—¿Por qué me preguntas sobre ella? ¿Quién era Cece Frey Camila? ¿Por qué estaba conmigo? —Dije entre sollozos.

—Ella, ella era… algo así como… tu mejor amiga Laur. —Alce la mirada para verla. —De ella tampoco volvimos a saber nada desde ese día —Ella comenzó a llorar —Ambas, ambas desaparecieron de nuestras vidas de la noche a la mañana y… y ahora que te encontré a ti yo… yo creí que tal vez…

—No tengo idea, Camila. Lo siento, debo ser una completa inútil para ti.

—Hey, claro que no lo eres —Dijo haciéndome mirarla —Podrías ser todo menos inútil para mi —Podía notar cada gota de honestidad en sus ojos. —Es solo que… —Miro hacia el suelo de nuevo —Hay alguien aquí que…. Estaría muy, muy feliz de saber algo sobre ella. Cualquier cosa. Incluso… —Respiro pesadamente —Incluso saber que ella esta muerta la dejaría con mas tranquilidad. —Continuo con los sollozos y a mi me partía el corazón verla llorar. Lo había hecho tantas veces frente a mi pero, era como si yo hubiera venido a la tierra a impedir eso. Entonces entendí…

—Tu dedo. —Ella alzo la vista.

—¿Qué dijiste?

—Esa marca… en tu dedo anular. —Miro su mano —Es mas clara que el resto de tu piel. ¿Estuviste comprometida Camila? —Ella me miro y sonrió.

—Si… lo estuve. Alguna vez.

—¿En serio?

—Si… de la mas hermosa persona sobre la tierra. Ella… era dulce —Ella se acercó un poco hacia mi —Linda —Otro poco —De lo mas hermosa y alguien muy inteligente —Otro poco mas —Trabajaba de periodista y era una excelente escritora. Además de hermosa era muy inteligente. La mujer mas completa que yo haya conocido en mi vida —Con cada elogio el rostro de Camila se acercaba mas al mío y yo, en ese momento perdida en sus ojos, no hacia nada para impedirlo.

—¿Qué le paso?

—Ella… ella se fue.

—¿Por qué haría eso?

—A veces las cosas no salen como quisieras Lauren.

—Yo no. Yo… —Me congele —Yo… de estar contigo, jamás. Jamás me iría. —¿Qué estaba diciendo? Camila solo sonrió aun a esa poca distancia de mi.

—Nunca digas nunca Lauren.

—¿Es ella?

—¿Quién?

—¿Cece Frey? ¿Era ella? —ahora Camila solo se echó a reír. —Hey, es muy en serio.

—No. No era ella. Conozco a quien mataría por volver a ver a Cece una vez mas pero… no, no soy yo.

—Entonces… ¿tu?

—Yo busco a alguien con… un tanto mas de tacto y… gusto por el sarcasmo que Cece.

Se acercó mas y mas hasta que pude sentir su aliento chocando con mi rostro. Lo supe. Lo haría, iba a besarme. Lo haría y yo estaría completamente loca si se lo impedía. Estábamos ya casi sin distancia alguna cuando ella comenzó a hablar de nuevo.

—Lauren… —Dijo casi como un susurro.

—Dime

—Y si esa persona… si esa chica… ¿fuera… —Y paso. No pudo ser mas preciso. Quien fuera que haya hecho sonar mi celular en ese momento no pude haber tenido un tino tan perfecto para arruinar un momento así. De inmediato Camila se alejó.

—Lo siento yo… ahmmm debo atender. —Saque el celular y me di cuenta de que era un mensaje… de Joel.

“Te extraño cada instante, cada segundo del día. Espero que te este yendo de maravilla.

Te amo.”

Nunca en mi vida había estado tan enojada e inconforme por recibir un texto así. Sentía que la sangre me hervía y de tener a Joel enfrente de mi en este momento juraría que lo golpearía mas fuerte que nunca. Luego recordé y pensé… “tal vez no haya sido el” tal vez haya sido alguna otra fuerza del mundo, mire el anillo que rodeaba mi dedo en la mano izquierda. Quizás solo era algo recordándome que Joel había sido la mejor persona que había conocido, y que tenía un claro compromiso con el. De cualquier forma aun me sentía muy fuera de mi, y lo único que quería ahora era salir de ahí.

—Creo que es hora de irnos —Dijo Camila, casi leyendo mi mente. Se levantó, como un par de cosas y me dio la mano. —Vamos, que hay mucho que hacer.

—¿Mucho que hacer? ¿Cómo que?

—Bueno… tu debes descansar y yo, aun debo de pensar en las palabras adecuadas para decirle a una madre que su hija sigue vive, y que esta mejor que nunca. —Eso último me hizo reír. Sabía que nunca podría descubrir que es lo que pasa entre ella y yo pero, al menos la tenía cerca. Y eso ahora era lo único que necesitaba. Sentirla cerca.

No logre dormir en el camino de regreso pero tampoco intercambiamos palabras. Cada una iba en el pequeño mundo de su mente viendo el camino de frente. Al llegar yo estaba tan cansada y confundida que decidí ir a dormir mientras que Camila se quedó en la planta baja de la casa, haciendo… quien sabe que cosa. No supe absolutamente nada de mi o de ella, no hasta la mañana siguiente. Cuando el olor a café y pan tostado me despertó. Hoy era el día. Hoy finalmente después de tanto tiempo vería a mis padres y hermanos de nuevo.

Mi nerviosismo era tan que son suerte lograba sostener la taza de café en mi mano. Era un total misterio lo que se vendría. Yo he vivido a base de muchos y nunca logre acostumbrarme. Toda esa mañana nos distrajimos haciendo cualquier otra cosa. Viendo un par de películas, limpiando, incluso armamos un rompecabezas. Lo que fuera para mantener nuestra mente fuera de ello. A eso de las 6 de la tarde Camila salió de la cocina y dijo…

—Es hora —Yo solo la mire y sonreí pretendiendo que no fuera la sonrisa mas falsa de la vida.

Nos subimos al auto y partimos hacia la que alguna vez fue mi casa. Nunca antes había estado tan ansiosa. Había un lápiz en el auto de Camila el cual, descarapele por completo con las uñas solo para intentar aplacar mis nervios.

—Lauren ¿quieres dejar de hacer eso? Eso no es tan fácil de quitar. Sigue así y la que lavara la tapicería de mi auto serás tu.

—Perdón, lo siento… es que… no puedo controlarme. No sabré que hacer ¿Qué se supone que diré?

—¿Hola familia? —Ella rio irónica

—Esto es en serio Cabello.

—Tranquila tranquila. Calma. Haremos esto… iremos allá y tu me esperaras en el auto. Yo entrare con ellos orando porque estén todos juntos como acostumbran y… ya me las arreglare para decirles. Solo y SOLO hasta que las cosas se calmen un poco con la familia y no me crean un desquiciada, tu entraras. Te enviare un mensaje para que bajes del auto ¿te parece?

—Bueno… yo no tengo un plan mejor. —Ella puso su mano sobre mi pierna de nuevo y una vez más sentí que cualquier miedo dentro de mi persona se desvanecía. No me dio tiempo de nada mas cuando Camila detuvo el auto y me quedo mirando.

—Bien… ¿lista? —Negué con la cabeza —Tampoco yo.

-

Vi como ella salió del auto y fue recibida por la mujer de las fotografías, mis ojos casi se vuelven fuentes de llanto una vez mas pero tenía que controlarme. Estuve escondida en el auto por unos 15 minutos cuando mi celular sonó indicando que tenia un nuevo mensaje.

“Bienvenida a casa Lauren, será mejor que vengas ya antes de que les de otro infarto. E aquí tu familia, lo que tanto querias… y están esperando por ti.”

A prueba.Where stories live. Discover now