Epílogo.

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Llegamos al bosque donde íbamos a acampar. Bueno, tenemos que confesar que alquilamos un paquete en el cual nos preparan todo el recorrido por el bosque y después nos dejan leña, fuego y carpas para que podamos pasar la noche.

¿Les mencioné que el recorrido por el bosque lo hacemos a caballo antes de que oscurezca? Bueno, lo hacemos.

Fuimos a la cabaña donde es la recepción. Cuando entramos la campanilla de la puerta sonó y una señora de unos cincuenta años nos atendió.

—Oh,— Dijo sorprendida.— hola muchachos. Ustedes deben ser la reserva de Chaz Miller ¿cierto?

Chaz dio un paso adelante.

—El mismo.— la saludó. Ay, el es tan tierno con todas las personas, lo amo.

La señora llamada Shelly nos dijo que esperemos afuera que pronto llegará el guía con los caballos. Hicimos lo que nos pidió hasta que este último llego y nos dio a cada uno un caballito.

—Wow, nunca pensé que iba a subirme a esta cosa en mi vida.— Confesó Delfi tratando de entender todos los accesorios que llevaba puesto su caballo.

Nosotros reímos ante su comentario, ella es lo más anti-naturaleza del mundo.

—Siempre hay una primera vez para todo, bebé.— le dijo Alex. Y nuestro momento fan de ellos salió.

—Aaaww.— dijimos todos. Hasta Roberto, el guía.

El camino transcurrió tranquilo, con fotos y risas entremedio. Roberto nos contó que tiene a estos caballos hace ya diez años y que él mismo los ha entrenado para que se puedan montar. Vaya trabajo se tomó.

—Llegamos.— Dijo Rober, como lo habíamos apodado.— Ahí tienen sus carpas.— Señaló a unos pedazos de tela, clavos, palos y martillos que estaban en el piso. Mierda debemos armarlas.— La leña esta al lado de ese árbol.— Señaló un árbol enorme.— Y aquí les dejo un encendedor para prender la leña.— le entregó el encendedor a Liz.

Nos bajamos de los caballos y Roberto se los llevó a todos. Lo admiro ¿como hace para controlar a tantas bestias? Bestias de buena manera, me gustan los animales

—Empecemos.— Aplaudió Jason dos veces.

Nos pusimos a armar las carpas. Les recomiendo que nunca vayan a acampar si no saben armar una, es demasiado complicado.

—¿No hay un manual?— Preguntó Violete mirando para el piso. Nosotros buscamos y no, nada.

—Espero que no se haga de noche porque ahí si que no vamos a poder armarlas.— Jessy pesimista.

Me corrí una gota de transpiración y empecé a buscarle alguna lógica a estas cosas.

—Como sea, buscaré un tutorial en youtube.— dijo vencido Alex. Ay estúpido ¿youtube? ¿Enserio?

—No hay señal inepto.— le contestó Anne.

—Creo que ya se como es esto.— hablé y les traté de explicar a los chicos lo que debían hacer cada uno. Finalmente pudimos armar una de las carpas. Repetimos lo mismo con las otras y ¡gualá! Carpas listas.

Chaz y Logan prendieron el fuego y después de varias horas ya estábamos tirados arriba de las lonas en el piso.

Sacamos las sodas, las cervezas, los malvaviscos y todos los snaks que habíamos traído y nos pusimos a hornear en el fuego con palos toda la comida que trajimos.

¡La perra más perra!Where stories live. Discover now