La cascada

6K 111 7
                                    

Estuvimos acostados un largo rato. Tanto, que casi empezaba a amanecer. Me sentia muy a gusto, deseaba que el tiempo se detuviera alli mismo, y no tuvieramos que ir a ningun lado. Era perfecto de esta manera.

-Creo que debemos volver -me dijo. Yo lo miré, apenada. -Lo se, yo tampoco quiero irme, pero debemos hacerlo, nos van a regañar.

-Sean Boss, ¿le tienes miedo a un par de maestros? -le reté burlonamente.

-Claro que no. -me dijo haciendose el ofendido.

-Pues yo creo que si -insisti.

-¿Que apuestas? -esto se estaba poniendo divertido.

-Lo que tú quieras -le contesté, atrevida.

-Bien, pues, ahora nos vamos de aqui, pero te llevaré a pasar el dia a otro lugar, no sin antes claro, cubrir nuestras espaldas. Como que te sientas impaciente en algun momento, ya veras lo que te espera -me estaba provocando, y me encantaba.

-Asi no tiene gracia. Vamos, hagamosle creer a los profesores que vamos con ellos, y tu sigueme el plan, ¿esta bien?

Él acepto, tomó los remos y emprendió el regreso. En el camino, ibamos pensando en voz alta, diferentes prendas para el que perdiera la apuesta. Terminamos acordando algo bastante simple. Si él perdia, seria mi esclavo todo un dia, y si yo perdia, pasaba lo mismo. Estaba deseosa de su derrota, no tenia idea de lo que le tenia planeado. Sonreí maliciosa ante el pensamiento.

-No te regodees tanto, seras tu la que perderá. No eres muy buena actriz, ¿sabias? -se mofó.

-Tu no eres un nominado al Oscar tampoco, querido. No te ilusiones, puedo ser muy competitiva. -le respondí y guiñé un ojo.

Nos bajamos del bote y caminamos abrazados. El calor de su cuerpo era tentador, podia sentir como se conectaba con el mio, como embriagaba mis musculos. Si prestaba un poco de atencion, los latidos de su corazón me hacian desear tocar su pecho, y quien sabe donde terminaria...

-Hasta dentro de un rato, hermosa -me despidió, ya en la puerta de mi cabaña. -Descansa un poco, y preparate, que nos espera un dia para nosotros solos.

Cronicas Elementales: El InicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora