—Así que, ¿Qué de tanto hablaste con ese tal Liam? —inquirí cuando Grace entró a mi habitación. Cerró la puerta silenciosamente y fue hacia la cama sentándose en una esquina.
—Es Kian —corrigió guiando su mirada hacia la pared. —Y sólo charlamos un poco, nada del otro mundo.
Yo estaba acostado en la cama pero al ver que no estaba dispuesta a entrar en más detalles me senté y me acerqué a ella quedando frente a frente. Grace me sonrió y sujetó mis manos entre las suyas.
—Cam, sabes que sólo tengo ojos para ti —recordó sin soltar mis manos. Me miró fijamente a los ojos. —Y hablamos de ti, él se acercó a mí al verme sola —me moví incómodamente aclarándome la garganta. Grace suspiró. —Se presentó y le dije mi nombre pero después le dije que te estaba buscando y me preguntó acerca de cuánto tiempo llevábamos juntos y en eso llegaste.
—Oh.
— ¿Te pusiste celoso? —enarcó una ceja mirándome con burla. Me solté de su agarre y me puse de pie.
—No, es sólo, me dio curiosidad, es como si tú me vieras hablando con una chica atractiva —recriminé haciendo que soltará una carcajada. —Y que yo le estuviera siguiendo el coqueteo.
— ¿Coqueteo? Yo jamás estuve coqueteando con Kian, ¡por supuesto que no! Diablos Cam, ¿por qué piensas eso?
—Fue más que obvio que ese cabrón te quería llevar a su cama y acostarse contigo Grace, ya sé que le dijiste que tienes novio pero eso no le importaría al cabrón —escupí comenzando a caminar por el cuarto. No quería hacerle una escena, no quería discutir con ella pero esta era la segunda vez que me lo hacía.
—Yo sólo tengo ojos para ti Cameron...
— ¿Y qué pasó con el moreno? Cuando salimos a comer y tú junto con Tamara estaban con aquél sujeto.
— ¿Y qué pasó con Tamara Cameron? Aquella chica te veía con lujuria y tú le correspondías eso y.... —la interrumpí inmediatamente ya que Chase estaba en su habitación y no quería armar malentendidos además, me molestaba la idea de que Grace creyera que alguna vez quise algo con Tamara.
— ¿Tamara? Joder Grace, siempre la he visto como una amiga, yo nunca estuve siguiéndole el juego del coqueteo, no como tú Grace —me pasé las manos por el cabello claramente irritado ante aquella estúpida pelea. —No puedo dejarte sola ni un maldito minuto Grace, porque luego apareces con un chico diferente y...
— ¡Cállate ya! Ya no quiero seguir discutiendo Cameron —no me había dado cuenta que Grace había comenzado a llorar. Al ver que la veía se limpió las lágrimas de golpe, recogió su bolso y se puso sus tenis.
— ¿A dónde vas? —Grace me ignoró y salió de la habitación haciendo que fuera por ella y la tomara del brazo evitando que saliera del departamento. —Grace, son las tres de la madrugada.
—Tomaré un taxi —intentó zafarse de mi agarre pero no lo logró.
—Ya no hay taxis.
—Un uber.
—Grace...
—Oh a Ashton, no sé, yo puedo irme sola —su voz se quebró nuevamente y se cubrió su rostro con su mano libre. —Lo siento, ¿sí? Nunca quise hacerte enojar ni ponerte celoso.
—También lo siento Grace, perdón —la solté de mi agarre haciendo las cosas menos tensas. Tomé entre mis manos su bello rostro y besé delicadamente sus labios. —No quiero perderte, no quiero que me dejes —admití recordando lo de mi antigua novia.
