacerlo con los Moroi, así como con los humanos y los Dhampirs.
- ¿Qué vas a hacer entonces? - Ella preguntó - ¿Te vas a chivar?
Se sacudió la cabeza y sonrió.
- No. Creo que es atractivo.
Lo miró, con los ojos bien abiertos y el corazón latiendo rápidamente. Algo sobre la forma de sus labios la intriga.
- Shin Hye cree que eres peligroso. soltó a causa del nerviosismo. "Ella cree que puedes haber matado al zorro.
No sabía cómo sentirme al verme implicada en esta extraña conversación. Algunas personas me tenían miedo. Tal vez el lo tenía.
A juzgar por la diversión en su voz cuando habló, parecía que no.
- La gente creé que soy inestable, pero tengo que decirte, que Shin Hye es diez veces peor que yo. Claro, eso hace más difícil que las personas se metan contigo, entonces todo está bien para mí - Inclinándose en sus talones, finalmente rompió el espacio íntimo entre ellos - Yo no lo hice. Pero averiguaré quién lo hizo... y lo que le hice a Kwanghee no tendrá punto de comparación.
Su valiente oferta de venganza aterradora, exactamente no tranquilizó a Krystal... pero si la dejó un poco emocionada.
- No quiero que hagas nada. Y todavía no sé quién lo hizo.
Se inclinó hacia ella y tomó sus muñecas en sus manos. Comenzó a decir algo, entonces se detuvo y miró hacia abajo sorprendida, moviendo los dedos hacia la luz, las cicatrices casi habían desaparecido. Mirándola nuevamente, tenía una extraña – para ser él – cara de bondad.
- No sabrás quién lo hizo. Pero sabes algo. Algo que no me estas contando.
Lo encaró, una espiral de emociones le revoloteaban en el pecho.
- No puedes saber todos mis secretos - murmuró ella.
Miró de nuevo a sus muñecas y las soltó, aquella sonrisa torcida regresó a su cara.
- No, creo que no.
Una sensación de paz se extendió en ella, un sentimiento que pensé que sólo yo podía aportarle. Volviendo a mi propia cabeza, y a mi habitación, me senté en el suelo mirando mi libro de matemáticas. Luego, por razones que no se supe con certeza, lo cerré y lo tiré contra la pared.

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⏰ Last updated: Apr 28, 2017 ⏰

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Amor fuera de regla  (Adaptación)Where stories live. Discover now