El último latido del ángel

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ese día me desvelé a las 4:00 de la madrugada, por alguna razón me levanté (no sin antes ver la hora)

-demonios, por qué me desperté tan temprano?-hablaba en voz baja, mientras caminaba al baño sentí que algo le sucedía a mi cuerpo, como que no era el mismo-no veo nada extraño-me miré al espejo, estaba más blanca de lo normal- me tuvo que haber bajado la presión-me fuí a acostar nuevamente, había completo silencio en mi casa, puse la tele para ver alguna cosa, y puse el mtv y me quedé dormida viendo la canción "can't stop the feeling" 

*7:14*

-anne, despierta-escuché a rukawa tocándome el hombro, pero inmediatamente sentí mucho frío, era raro, mi despertar tampoco funcionaba ¿qué me sucedía?-anne? estás bien?-pregunta mi hermano

-ru-rukawa t-tengo frío-le dije yo, frotando mis manos

-quizás hoy no debes asistir

-retira lo dicho, tengo que ir de todas maneras-yo siempre fuí algo testaruda para mis cosas, así que aunque estuviera así iría igual

nos pasamos la mañana así, en historia yo tiritaba en mi asiento, de vez en cuando me quedaba dormida junto a wander (quien se quiso sentar conmigo) gracias a dios el día de hoy teníamos que entregar un trabajo en arte, por lo que no debería pensar, en la tarde aún andaba con mi chaqueta del colegio puesta, el frío aún no se pasaba, así que le pedí a las kagamine, a tokura y a wander si podríamos conversar más al sol, mientras reíamos y todo

-hanamichi-pensé, lo había visto llegar, se había ido a conversar con unos amigos en una banca que había lejos, yo seguía tocándome la frente, cielos, estaba hirviendo pero yo tenía frío en todo el cuerpo ¿que demonios ocurría?

*en la salida*

-iba saliendo por el pasillo en donde se encontraba la sala de arte, dirigiéndome al furgón, en eso me encuentro con hanamichi

-hola anne-me saludó él

-hola...-se supone que después nos dimos un beso en la mejilla como siempre, pero esta vez como que fué un choque de mejillas 

-quiero hablar contigo-me dice él, seriamente

-bueno, pero ahora quiero hablar sola-lo dije como indirecta a las chiquillas, quienes se retiraron, mientras yo y hanamichi nos sentamos en el pasillo (que no estaba tan lleno de alumnos)

*silencio*

-sabes?...yo no puedo estar con alguien que no quiero-esa palabra hizo que mi corazón acelerara su paso, no podía llorar, por que no lo necesitaba, pero tenía miedo...por que la promesa rota podía tomar "venganza"

-....si tú lo vez así...está bien-desde ese momento no recuerdo bien nuestro diálogo, pero sí el final

-...yo...aunque nosotros ya no seamos nada quiero seguir con nuestra amistad-le dije, en toda la conversación no lo miré nunca a los ojos, sino que al suelo (como siempre)

-yo tampoco quisiera perderla-sentí que él esbozó una sonrisa, quizás él ya se sintió aliviado...yo no

-ok...que te vaya bien en la prueba de naturaleza mañana-le dije yo, esbozándole una leve sonrisa,para luego abrazarnos, sabía que ese sería el último abrazo del hananne...para luego desaparecer por siempre...al darme la vuelta, caminé en dirección al estacionamiento, ahora sí que me sentía mal

*al llegar a casa*

-hola hi...

-necesito acostarme-interrumpí a mi abuela y me fui corriendo hacia mi habitación, me acosté encima de la cama y cerré los ojos, el frío se había ido...pero fue cambiado por mucho calor, sentía que me ardía la cabeza 

*en otra parte de la casa*

-que pasó?-pregunta mi abuela, quién mira a mi hermano en busca de respuesta

-mi hermana desde esta mañana que no se sentía bien, pero quiso ir igual a la academia, no pude hacer nada para detenerla

*en mi habitación*

-sentía como mi abuela venía a verme- anne, veremos si en unas cuantas horas más estarás mejor.

-ok-pasaron las horas y la temperatura aumentaba, por un momento pensé en él, dejé salir una lágrima, pero se "evaporó" de inmediato

*18:00*

-anne, iremos al hospital, tu madre nos espera

-qué?! no!- a mí no me gustaba ir al médico, traumas de pequeña ocurrieron ahí, así que para mí no era buena opción, pero era la única alternativa, mi cuerpo ya no se movía, solo podía mover la cabeza.

llegamos al hospital, mi madre nos esperaba en la entrada a la sala de urgencias, ella lloraba, escuchaba como mi abuela y mi hermano me decían que todo estaría bien, mi corazón cada vez latía más lento, no tenía control de mi cuerpo, estaba como muerto,  recuerdo solo entrar a un pabellón, mi visión se volvía borrosa, cerré los ojos... la promesa rota cobró su venganza

 la promesa rota cobró su venganza

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