E P Í L O G O

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Drew tocaba la puerta con los nudillos casi agarrotados. Llevaba casi veinte minutos y nadie abría. Se suponía que Tate estaría cuidada por su hermano, sin embargo del otro lado solo se oía silencio.

Sólo se había demorado 10 minutos, no creía su hermano la hubiera dejado sola. Ya antes le había advertido que bajo ninguna circunstancia la chica podía quedar sola, sus sentimientos aún estaban a flor de piel, el dolor por la muerte de su prometido estaba palpable y en su estado, era capaz de hacer cualquier cosa, por eso muchos de sus compañeros se turnaban para no dejar sola a Tate.



Xavier caminaba por la calle buscando la pastilla de su protegida. -¿Cómo demonios se habían acabado?- pensó el chico. Llevaba media hora fuera de la casa y si demoraba un poco más, Tate podría despertar.

Cuando al fin encontró las pastillas regreso a casa lo más rápido que pudo. Ahí de pie, al frente de la puerta, estaba su hermano mayor, lucía preocupado y por un momento, se exaltó.

-¿Drew?- el mencionado alzó la cabeza al instante. -¿Qué haces aquí? ¿Por qué no estas dentro?

Un interruptor se acciono dentro de la cabeza de los dos jóvenes y Xavier se apresuró a abrir.

-¿Tate?- llamó el mayor con voz fuerte -Miller ¿dónde estas?

-La dejé en su habitación, durmiendo- corrieron hasta la habitación de la chica pero estaba cerrado.

-Tate, ¡abre la maldita puerta!- Drew sentía su corazón desfallecer. -No me hagas esto Tate- pensó.

Entre los dos tiraron la puerta y se quedaron de pie, helados ante la imagen que tenían enfrente.

Tate yacía en su cama rodeada de varios frascos de pastillas vacíos, fotos de Lion y ella juntos. En sus manos... un pequeño sobre blanco dirigido a Drew.

Con lágrimas en los ojos el mayor de los chicos de acercó a la chica que amaba, cogió su cuerpo entre sus brazos y lloró de impotencia al sentir su cuerpo frío... sin pulso.

-¿Qué hiciste Miller?-movía el cuerpo de la chica pero no reaccionaba.

Xavier miraba culpable la escena, si tan solo él no hubiera salido... Con cuidado se acercó a su hermano tomo el pulso de Tate y suspiro.

-Lo siento Drew- el mencionado levantó la cabeza inmediatamente- ya es demasiado tarde.

Tate estaba muerta.

Llévame contigo Where stories live. Discover now