Triste historia

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Estuvimos jugando toda la tarde. Todos estabamos un poco cansados porque habiamos dormido muy poco en el viaje, pero ese lugar era magico, renovaba los aires y la sensacion de paraiso nos hacia desear estar despiertos para siempre. Cuando ya iba atardeciendo, Ayla, Alex y Bastian se disculparon y fueron a bañarse para prepararse para la fogata de bienvenida. Sean y yo decidimos quedarnos un poco mas, aun estabamos disfrutando del mar. Al verlo a la bella luz del crepusculo, no podia evitar sentir que lo amaba aun mas. Este imponente ser me era correspondido, estabamos enlazados a un nivel extraordinario. Lo sabia porque mi corazon me lo decia. Tenia tatuado su nombre en el.

-¿En que piensas? -me preguntó, quitando un mechon de pelo de mi rostro.

-En ti.

-¿Y que piensas de mi?

-Pienso que eres perfecto y que no logro entender aun como alguien como tu puede estar conmigo... Siento que eres por lejos lo mejor que me ha pasado -le respondi sonrojada, acurrucandome en su pecho.

Él se tensó ante mi respuesta, y me retiro un poco para poder observarme.

-India, yo no soy ni por asomo perfecto y soy yo el que no entiende como me has elegido, pero aun asi, soy feliz. Haces que me sienta una mejor persona, haces que sienta que puedo redimirme del mal hecho...

Me encantaba lo que me estaba diciendo, pero algo en ello llamo mi atencion. ¿Por que hablaba de "el mal hecho"? ¿Por que Sean necesitaria redencion alguna? ¿Acaso era eso lo que tanto me ocultaba? ¿Habia sido él una mala persona?

No importaron las respuestas, ya que él tardó un suspiro en besarme. Y todo el mundo desaparecia con ello. Sin darnos cuenta nos fuimos adentrando en el mar, al punto que la orilla se veia bastante lejos. Me aleje un poco de sus labios y me vi presa de la desesperacion.

-Oh no, estamos lejos...-dije preocupada y nerviosa.

-Tranquila mi amor, no te pasara nada -Sean intentaba calmarme pero por primera vez no estaba funcionando.

-Quiero volver, no me gusta estar tan distanciada...

-Inda, vamos mirame -tomó mi rostro con sus manos y me obligo a mirarlo -estas conmigo y nada susederá.

-Pero Sean...

No me dejo terminar y me estampo un beso urgente. Como las veces anteriores, mi cuerpo reaccionó apagando mi cerebro, atandome a él enredando mis piernas en su cintura. Sean me sostuvo sin problemas y me aplasto contra su cuerpo. No necesitabamos decir nada, nuestras almas sabian lo que querian. Y asi las dejamos ser.

Era el escenario perfecto, el mar, el ocaso, nosotros solos con la inmesidad. La vida era hermosa, y yo queria aprovecharla. Intenté guiarlo hacia mis deseos, intente que Sean me siguiera, aceptando mis instintos mas bajos. Pero asi como la lógica había desaparecido de mi mente, hizo presencia en la suya.

-Amor, espera... -me dijo entre besos.

No quise escuchar, no quise esperar. Urgí mi beso, hasta convertirlo en necesidad.

-India por favor, espera -me dijo nervioso. Me retiro suavemente y me miro apenado.

-¿Que pasa Sean? ¿Cual es el problema? -le pregunté un tanto frustrada.

-Se donde podemos terminar si seguimos con esto, y si es asi, no creo ser capaz de parar en ningun momento -me dijo.

-Pues lo se, y no quiero que pares -le contesté seductoramente.

-No lo quieres ahora, pero tengo la sensacion de que despues te arrepentiras. Yo quiero que esto sea especial, quiero que sea algo que quede en nosotros para siempre... -me replico tiernamente.

Cronicas Elementales: El InicioWhere stories live. Discover now