ZaDr

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Aquel día Dib decidió no salir, no hablar con nadie, no mirar a nadie, no respirar el mismo aire con nadie, tomar la nave mas cercana a su casa e ir al espacio y perderse en el mismo.

Tal vez con un poco de suerte llegaría a un planeta lejano lleno de pequeñas cositas peluditas amigables, las  cuales al verlo llegar notarían su grandeza, le darían sus riquezas y lo comprometerían con una hermosa alienígena mitad conejo y tendría muchos, muchos, muchísimos descendientes y algún día llegaría a la tierra y vería a Zim sufriendo cómo un humano promedió, casado con una alienígena gorda que se la pasaba echada en un sillón viendo la televisión, mientras Zim trabajaba para mantener a sus doce smeet's, todos universitarios.

Y cuando viese Zim su gran y fornido cuerpo y todo lo que había logrado se arrepentiría de haber elegido a Tak y no a él, e incluso le pediría de rodillas que lo amará.

Cada parte se su retorcido plan pasaba por su cabeza, repitiéndose una y otra vez, se tumbó en su cama con sonrisa triunfal y de repente recordó lo ultimo.

*sonido de arpón*

"Se arrepentiría de haber elegido a Tak y no a él, e incluso le pediría de rodillas que lo amará"

¡¿Que demonios le pasaba?!, sin duda no podía pensar en eso.

—No, no, no.... ¡NOOOOOO!—

Tomó la almohada mas cercana y comenzó a pegarse repetidas veces en el rostro

—¡Estúpido Dib Membrana!, ¡Por que el! ¡Ghaaaaa!—

Se dio un derechazo con la almohada y calló de cara al suelo con el trasero levantado, balbuceando tonterías por el golpe que se había dado, fue una suerte que se hubiese quitado los lentes antes.

Se estaba volviendo loco, ahora le pondrían una camisa de fuerza y lo encerrarían en la habitación mas lejana, le lanzarían crayolas de vez en cuando con las cuales llenaría las paredes con dibujos de Zim deformes y mal elaborados.

¡Basta!, se estaba poniendo histérico, halo sus cabellos con nerviosismo y se hecho contra la orilla de la cama, con la cabeza mirando al techo y la boca completamente abierta, y así se quedó un largo rato cómo retrasado, hasta que de pronto escuchó musica y risas que provenían de la planta baja, se paró rápidamente y pegó su oreja a la puerta...

¡Era Gaz!

Gaz estaba riendo, ella no se reía amenos que el rodara por las escaleras cómo la ultima vez, pero si el se encontraba intacto entonces que.

Se apego a la puerta aun mas, tratando de descifrar de quien provenía la segunda risa...

—¡Santos baticalzoncillos batman!, ¡Esa es Tak! ¡Por plutón!—

Abrió la puerta decidido a enfrentarla y soltarle toda la bola de emociones amargas que sentía ahora, pero se detuvo, observó cómo ambas bailaban sonriendo y dejándose llevar cómo si de dos amantes buscando libertad se trataran, sonrió enternecido y feliz por Gaz, mejor dio media vuelta dando una ultima mirada y apreciando cómo ambas caían en la alfombra riendo, y así con esa ultima imagen regreso a su habitación y cerró la puerta con llave.

Ver aquello lo relajó, no las molestaría ni mucho menos, mejor vería algunos cuantos capítulos de "Misterios Misteriosos" , se colocó los cascos y los conectó a su portátil mientras buscaba en la red aquellos vídeos, se acurrucó entre las sabanas y comenzó a verlos un largo rato, pronto calló completamente dormido.

(...)

La musica ya no se escuchaba, las risas habían cesado y ahora la casa era silenciosa, dormir era lo mejor que podía hacer en esos momentos

You Are Zim! [ZaDr] (TaGr) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora