CAPÍTULO 12

992 60 1
                                    

     - ¡Eh, Billy! Ponnos otra ronda de... ¡lo que narices sea esto!

     Sirius, ya tenía la corbata mal puesta y la chaqueta del traje le había desaparecido. Claire se sostenía a duras penas de su brazo riéndose de todo lo que sucedía a su alrededor. 

      Eran las dos y media de la mañana y la Plaza Central se estaba plagando poco a poco de todos los adolescentes del lugar. 

     Las familias ya habían vuelto a casa después de disfrutar de una noche agradable, quedaban algunos adultos, pero en pequeños grupos.

     La noche era ahora de los jóvenes y en el escenario ya se escuchaba música juvenil, tanto mágica como muggle, la pista de baile estaba abarrotada de adolescentes divirtiéndose sin descanso al igual que las barras de las casetas de los bares, donde el alcohol no mágico había causado sensación en la fiesta.

     Los Merodeadores eran los líderes indiscutibles de la noche. 

     Sirius acaba de bajar del escenario después de marcarse unos cuantos bailes en solitario causando paros cardiacos entre las adolescentes femeninas.

     Remus, sin embargo tenía un aspecto cansado sus dos amigos sabían que se debía a que la noche siguiente sería luna llena, aún así se estaba comportando de manera distinta a la normal y estaba bebiendo más que de costumbre mientras bailaba y charlaba con cualquier chica que se le acercase.

      Por último, James, apenas había bebido en toda la noche, estaba muy serio y se había quedado sentado sin ser el amo del lugar como lo hacía todos los años. La razón era cierta pelirroja que le había dejado deslumbrado desde que la vio en pijama en la cocina o desde que la escuchó cantar con esa dulzura, pero aquella tarde había sido la gota que colmaba el vaso. Ella estaba sencillamente impresionante, su sedoso pelo recogido, su vaporoso vestido verde a juego con sus brillantes ojos, y su sonrojo. No había podido dejar de pensar en ella en lo que llevaba de noche y eso le enfadaba ¿por qué no podía divertirse como lo había hecho el año anterior? ¿Por qué no subía al escenario borracho como una cuba y hacía un striptease? ¿Por qué todavía llevaba todas las prendas de ropa en su sitio? James estaba frustrado. Muy frustrado. No podía dejar de buscar a Lily Evans por la Plaza, y ya la había visto en varias ocasiones, riéndose con Vanessa y Jane, bailando con Scott Grumper, el cute camarero del Seven y por unos instantes había deseado ser aquel chico ¿por qué pensaba todo eso Se estaba volviendo loco.

     - Jimmy cariño ¿en qué piensas?

     Courtny bebía de un vaso que contenía algo llamado cubata, una mezcla entre ron y coca-cola, estaba bueno pero él apenas había bebido. La chica mostraba un aspecto más... borracho que al principio de la fiesta, aunque James admitía que seguía estando guapísima, pero su mirada fue rápidamente a la pista de baile, donde vio de nuevo a Lily bailar con sus amigos. Apretó los labios con fuerza y volvió a mirar a Courtny que seguía esperando su respuesta.

     - En nada, cielo.- contestó él acariciándole el rostro, ella sonrió estúpidamente
     - Estás... distinto...- atinó a decir ella.

     - Que va.

     El moreno volvió a dirigir su mirada inconscientemente a la pelirroja, que justo en ese momento bailaba muy pegada a Scott.

     James se volvió enfadado y al ver a Courtny a su lado sólo pensó una cosa, debía quitarse esa estúpida obsesión con Lily Evans, él tenía novia, era feliz y no necesitaba a una extraña para divertirse.

    Se lanzó a los labios intentando dejar su mente en blanco, necesitaba desahogarse con alguien y Courtny estaba allí y muy contenta de que su novio le prestase atención, así que sin importarle si su pintalabios era caro o no, se entregó a los apasionados besos que le daba James.

Nunca digas nunca (Lily & James)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora