7. Pelea

1.2K 155 29
                                    







A la mañana siguiente Alluka estaba muy preocupada, no sabía nada de Killua, había salido luego de cambiarse y no había regresado en toda la noche. Se había ido con un aura sombría y la mirada perdida, no había sabido que decirle para detenerle, ahora no contestaba su teléfono y Palm no podía verla.

Había llamado a todos los que conocía y sabía que estaban cerca, ninguno la había visto. Leorio estaba en una conferencia y Kurapika trabajando, ya había llamado a Ikalgo que estaba en la ciudad vecina y solo quedaba Gon. Dudaba que estuviera con él y no quería llamarle, pero ya no le queda a nadie más.

Intentando mantener su voz firme llamo a Gon. le contó que su hermano había salido anoche y aún no regresaba, no le dio detalles de más y agregó que Killua nunca antes había ignorado sus llamadas. Como ya suponía Gon no le había visto y como temía que pasaría, el moreno se dispuso a buscar a Killua.

Se quedó en la habitación apretando el teléfono, no creía que alguien pudiera lastimar a su hermana, pero temía que ella misma lo hiciera. De una u otra forma.

Como dijo, hizo. Apenas le colgó a la menor, tomó sus cosas y salió en busca del albino. Confiaba ciegamente en que podía dar con el paradero de Killua sin problema.

Comenzó preguntando en las calles si es que habían visto a un chico albino, tenía muchas fotografías de Killua y por sí mismo destacaba mucho, fue fácil dar con indicaciones y lugares donde había sido visto y así mismo no le tomó mucho tiempo encontrarle.

Llego a un barrio de mala muerte, ahí realizaban peleas clandestinas. El albino participaba en ellas y parecía haber estado toda la noche compitiendo, no parecía herido, pero si estaba muy sucio con la sangre de otros. Ese tipo de lugares no había gente con la fuerza suficiente para lastimarle o ser un desafío, parecía que estaba ahí solo para desquitarse.

Nunca antes le había visto siendo cruel con un adversario, sus victorias siempre habían sido rápidas y sin más opciones, medio lastimar a alguien para dejar que siguiera esforzándose no iba con el Killua que conocía.

Cansado de lo que veía entro al ring improvisado ofreciéndose como próximo adversario.

—Alluka está preocupada.

- Mi teléfono exploto- mentira, después de diez llamadas lo había aplastado contra la pared.

-No deberías vagar de noche, ahora eres una chica.

Killua había considerado detener las pelas y volver con su hermana en ese momento, pero Gon le había hecho hervir la sangre con esas palabras.

- Si no sales por tu cuenta, te sacaré.

- Lo mismo digo- respondió Gon y no se necesito más para que comenzara la pelea.

Los espectadores estaban eufóricos y los competidores agradecían seguir con vida después de enfrentarse al albino.

La lluvia de golpes entre ellos casi no se percibían de lo rápidos que eran y la fuerza entre golpe y golpe hacia temblar el pequeño ring.

En algún momento dejaron de contenerse y comenzaron a usar nen.

El publico comenzó a escapar, el pequeño cuarto comenzaba a desmoronarse ya nadie quería contemplar el final de la pelea, pero hubo un golpe que los dejo a todos el helados. El sonido fue tan fuerte que pareció opacar todo lo demás.

Los pocos espectadores que quedaban se giraron lentamente, ya no se escuchaban mas golpes y aunque estaban aterrados, querían saber el resultado de tan monstruosa pelea.

Ambos seguían de pie en medio del ring, la pierna de Killua estaba suspendida en el aire, sostenida firmemente por la mano de Gon, el gran estruendo solo había sido las energías de ambos al chochar bruscamente.

El albino temblaba bruscamente, no había logrado mover a Gon con ese golpe. Se sentía frustrada, molesta y aun muy triste.

- Me voy a casa- Sentencio firme, tomando sus cosas y el dinero que había ganado en las apuestas, Gon la siguió rápidamente sin decir palabra- ¡No necesito un guardaespaldas! ¡puedo cuidarme sola!

- Pero ahora eres una chica, no esta bien que andes sola.

Killua se detuvo en seco y se giro bruscamente para encarar a Gon, todos sintieron su sed de sangre y temblaron, pero Gon no se movió.

-Siempre has sido un tonto...realmente no me cabe en la cabeza lo imbécil que llegas a ser, siempre me sorprendió lo ingenuo que eres, no quizás solo de verdad eres tonto, tu mundo es tan simple que no puedes notarlo. ¡Jamás lo harás si no te lo digo verdad!...yo siempre he sido una chica, lo de los hongos fue un mentira.

Continuo su camino sin dar vuelta atrás, Gon ya no le seguía y el silencio a su alrededor seguía siendo espectral.

Volvió al hotel siendo recibida por su hermana que no pasaba de llorar angustiada por su desaparición. Ambas se disculparon por más de una cosa y se acurrucaron en el sofá hasta que les entro el sueño. Ya estaba hecho, le había dicho la verdad a Gon y tenia muy clara su respuesta, después de todo el moreno no podía mentir y en sus ojos vio claramente como se había sentido traicionado.

KIRUGIRUWhere stories live. Discover now