Capítulo 24

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Los pasos acelerados de Marinette eran receptibles en la residencia de aquellos diez ocurrentes chicos, ella perseguía a cierto rubio oji-esmeralda a lo largo de los pasillos de aquella monumental mansión.

-¡Adrien, tenemos que hablar y los sabes!- exclamaba la azabache, ya habían transcurrido varias semanas luego de aquel beso dado bajo el muérdago. Desde aquel día, el par de jóvenes no se habían hablado o siquiera dirijido la palabra.

-No hay nada de que hablar, Marinette, ya te lo dije, es un beso que nunca debió pasar- dijo Adrien manteniendo su orgullo intacto.

Lo que tiene de guapo, lo tiene de orgulloso...

Pensaba la azabache.

-Adrien, tu y yo sabemos que las cosas no son así, ambos en el fondo queríamos que ese beso ocurriera- habló la azabache.

-Habla por ti, Marinette, yo no quería que eso ocurríera para así, ahorrarnos esta estúpida discusión.

-¿Estúpida? ¿Eso es lo que crees? ¿¡Que mis sentimientos hacia ti son estúpidos!?- exclamó la oji-azul . El rubio enmudeció- ¡Contéstame, Agreste!

El rubio negó con la cabeza.

-Marinette, no he dicho eso...

-¡Eso fue exactamente lo que quisiste decir!

-¡No!- alzó la voz -¡Lo que quise decir fue que no estoy listo! ¡No estoy listo para olvidar!

-¿¡Olvidar que!?- gritó Cheng al borde de las lágrimas, los 8 jovenes restantes comenzaron a llegar uno por uno al notar aquella fuerte discusión.

-¡Olvidar a otra persona de la que estuve enamorado! ¡Eso a ti no te incumbe!- espetó Agreste.

-¡Claro que si me incumbe!

-¡Claro que no! ¿¡Por que será que te incumbe según tu?!

-¡Por que te amo!- ¡boom! La bomba explotó, el rubio miró a la azabache estupefacto- ¡Te amo y tu bien lo sabes desde antes! ¡Solo que eres lo suficientemente idiota como para ignorarlo y covencerte de que era una ilusión o espejísmo! ¡Pero no, Adrien, estabas mal, mis sentimientos son tan reales como tu o como yo! ¡Me incumbe por que te amo y me preocupo por ti!- las lágrimas empapaban las mejillas de la azabache.

-Marinette... Yo... No sabía...

-¡Claro es que tu nunca sabes nada!

-¡Oyeme no, así no es el asunto! ¡Lo estas entiendo todo mal!

-¿¡Ah si?!

-¡Si!

-¡Pues entonces explícame, Adrien! ¡Por que de otra forma no puedo entender cual es tu odio hacía mi! ¿¡Por que me odias tanto!?

-¡No digas eso, yo no te odio!

-¡Entonces por que me haces esto! ¿¡Por que nos haces esto!?

-¡Por que también te amo y quiero protegerte!

-¿Que?- Marinette se congelo.

-Yo también te amo, pero quiero protegerte de todos, y mucho mas de mi mismo. Marinette, antes de conocerte amaba a otra persona, no me correspondía pero la amaba, luego apareciste tu, con tu lealtad, ternura y una torpeza única- Rió un poco recordando los mas de 3 accidentes provocados por ella -pero, entiende, aquella persona sigue siendo parte importante de mi vida, y no quiero romper tu corazón o herirte, jamás me lo perdonaría...- hablo Adrien.

-Oh, Adrien, nunca me lastimarías- Tomó las manos del rubio con timidez -Si tu eres feliz, yo lo soy también, estes con quien estes. Te amo muchísimo, mi Adrien.

Adrien sonrió acortando la poca distancia que había de por medio.

Se besaban con tanto amor que empalagaba solo verlos.

-¿Adrinette?- habló el hermano mayor del rubio, cierto peliblanco.

La reciente pareja se miró entre si.

-¡Adrinette!- Exclamaron al unisono.

Todos lo celebraron con unas risas.

-¡Bajo el mismo shipp!- Exclamaron las hermanas de la azabache, Anna y Elsa.









El internado (Jelsa, Adrinette, Mericcup, Kristanna) (ES UNA HISTORIA VIEJA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora