Cronicas Elementales: El Inicio

Desesperacion

Me puse de pie lentamente. Todo mi cuerpo vibraba al son del dolor. Los hechos iban hilandose poco a poco en mi mente, dandole sentido a cada misterio. Las lagrimas quemaban mi piel y caian impunes, prueba de las laceraciones que mi alma habia sufrido.

Sean se apartó bruscamente de Winter y la miro con asco. Pero no significaba nada para mi ya, todo lo que era él, olia a mentira.

-¡Alejate de mi! Te pedi que no la tortures, te pedi que hagas solo lo que tenias que hacer sin lastimarla. ¡Esto ya es suficiente! -le gritó.

-Amor, ¿Por que no le cuentas lo que has hecho? -se relamió Winter. El hizo oidos sordos y se encaminó hacia donde yo estaba pero ella lo tiro al suelo moviendo tan solo un dedo, unos finos hilos de agua recorrieron la corta distancia que los separaba, enredandose en los pies de Sean.

-¡Dejame! -le grito.

-Es tiempo de que ella sepa realmente quien eres -retomó Winter. -Te contaré una pequeña historia, India. 

Tenia que dejarla hablar. Eso me daria tiempo, me ayudaria a pensar. Nichi y Hawa aun no habian aparecido, lo que me parecio extraño. Quizas era por culpa de Zoe. Probablemente ella fuera discipula de los druidas oscuros. Estaba quemando unas raices salpicadas con algun liquido, espesando el aire, desparramando las cenizas por todos lados. Tenia que pensar rapido, ¿que opciones tenia?

-Tenia que asegurarme tu participacion en esto. -continuó Winter. -Te he estado siguiendo desde el dia en el que naciste, cuando supe que eras una niña, vi mi plan de escape. Tu madre no funcionaba bien con su poder, lo rechazaba. Y no habia nada que yo pudiera hacer para activarla. Estaba completamente bloqueada. Cuando te tuvo, supe que habia solo una manera de continuar. Tuve que esperar, claro esta. Perfeccionar mi plan, para que luego no hubiera imprevistos. Asegurarme que tu tenias los mismos poderes que ella.  Fui yo quien te mostro como la maté. Que facil que fue para mi acabar con su vida. Cuanto lo disfrute... 

-¿Que tiene que ver él exactamente? -Debia controlar el dolor, la ira. Me estaba provocando, hablando asi de mi madre... Cerre los ojos y respire profundo. Aun no, me dije, aun no.

-Oh, pobre niña... ¿A que es duro el desamor, no? -se burló sarcasticamente. -Sean es el hermano de Zoe, nuestra druida personal. Ellos tienen un deber para con nosotras, y él debe obedecer. Sus ordenes eran mantenerse cerca de ti, infiltrarse. El debia guiarte ciegamente hasta aqui. Y debia mantenerme informada. Lo hizo todo al pie de la letra. Dijo que le fue facil, no le tomo mucho tiempo que te abrieras de pier...

-¡CALLATE! -rugió Sean, tempestivamente, iracundo. -¡India, yo te amo! ¡Te lo juro! ¡Tuve que hacer esto, de otra forma, habrian matado a tu padre o a tu hermano! Al principio solo intente cumplir lo que me ordenaron, pero me fue imposible no enamorarme de ti... -su rostro parecia sufrir, lloraba debilmente, quizas forzando la actuacion. No creia ni una sola palabra. Eran puro veneno. -Quise dejarlo, quise abrirme, pero me dijeron que si lo hacia, que si te contaba la verdad, matarian a tu familia... Yo no tenia nada que perder, mas que a ti, pero tu tenias mucho mas... No podia hacerte eso... Lo siento mi amor, te juro que lo siento. ¡Tienes que creerme!

-Tu... tu... -me costaba dirigirme a él. Me costaba hablarle, buscar los adjetivos propios de la situacion. Nada podia explicarlo exacto. Nada. -No eres mas que un fantasma. No eres mas que carroña. Eres un patetico manipulador...

-¿Ves querido? Te dije que no comprenderia, ella no sabe compartir como yo -prosiguió Winter, guiñando un ojo. -Como sea, el hecho de que te hayas "enamorado" de Sean vino como anillo al dedo, asi seria mucho mas facil que el te trajera hasta aqui. Y tu niña tonta nunca sospechaste, ¡Incluso creiste esa historia sobre su "hermana"!