Los padres de vuelta al castillo

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- ¿A qué te refieres?

- Ella te gusta, lo sé.

- ¿Quién? No sé de lo me hablas – Contestó Regulus totalmente ruborizado.

- Rose Eileen Snape ¿Te suena algo?

Regulus guardó silencio y bajó la cabeza delatándose al fin hasta que decidió hablar.

- No sé cómo pasó – Dijo –Todos nosotros hemos sido criados prácticamente juntos, siempre viéndonos los fines de semana, no sé en qué momento ella comenzó a meterse en mi corazón.

- ¿Te refieres a que...?

- Si, la amo – Respondió Regulus con voz apagada.

- No te aflijas amigo – Respondió Teddy – Ella sólo quiere ofrecerle su amistad, ese Tom nunca podrá estar por encima de nosotros o por encima de ti con respecto a nuestra querida amiga, únicamente me pregunto qué opinaría el tío Snape.

- Créeme que yo también me he preguntado lo mismo – Respondió Regulus después de tragar saliva con dificultad.

Al cabo de una hora, todos se encontraban reunidos en el patio central del castillo, esperando avistar las carretas. Los padres que ya se encontraban en Hogwarts (Como los profesores) también estaban emocionadísimos.

- Aún no veo nada – Se quejaba Scorpius parándose de puntillas y haciéndose visera con la mano derecha sobre la frente para que la luz del sol no lastimara sus ojos.

- Eso es porque eres un enano – Le contestó James que llegaba en compañía de Arthur y Molly, sus primos favoritos.

- Si claro, porque como ya tienes trece años entonces te crees muy alto – Protestó Charlotte.

- ¡Bah! Ya basta Lotti, yo siempre le he dicho enano por cariño ¿Verdad enano? – Respondió James despeinando afectuosamente a Scorpius que reía divertido – Yo tampoco puedo esperar más para ver a papá, mamá y Lily, papá dice que nos traerá una sorpresa Albus ¿Qué crees que sea?

- No lo sé – Respondió el otro con la vista fija en el viaducto de piedra que se perdía en el horizonte.

- Papá me traerá una caja de surtidos salta clase – Comentó Molly esperanzada.

- Papá también me traerá una – Saltó Arthur – Pero de seguro mamá y tía Angelina nos la decomisarán si nos descubren usando los productos.

- Pues tendremos que tener mucho cuidado y también con el abuelo Arthur y la abuela Molly porque mamá me dijo que ellos también vendrán a apoyarnos – Respondió su prima Molly.

- Estoy feliz de que vengan, en serio, pero no podré evitar sentirme un poco controlado por mamá y la abuela Molly – Respondió Arthur.

Al fin se pudo divisar algo de movimiento en el viaducto en el lejano horizonte...

- ¡Deben ser ellos! – Exclamó Victoire junto a Bernardette, al oír su voz Teddy se volvió a mirarla y cuando ella le guiñó un ojo el cabello del metamorfomago comenzó a cambiar de color compulsivamente.

- ¡Oye Victoire! – Dijo Teddy acercándose a ella mientras trataba de controlar su desequilibrio cromático capilar como le había dicho su madre que se llamaba aquel desorden que sufrían los metamorfomagos cuando estaban nerviosos – ¿El señor ministro... ¡eh!... Percy – Se apresuró a corregir al tiempo que recordaba que el mismo Percy le había dicho que lo tratara igual que siempre - Y Penélope van a venir también al torneo?

- Si, no me iban a dejar sola, tendré a mucha gente que compita junto a mí, toda mi familia; pero no serían igual a mis padres – Respondió ella jugueteando con uno de sus rizos – Ellos no podían perderse del gran torneo anual de padres e hijos.

Rose Eileen Snape y su tercera generaciónWo Geschichten leben. Entdecke jetzt