Capitulo 8

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O más bien, habían sido Strigoi. Un regimiento de guardianes los había perseguido y matado. Si los rumores eran ciertos, Min Hyuk había atestiguado todo eso cuando siendo un niño.
Y por más que el no fuese un Strigoi, algunas personas pensaban que no estaba lejos de serlo, por que siempre se vestía de negro y era muy reservado.
Strigoi o no, no confiaba en él. Era un idiota, y silenciosamente le gritaba a Krystal que saliese de allí - no es que mis gritos estuviesen ayudando mucho. Estúpido vínculo mental de una sola dirección.
- ¿Qué estás haciendo aquí? - le preguntó ella.
- Disfrutando de la vista, por supuesto. Esta silla de lona es particularmente encantadora en esta época del año. Ahí, tenemos una vieja caja llena de registros del bendito y loco St. Vladimir. Y no podemos olvidarnos de esta hermosa mesa si una pata.
- Lo que sea - Hizo rodar los ojos y se movió en dirección a la puerta, queriendo salir, pero le bloqueó su camino.
- Bueno, ¿qué hay de ti? - Respondió con burla - ¿Por qué estás aquí? ¿No tienes fiestas a las que ir o vidas que destruir?
Un poco de la vieja chispa de Krystal regresó.
- Wow, eso es muy gracioso. ¿Soy un rito de paso ahora? Vamos a ver si puedo cabrear a Krystal para así demostrar lo guay que soy. Una chica que no conozco me gritó hoy, ¿y ahora tengo que tratar contigo? ¿Qué necesita una chica para que la dejen en paz?
- Oh. Por lo tanto, es por eso que estás aquí. Para una fiesta de autocompasión.
- No es ninguna broma. Estoy hablando en serio - Podría decir que Krystal se estaba enfadando. Eso se estaba imponiendo a su sufrimiento interior.
Él se encogió de hombros y de forma casual se dejó caer contra la pared.
- Yo también lo estoy. Amo las fiestas de autocompasión. Lamento no haber traído los sombreros. ¿Sobre que quieres lamentarte en primer lugar? ¿Sobre cuanto tiempo te llevará ser popular y querida de nuevo? ¿Sobre las semanas que tendrás que esperar hasta que Hollister te envíe ropas nuevas? Si optaste por el transporte marítimo tal vez no tengas que esperar tanto tiempo.
- ¡Déjame salir! - dijo de forma irritada, empujándolo a un lado.
- Espera - dijo cuando ella llegó a la puerta. El sarcasmo en su voz había desaparecido.
- ¿Cómo ... Ahn.., ¿Cómo era?
- ¿Cómo era qué? - le replicó ella.
- Estar fuera. Lejos de la Academia.
Ella vaciló un momento antes de responder, cogida con la guardia baja para lo que parecía un verdadero intento de establecer una conversación. - Fue maravilloso. Nadie sabía quien era. No era más que otra cara. No era una Moroi. No era de la realeza. No era nadie - Ella miró al suelo - Todo el mundo aquí cree que sabe quien soy.
- Si. Es muy difícil dejar atrás el pasado - dijo amargamente.
En ese momento, Krystal pensó - y yo, por defecto - lo difícil que debía ser estar en la piel de Min Hyuk. La mayoría de las veces, las personas lo tratan como si no existiese. Como si fuese un fantasma. No hablan con él o sobre él. Simplemente no se daban cuenta de su existencia. El estigma del crimen de sus padres era muy fuerte, lanzando sombras sobre toda la familia Kang.
Sin embargo, el la había enfadado y no estaba dispuesta a sentir lástima por él. - Espera, ¿Ahora eres tu el de la autocompasión?
Se rió, casi con aprobación.
- Desde hace un año que esta sala es el lugar de mis fiestas de autocompasión.
- Lo siento - dijo Krystal sarcásticamente - Venía aquí desde mucho antes de marcharme. Tengo más derecho.
- Derecho de los sin techo. Además, tengo que estar cerca de la capilla, siempre que sea posible, para que la gente sepa que no me he convirtió en un Strigoi... todavía - Una vez más, su voz sonó con un tono de amargura.
- Solía verte siempre en la iglesia. ¿Esa es la única razón por la que vas? ¿Por las apariencias?
Los Strigoi no pueden entrar en tierra sagrada. Un poco más de esa cosa de pecando-contra-el-mundo.
- Por supuesto - dijo - ¿por qué más iría? ¿Por el bien de mi alma?
- Lo que sea - dijo Krystal, que claramente tenía una opinión diferente. - Te dejaré solo entonces.
- Espera - dijo de nuevo. Parecía que no quería dejarla ir - Te ofrezco un trato. Te puedes quedar aquí también si me cuentas una cosa.
- ¿Lo qué? - Lo miró nuevamente.
Él se inclinó ligeramente hacia adelante.
- De todos los rumores que oí sobre ti hoy - y créeme, he escuchado muchos, incluso si nadie me dice nada directamente – hay uno sobre el que no oí muchos comentarios. Ellos analizaron todo lo demás: por que huiste, lo que hiciste fuera, por que regresaste, la especialización, lo que Shin Hye le dijo a Seolhyun, bla, bla, bla. Y en medio de todo esto, nadie, nadie ha cuestionado esa estúpida historia que Shin Hye sobre la existencia de todo tipo de personas marginales que te dejaban que les tomaras su sangre - Ella desvió la mirada, y pude sentir como sus mejillas comenzaban a enrojecerse.
- Ni es estúpida, ni es una historia.
Él se rió suavemente.
- He vivido con los seres humanos. Mi tía y yo estuvimos lejos después de que mis padres... muriesen. No es tan fácil encontrar sangre - Cuando ella no respondió, se rió otra vez - Fue Shin Hye, ¿no? Ella te alimentó.
Un nuevo temor se apoderó de ella y de mí. Nadie en la escuela podía saberlo. Tae Hee y los guardianes que nos fueron a buscar lo sabían, pero guardaban la información para si mismos.
- Bueno. Si eso no es amistad, no sé lo que es - dijo.
- No se lo puedes contar a nadie - lanzó.
Eso era todo lo que necesitábamos. Como lo había recordado, los alimentadores eran adictos a las mordeduras de vampiro. Aceptábamos eso como parte de la vida, pero al mismo tiempo los despreciábamos por eso. Para todos los demás - sobre todo para una Dhampir - dejar que un Moroi tomase su sangre era casi, como decirlo, sucio. De hecho, una de las cosas más pervertidas, casi pornográficas que un Dhampir podía hacer, era dejar que un Moroi tomase su sangre durante las relaciones sexuales.
Krystal y yo no habíamos tenido sexo, por supuesto, pero ambos sabíamos lo que los demás pensarían sobre la alimentación.
- No se lo digas a nadie - Repitió Krystal.
El metió las manos en los bolsillos de la chaqueta y se sentó en una de las cajas. - ¿A quien se lo contaría? Mira, por que no te sientas en el asiento de la ventana. Puedes tenerlo hoy y permanecer allí durante un tiempo. Si es que no me tienes miedo.
Ella vaciló, estudiándolo. Parecía oscuro y hosco, con los labios curvados en una especie de sonrisa de "Soy tan rebelde". Pero no parecía tan peligroso. No parecía un Strigoi.
Cuidadosamente, se sentó de nuevo en el asiento de la ventana, frotando inconscientemente sus brazos contra el frío.
Min Hyuk la observaba, y un momento después, el aire se calentó considerablemente.
Krystal se encontró con la mirada de Min Hyuk y sonrió, sorprendida por no haber notado con anterioridad lo azules que eran sus ojos.
- ¿Estás especializado en el fuego?
Asintió y se dejó caer en una silla quebrada.
- Ahora tenemos asientos de lujo - Salí de la visión bruscamente.
- ¿Shin Hye? ¿Shin Hye?
Parpadeando, me enfoqué en la cara de Yong Hwa. Estaba inclinando hacia mí, sus manos agarrando mis hombros. Había dejado de caminar, nos detuvimos en el medio del patio que separaba los edificios de la parte superior del campus.
- ¿Estás bien?
- Yo... sí. Yo estaba... estaba con Krystal... - puse una mano en mi frente. Nunca había tenido una experiencia tan larga y clara cómo está.
- Estaba en su cabeza.
- ¿Su... cabeza?
- Si. Es una parte de nuestra conexión mental - Realmente no tenía ganas de explicarle eso.
- ¿Está todo bien con ella?
- Sí, ella está... - Dudé. ¿Estaba todo bien con ella? Kang Min Hyuk acababa de invitarla a quedarse un tiempo con él. Nada bueno. Pero los sentimientos que se agitaban en nuestra conexión mental ya no eran de enfado o miedo. Ella estaba casi contenta, aunque todavía estaba un poco nerviosa.
- No está en peligro - le dije finalmente. Eso esperaba.
- ¿Puedes continuar?
El rígido, estoico guerrero que había conocido antes se había ido - sólo por un minuto - y parecía realmente preocupado. Realmente preocupado. Sentir sus ojos en mí de esa forma hacía que algo en mi interior se agitase – lo que era estúpido, por supuesto. No tenía razón alguna para ser tan ridícula, solo porque el hombre era demasiado guapo para su propio bien. Después de todo, él es un Dios anti-social, según Jong Suk. Uno que supuestamente, me dejaría con todo tipo de dolores.
- Si. Estoy bien.
Fui al vestuario del gimnasio y me puse un chándal que alguien finalmente había decidido darme después de haber pasado un día entrenando en pantalones vaqueros y camisa. Repugnante. Me perturbaba que Krystal estuviese con Min Hyuk, pero deje ese pensamiento para más tarde por que mis músculos me estaban informando que no querían pasar por ningún otro ejercicio por el día de hoy.
Entonces le sugerí a Yong Hwa que, tal vez, el podría dispensarme esta vez.
Se rió, y tuve la total certeza de que era de mí y no conmigo.
- ¿Por qué es gracioso?
- Oh - dijo, disimulando una sonrisa - Lo decías en serio.
- ¡Por supuesto! Mira, yo era, técnicamente, e estado despierta durante dos días. ¿Por que tenemos que comenzar ese entrenamiento ahora? Déjame ir a la cama - lloriqueé. - Es sólo una hora.
Cruzó los brazos y me miró. Su preocupación de antes se había ido.
Ahora sólo se trataba de negocios. Amores Perros.
- ¿Cómo te sientes ahora? Después del entrenamiento que has hecho hasta ahora.
- Dolorida como el infierno.
- Te sentirás peor mañana.
- ¿Y?
- Por lo tanto, mejor meterse de lleno en el entrenamiento ahora que no te sientes... tan mal.
- ¿Qué clase de lógica es esa? - Repliqué.
Pero no discutí mas mientras me llevaba hasta la sala del gimnasio. Me mostró los pesos y los ejercicios que tenía que hacer y, a continuación, se fue a una esquina con una novela del Viejo Oeste. Qué dios. Cuando terminé, se detuvo a mi lado y me enseñó algunos ejercicios de estiramiento.
- ¿Cómo terminaste siendo asignado como guardián de Krystal? - Le pregunté - No estabas aquí hace unos años. ¿Te formaste al menos en esta escuela?
No me respondió de inmediato. Tuve la sensación de que no solía hablar de si mismo con frecuencia.
- No, asistí a una escuela en Siberia.
- Whoa. Este debe ser el único lugar peor que el de Montana.
Un destello de algo - quizás de diversión - brilló en sus ojos, pero él no demostró haber notado la broma.
- Después de la graduación, fui guardián de un lord de la familia Jang. Fue asesinado recientemente.
Su sonrisa desapareció, y su rostro se oscureció - Me enviaron aquí porque necesitan guardias extras en el campus. Cuando la princesa apareció, me designaron a ella, ya que estaba por aquí. Que no es que eso sea importante hasta que deje el campus.
Pensé en lo que me dijo. ¿Al hombre que tenía que proteger lo había matado algún Strigoi?
- ¿Este lord murió durante tu guardia?
- No. Estaba con su otro guardián. Yo estaba lejos.
Se quedó en silencio, su mente, obviamente, estaba en otro lugar. Los Moroi esperaban mucho de nosotros, no obstante, reconocían que los guardianes son - más o menos - simplemente humanos. Por lo tanto, a los guardianes se les pagaba y tenían vacaciones como en cualquier otro trabajo. Algunos guardianes radicales - como mi madre - se niegan a tener vacaciones y juran nunca dejar de lado a sus Moroi.
Mirando a Yong Hwa, tuve la sensación de que podría muy bien convertirse en uno de esos. Si había estado fuera debido a un mandato, no se echaría la culpa por lo que le sucedió a ese Lord. Aún así, él probablemente se culpase. Yo también me culparía si algo le sucediese a Krystal.
- Oye - le dije, de repente queriendo animarlo - ¿Ayudaste a trazar el plan para traernos de vuelta? Porque era muy bueno. Fuerza bruta y todo eso."
Levantó una ceja lleno de curiosidad. Guay. Siempre había querido hacer eso.
- ¿Me estás elogiando por eso?
- Bueno, es mejor que su anterior intento.
- ¿Intento anterior?
- Si. En Chicago. Con un grupo de psi-Hounds.
- Esta fue la primera vez que os encontramos. En Portland.
Deje de estirar y me senté con las piernas cruzadas.
- Um, no creo que me haya imaginado los psi-Hounds. ¿Quién más podría haberlos enviado? Sólo responden a los Moroi. Tal vez nadie te lo ha contado.
- Tal vez - dijo cerrando el tema. Podría decir, que por sus palabras, no creía en la historia.

Amor fuera de regla  (Adaptación)Where stories live. Discover now