—Así que, Chase y Tamara son pareja ¿no es así? —inquirió Grace dándole un sorbo a su chocolate caliente sin apartar sus pequeños ojos de mí. Asentí pero luego negué haciendo que frunciera el ceño.
—Bueno, solo han salido, pero nada de besos ni sexo, solo como amigos pero se coquetean mucho y bueno, podría decirse que están a pocos pasos de tener sexo —expliqué sin mucho ánimo. Desde que conoció a Tamara aquel día que yo estaba con ella ya no paso tiempo con Chase, llegamos de la escuela e inmediatamente se va con Tamara e incluso a veces no llega porque la chica de mechas moradas se lleva a mi mejor amigo.
— ¿Te gusta Tamara? —preguntó de la nada. Esta vez agachó la mirada hacia su taza.
La pregunta me tomó desprevenido. Miré a Grace quien tenía la mirada perdida en su chocolate caliente pero su rostro reflejaba la curiosidad que sentía. Tamara ha sido una gran persona conmigo, muy mal hablada por cierto pero eso no me importa, no llevamos mucho tiempo de conocernos pero se ha ganado un increíble afecto por mi parte.
—Vaya —comentó al ver que no respondía. No sabía que decir, intenté articular una respuesta pero fue en vano. Entonces Grace se levantó de la mesa de una manera brusca. —Será mejor que me vaya.
—Grace, no, lo siento, no te vayas, hablemos —dije rápidamente corriendo hacia ella evitando que se fuera.
— ¿Hablar? ¿De qué quieres que hablemos Cameron? —sus ojos comenzaron a cristalizarse haciéndome sentir mal, muy mal. —Sabía que sentías algo por Tamara, pero tenía que escucharlo de ti.
Me apartó de golpe para intentar abrir la puerta del departamento, al ver eso me interpuso nuevamente haciendo que la puerta se cerrara estrepitosamente. Grace emitió un chillido de desesperación.
—Déjame ir Cameron —masculló con su voz entrecortada.
—Es que no entiendes Grace —me miró incrédula pero no dijo nada. Me estaba dejando hablar. —Tamara es sexy, es muy sexy aquella chica y es una gran amiga para mí —una lágrima resbaló por su mejilla haciendo que se la secara con mi pulgar, pensé que se alejaría pero no lo hizo. Se quedó esperando a que continuara hablando. —Ella es la clase de chica con la que quiero mantener una relación de amistad, pero tú —la tomé de sus pequeñas manos haciendo que me mirara directamente a los ojos. —Eres la clase de chica con la que quiero salir y ser algo más que amigos —solté de la nada sintiendo un silencio incómodo por lo cual proseguí para tratar de ocultarlo. —Tú me dijiste que teníamos que conocernos mejor, que no querías ir tan rápido y yo acepté Grace, pero Tamara entró a mi vida y veo que te sentiste amenazada —al decir eso, la castaña apartó la mirada. —Pero déjame decirte que tú eres la chica de quien estoy enamorado Grace yo...
Grace tomó de mi cuello jalándome hacia ella, cuando nuestros labios chocaron me di cuenta de cuanto la necesitaba. Grace envolvió sus manos en mi cuello y yo en su pequeña cintura atrayéndola más a mí.
—Tu eres el chico con quien quiero estar —respondió separándose de mis labios. —Siendo más que amigos —sonreí ante aquella referencia a lo que había dicho anteriormente. La atraje hacia mí besándola nuevamente.
— ¿Así que ya somos más que amigos? —pregunté mientras tomaba algo de aire después de aquel largo beso.
—Más que amigos —se me erizó la piel al sentir los labios de Grace sobre mi cuello. Cerré los ojos sintiéndome presa de sus suaves carisias. Gemí involuntariamente haciendo que la castaña sonriera.
—Grace...
—Gracias por tenerme paciencia Cam —musitó cerca de mi cuello haciendo que me recorriera un escalofrío. —Si hubieras sido alguien más me hubiera mandado a la fregada —añadió para después elevar mi camisa. Grace comenzó a besar mi pecho haciéndome pegar un brinquito de sorpresa. —Tengo tanta suerte de tenerte —ronroneó haciendo que mis piernas flanquearan. Tuve que recargarme en la pared cuando comenzó a bajar sus besos hacia mi abdomen, casi llegando a mi ingle.
