—No parecía molestarte hace rato.

           —Vete al diablo, Chase —y dicho eso salió del aula, aquella había sido su última clase del día.

           No tenía ganas de darle explicaciones a su compañera de cuarto, así que optó por ir a un lugar apartado del campus y allí fue donde se sentó, no había muchos alumnos ya que la mayoría se dirigía a sus residencias a cambiarse, otros iban a las canchas o clubes, por ende el campus estaba casi vacío. Sav se dio la libertad de esconder su cabeza entre sus piernas y dejar escapar algunas silenciosas lágrimas. ¿Estaba haciendo bien? Sus sentimientos eran confusos, no sabía si seguir en pie con su punto, o ceder para no perderlo. Pero si lo hacía, ¿no sería peor ilusionarse para luego caer?

           — ¿Qué te sucede? —Cuestionó la familiar voz de Arthur.

           —Arthur... —fue la única respuesta que dio la muchacha antes de levantarse y rodear el cuello ajeno en su abrazo, las lágrimas seguían saliendo.

           — ¿Por qué lloras? —Cuestionó el rubio, su diestra estaba posada en la espalda de la chica, acariciando esta en círculos en un intento por calmarla.

           —Chase se besó con una tal Evelyn —respondió como pudo, Arthur la miraba sorprendido, para luego cambiar su expresión a una de confusión, no entendía el problema hasta que la más baja le explicó—: Ya sabes cómo nos tratamos él y yo, creo que me gusta.

           —Ven, pequeña —musitó él, atrayéndola a su pecho para abrazarla—. No llores, Chase es uno de mis mejores amigos, pero eso no cambia el que te haya hecho daño, no debes llorar.

           —Gracias... —murmuró la más baja, sus lágrimas seguían fluyendo como un río por sus mejillas ahora enrojecidas—, pero no lo puedo evitar.

           Pasaron media hora juntos, ella le contaba cada pequeño detalle de lo que sentía, él escuchaba con atención y daba consejos, también la abrazaba para consolarla. Cuando la chica estuvo más calmada comenzaron a bromear un poco, riendo ambos. Después de mucha plática decidieron que lo mejor sería subir a donde estaban sus amigos, en la habitación del rubio, Sav estaba un tanto nerviosa por ver al inglés.

           —No estés nerviosa, yo estaré contigo.

           La castaña tomó una profunda respiración, secó sus manos en el jean que llevaba puesto ya que había vuelto a secar sus lágrimas, forzó una sonrisa y entró. Allí estaban todos, exceptuando a Chase, como siempre todos jugaban y bromeaban ente si, Arthur y Sav no tardaron en unirse y minutos más tarde decidieron ver una película. En el transcurso de esta, la pelinegra dejaba reposar su cabeza en el hombro de Tom, este sólo la abrazó hasta que culminó la película.

           —Que buena película —comentó Brandon a la vez que se levantaba del suelo, casi todos estaban sentados allí.

           —Sobre todo para Savannah, estuvo toda la película abrazando a Tom —añadió Cristian en forma de broma haciéndolos reír a todos.

           —Sólo están celosos —alardeó el castaño antes de depositar un beso en la mejilla de la más baja.

           Las pequeñas burlas por parte de todos no se hicieron esperar, estaban riendo cuando alguien abrió la puerta. Chase.

           —Ya tengo que irme —dijo Savannah tras unos minutos levantándose del sofá, ganándose una mirada confusa por parte de todos—. Hablamos luego, Tom —besó la mejilla del muchacho y después la de Arthur, para después salir de allí.

Pase lo que pase.  [COMPLETA] #PGP2018Where stories live. Discover now