Capitulo Cinco: <Café en Holland Road>

2.5K 174 27
                                    

Caminó lentamente hacia la puerta, en realidad no sabía si se acercaba en cámara lenta o si así era como lo vi. Digno actor, con su cabello hacia un costado, brazos descubiertos dejando a la vista sus tatuajes, un jean oscuro ceñido, un sombrero negro y una remera blanca con estampados extraños. Lucía tan… ÉL.

Abrió la puerta del local, dejándome pasar y dirigiéndome a la mesa.

─ Por un momento creí que ibas a salir corriendo─ Dijo en forma de broma, lanzando una carcajada a la cual me uní, tratando de disimular que realmente estaba por hacer lo que dijo.

─ Para serte sincera. Estoy tan nerviosa en este momento.

Estábamos sentados en un lugar apartado de la entrada, el lugar era pequeño pero acogedor, no había demasiadas personas y supuse que era lo que él quería, para que no lo acecharan los fotógrafos.

Luego de mi comentario él se inclinó hacia adelante y tocó mi brazo.

─ No te preocupes, no muerdo─ Dijo entre carcajadas a las cuales me uní.

─ No es por eso…

─ ¿Entonces? ─ Indagó.

─ Tengo que mi novio sepa que estoy contigo en este café. ─ Dije manteniéndome seria, él cambió su cara y preguntó.

─ ¿Cómo se llama tu novio?

─ Jace Lightwood…Wayland…Herondale... ─ Y ahora si comenzó a reír nuevamente.

─ No te preocupes Summer. Él no sabrá nada.

Hablamos de cosas triviales y estuve cautivada por aquel hombre. Sus ademanes, su profunda voz, de vez en cuando se pasaban la mano por el cabello.

─ Creo que nos olvidamos por completo de pedir algo. ¿Qué deseas?

Tomé el pequeño menú que había y él también lo hizo. Hice una recorrida por la vista y había cosas realmente apetecibles pero no podía arruinar esta salida, por ende solo tomaría un té y un poco de fruta.

El mozo se acercó y tomó nuestro pedido. Él pidió un capuccino, con una porción de pastel con frutos rojos.

─ No me digas que eres de las que se cuidan constantemente en las comidas. ─ Dijo levantando una ceja, ese gesto había sido totalmente sexi.

─ ¡Ay no! Solo que no puedo pedir mucho de lo que hay en este menú. No es por verme delgada, solo que Allan me prohibió que comiera ciertas cosas por noventa días. Es frustrante. De lo contrario habría pedido pastel de chocolate y nueces. Es mi favorito.

 ─ Creo que es el momento de las preguntas sin sentido. ─ Dijo apoyando los codos en la mesa, inclinándose adelante y dándome una sonrisa.

─ Empieza tu.

Se tocó la barbilla y frunció los labios, dándome a entender que estaba pensando.

─ ¿Qué fue lo más loco que has hecho?

─ Yo creo que escaparme de mi casa.

─Vamos… Todos nos hemos escapado de nuestras casas.

─ Digo…. escaparme de Kingston upon Hull y venir hacia Londres con poco dinero  y sin un lugar para vivir.

 ─ Eso si es realmente loco. ¿Sola?

¿Cómo no me había planteado que contarle lo de mi escape llevaría a que le cuente con quién? Todo venía realmente bien hasta ahora. No quería decirle que con la persona que me había escapado, me había dejado sola, con las maletas en la mano a un par de cuadras de aquí, en Holland Road.

Mi cabeza comenzó a maquinar a mil y sentí ese ardor en el estómago que tanto quería evitar. Junté mis manos bajo la mesa y comencé a mover los pies, nerviosa.

─ No hace falta que me respondas, si no te sientes cómoda, lo entenderé. ─ Dijo llevando su mano bajo la mesa y acariciando mis dedos. Entonces fue algo realmente extraño porque recorrió alivio por mi cuerpo, le esbocé una sonrisa y agaché la mirada.

Tomo mi barbilla e hizo que levantara la cabeza.

 ─ Tienes bonitos ojos, si agachas la cabeza que no los puedo ver.

Reí sinceramente y recibí el té y las frutas que el mozo colocó en la mesa. Al principio comíamos en silencio. Algo que me incomodó mucho.

─ ¿Me contarías algo tuyo que no sepa?

─Mmm. Déjame pensar. Mi primer guitarra se llamó Cassy**

─Eso es algo que realmente no conocía.

Observé sus dedos tatuados y me pareció algo realmente fascinante. Siempre quise uno.

─ Me los hice hace un par de años, en los dedos duelen mucho─ Dijo frotándose los dedos y vi que llevaba el anillo que usó en la película. (El de la W)

─ Siempre quise uno… Son muy lindos. Pero no sabría que tatuarme.

Y así pasó una hora, hablando de muchísimas cosas, él era un chico realmente interesante, con los que se podía hablar hasta el amanecer y más… Con el que se podría hablar toda una vida..

No sabíamos en qué momento, pero la noche ya había llegado, estar sumidos en una conversación hacía que uno perdiera la noción del tiempo. Había sido una bonita tarde.

─ Creo que ya es tarde. Debería irme a casa. ─ Dije sacando dinero de mi bolso para pagar mi parte.

─ ¿Qué clase de hombre sería si te hago pagar? ─ Cuestiono frunciendo el ceño pero riendo.

─ Quiero hacerlo… No tengo problema.

Y luego de una pequeña discusión, terminé derrotada, guardando el dinero nuevamente en el bolso.

─Vamos, te llevo a tu departamento. ─ Dijo abriendo la puerta del café y tomando mi mano para ir a su auto. ─ A unos metros de aquí, casi te atropello. Me sentía apenado por haberte tirado en el cine. Y me tardo un momento darme cuenta que eras la chica del libro. Que noche aquella, creo que fue una de las cosas más raras que viví.

─Que noche, en verdad lo siento muchísimo. ─ Dije apenada y observando a lo lejos, tratando de que ese lugar el cual tanto recuerdo, no esté a mi vista.

─Debo admitir que me asusté mucho. ─ Luego abrió la puerta del acompañante, haciendo que entrara al auto, el cual era muy lujoso y lindo. Me sentía emocionada por estar en un carro así. Rodeó el mismo y se subió.

Sentí un poco de frío en el auto, haciendo que me abrazara a mi misma.

─Lo había olvidado por completo. ─ Echo su mano hacia los asientos de atrás y tomó mi chaqueta. ─La cuidé muy bien…

─No lo dudo.

Don’t Stop Me now comenzó a sonar en su auto, llenando el ambiente de alegría… Comenzamos a cantar los dos a coro, disfrutando la composición de Freddie Mercury, sintiendo cada estrofa que cantábamos, riendo y haciéndome olvidar por un momento que estaba en Holland Road, a la altura del abandono.

Lo vi y me estaba mirando. Ambos compartimos sonrisas por un momento y al finalizar la canción, se sintió una especie de vacío, pero no le dimos importancia, porque ya habíamos llegado al destino.

________________________

Hola, primero aclaro que lo del nombre de la guitarra lo inventé. Me puse un máximo de mil palabras por capítulo, y estoy escribiendo muchisimo. Por ahora todo viene bien en la novela... Pero más adelante se pondrán las cosas mas turbias. Confesiones, recaídas,  engaños y demás. Tiempo al tiempo. 

Gracias por leer. Comenten -si quieren- y voten -también si quieren- 

Besos.

Holland Road &lt;Jamie Campbell Bower&gt;Where stories live. Discover now