CAPÍTULO 30

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      - ¡Nessa, espera!- gritó el chico alzando el brazo para que si por un casual, ella se daba la vuelta le viera con claridad.

      Pero como suponía, la chica siguió andando apresuradamente en dirección al parque en el que un día habían estado sentados, un día de compras, un día que ahora parecía tan lejano.
Sirius se apresuró a seguirla pero ella pronto empezó a correr. Así comenzó una carrera en la que Vanessa puso todo su empeño y aunque ella corría rápido sus reflejos no eran los mismos, estaba dolida y las lágrimas de impotencia incapacitaban su visión. Pronto, Sirius Black la agarró del brazo obligándola a detenerse.

      Ella inclinó su rostro hacia abajo para que Black no pudiera verle la cara y él, jadeando para recuperar el aire, se puso frente a ella.

     - ¿Estás sorda? Te he llamado...

     - Déjame en paz.- gritó ella sin alzar la mirada, intentando parecer feroz e incluso lo hubiera conseguido de no ser porque su voz se rompió a mitad de la frase.

      Sirius abrió los ojos como platos sorprendidos por el tono de ella y puso su mano en la barbilla de Nessa para alzar su rostro. Pero ella se revolvió e intentó esquivarle aunque el chico fue más rápido y la volvió a agarrar del brazo.

      - ¿Qué oc...?

      - ¡¿Qué quieres, Black?!- exclamó ella mirándole intentando ahogar sus lágrimas que luchaban por resbalar mejilla abajo.- ¿Jugar un rato? Eso es lo único que se te da bien.

      Sirius primero quedó sorprendido, para después pasar a un estado de angustia. Por supuesto, ella seguía acordándose de sus palabras en casa de Remus pero... ¿por qué estaba tan mal? La frase que dijo ella había sido Tú no me gustas ¿Qué mosca le había picado? Puede que... no, eso era casi improbable.

      - ¿Por qué dices eso?
      - ¡Déjame en paz!- repitió ella apartando la mirada.
      - Oye quería hablar contigo...
      - ¿Tú? ¿Hablar? Tú sólo utilizas la boca para decir gilipolleces o morrear a las chicas.
      - Y si no paras de interrumpirme la utilizaré para escupirte.- espetó él impaciente.
      - Atrévete.- ella le miró con ira en la mirada.
      - Nessa escucha...
      - Norwood para ti, si no te importa.
      - Está bien, ¡Norwood! ¿Quieres escucharme?
      - Pues ahora que lo preguntas ¡no! Vete a comerle la boca a tu novia.- la castaña intentó escabullirse de nuevo con la cabeza alta intentando no mostrar su dolor al decir esas palabras.
      - De eso quería hablarte...

      - ¿Querías darme clases teóricas de cómo morreas a tu novia?- Vanessa alzó las cejas fingiendo sorpresa.- Creo que podré vivir sin ese detal...

       Vanessa no pudo decir nada más porque su boca fue presa de la de Sirius. Fue un beso corto, apenas el tiempo suficiente para que ella dejara de hablar pero también para que sintiese que su corazón se resquebrajaba, ya era bastante duro pensar en Black como algo inalcanzable para que encima él fuera dándola besos


        En cuanto el chico se apartó, ella le soltó un guantazo en la mejilla que resonó en las silenciosas copas de los árboles.

       - No vuelvas a hacer eso.- le advirtió la chica hirviendo de ira y de pasión al mismo tiempo, muriéndose por lanzarse a su boca.

        - De acuerdo, de acuerdo.- él alzó las manos en son de paz.- Pero déjame hablar, entonces.

        Los ojos de Vanessa infundían terror, ya que eran tan fríos como el hielo, pero al menos parecía dispuesta a escuchar lo que Sirius tenía que decirle.

Nunca digas nunca (Lily & James)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora