all the other kids with the pumped up kicks you'd better run better run

698 154 59
                                    

Su pequeña mente colapsó al instante. Su vista dentro de aquello que sentía. Sus manos cubiertas de pólvora por la noche anterior. Frustrado, desgastado, aterrorizado; Josh sabía que clase de niño era, pero no quería y no debía aceptarlo.

Echó un vistazo repentino hacia su aula. 30 niños. Todo era tan específico, como el invierno incesante que golpeaba su rostro, como la insolente e inspiradora risa de aquel castaño inocente. Se sentía como un león en la naturaleza y era el momento de mirar al frente y capturar a la presa prudente para el bocadillo.

Soltó una bocanada de aire, metió su pequeña mano dentro de su bolsillo. Calibre 26 era denominada aquella mañana de miércoles soleada.

Tantos recuerdos pasaron por su cabeza; miró a su madre por última vez, a su padre sonreír mientras lanzaba la bola para que él pudiese atraparla, su pequeño mejor amigo logan quien se había mudado de ciudad hace ya unos años. Recordó que el dolor existía y se presentaba de maneras diferentes.

quería sólo estar cerca de su madre. De su mascota llamada george. De will, el pequeño niño con cáncer de su cuadra.

Nada tenía sentido. Sólo quería pagar y hacer pagar a los demás por su dolor.

Los disparos resonaron con gran fuerza por toda el aula, humo salía con velocidad al ser disparada. Uno, dos, tres, cuatro. Todos caían al compás de la melodía en su cabeza, nada tenía cierta certeza.

—¿Josh? —la voz de Tyler capturó su atención. Él sólo se giró y empleo una sonrisa ligera—. Debes detenerte.

Subió su brazo con lentitud y apunto con precisión al pecho del pequeño. Segundos inquietantes. Nada era como se esperaba.

PUMPED UP KICKS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora