Louis, dame un chicle.

51 // día de confesiones II

En la entrada del cine con Harry y Zayn; horas 6:46 PM...

— Okey, repasemos el show antes de entrar.

— Bien —contestó Harry, aún nervioso.

¿Qué le diría exactamente?

¿Siempre me has gustado Louis, fui un cobarde al no decírtelo, así que ven escápate conmigo donde nadie nos vea?

Rió bajito por lo ocurrido.

— ¿De qué te ríes, demente? ¿Me has escuchado?

Salto desde su lugar—. Ah, sí, sí.

Zayn revoleó los ojos—. Escucha. Este será el plan. Como la película ya ha empezado, no nos dejarán entrar. Así que yo distraeré al guardia, y tú aprovechas eso para entrar —Harry asintió—. Y cuando estés dentro, te haces el loco buscando algún asiento y fingirás sorpresa al ver a Louis, ¿okey?

— ¿Él no sospechara algo?

— Depende que tan buen actor seas —le palmeó el hombro—. Tratas de arruinar algún momento cursi y luego le dices que te acompañe al baño.

Frunció el ceño— ¿Porque le pediría eso? Sólo las chicas lo piden.

— ¡Ya lo sé, idiota! Sólo será una distracción para que lo lleves afuera.

Harry abrió la boca, comprendiendo todo— ¡Ohhhh! Si, perdón, es que no lo había entendido.

— Que sorpresa —murmuró—. Bien, después de eso, todo queda en tus manos.

— ¿Le debo decir lo que hiciste, también?

Torció la boca—. Depende de ti. Louis no es alguien rencoroso, quizás lo entienda.

— Muy bien, entremos.

Éste asintió y entraron al gran local.

Demasiadas personas ocupaban la mayor parte, con algunas mesas de comida. Llegaron por la boletería, y vieron las dos películas que habían empezado hace como una hora. Ahí se encontraba la de acción, que le había recomendado Harry.

— Está la de Passengers y Venganza Sangrienta... ¿a cuál habrá entrado?

Harry lo supo.

— La de acción, le dije que entrara a esa con Alicia.

Frunció el ceño— ¿Por qué le dijiste esa? Alicia odia la sangre y esas cosas.

Harry rió divertido—. Por eso.

— En serio te pasaste —negó con la cabeza—. En fin, hagamos esto ¿okey?

— Okey —contestó firme—. ¿Ahora?

— Ahora.

En el auditorio del cine con Louis y Alicia; horas 6:58 PM...

— Estuvo bonita la película, ¿no crees?

— Sí —le sonrió Louis—. Casi lloro con el final, ¿sueno gay al decir eso?

— No, y confieso que yo si lo hice —rió Alicia.

Caminaban lento, siguiendo la fila que se aproximaba a la salida del auditorio. Al llegar ya pudo sostener a su acompañante suavemente del antebrazo guiándole a la puerta.

Louis estuvo a punto de comentarle algo, cuando unos ruidos detrás llamaron su atención.

Frunció el ceño, percatándose que se trataba de algún alboroto del otro lado del auditorio.