capítulo 34: "Simplemente no te merece"

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Alex.

Después de contarle a Lucas y Tyler todo lo que me había pasado. No pude hablar mucho con Andrea pues ella estaba un poco distraída, quién sabe. Los chicos insistieron en que tenía que hacerme esos exámenes de sangre, se preocupaban mucho por mi y eso sin duda era muy adorable.

   Por lo que hoy a primera hora de la mañana, fuimos a un laboratorio para realizarme los dichosos exámenes. Era súper miedosa para que me sacaran la sangre, y eso ganó mucha risa de parte de los chicos. Después de que nos dieron los resultados fuimos a una clínica en dónde me veo desde que soy pequeña. La señora Martínez, es mi doctora. Tiene unos cincuenta años, y sin duda es muy increíble.

   Me explicó que la razón de mi mareo ayer, fue debido a que tengo anemia. Falta de glóbulos rojos en la sangre. Me hizo entender que éstos son los que pelean cuando llega algún virus al cuerpo como puede ser una simple gripe. Esto es ocasionado por falta de hierro en la sangre, logrando debilidad en el cuerpo. Me recetó unas pastillas que debería tomar por un mes antes de almorzar. También me recomendó una dieta con mucha carne y de más hierros.

Me tranquilizó al decirme que no era nada del otro mundo, se podía controlar tranquilamente. Pero debía hacer todo al pie de la letra. El resto del día transcurrió como de costumbre, alguno que otro exámen. Y últimos contenidos por ver.

  Hablé con Andrea en la noche, se disculpó por no haber ido con nosotros, pero tenía que cuidar a su hermanito, me dijo que me tomara todas las pastillas e hiciera todo lo que me dijo, para que me estuviera completamente bien. Sonó un poco extraña, diferente  como si estuviera pasando algo que no me contó, pero capaz sólo fue mi imaginación.

  *********

Viernes.

   Despierto extrañamente y no por el sonido del despertador. Un pequeño miedo me invade completamente al pensar que me pude quedar dormida y olvidé el instituto, por lo que todo mi sueño se va de golpe. Enciendo mi celular y al observar la hora, suelto todo el aire con suma tranquilidad.

   5:30 am

    Me levanto de la cama bostezando, voy al baño, hago mis necesidades. Recojo mi cabello en una cola alta y cepillo mis dientes y después voy a la cocina.

  Las luces están completamente apagadas. Y el departamento se ve más vacío de lo normal. Creo que jamás me acostumbraré completamente a esta soledad.

Hoy es mi cumpleaños.
  
Hace cuatro años murió Alexander.

Llevo más de dos meses sin ver a mi mamá, y sin hablarle.

Dicen que nuestro peor enemigo, es nuestra mente. Y cuánta razón hay en eso. Extraño a mi padre, recuerdo que desde el accidente he tenido un desagrado completo hacía mi cumpleaños, solo me hacía sentir mal. Sin embargo, después de eso. Todos los años él siempre me despertaba con una enorme torta de chocolate y me felicitaba. Eso obtenía siempre una sonrisa de mi parte. Y hacía que muy en el fondo, lograra sentirme muy bien.

Es completamente real la frase de que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Son recuerdos que se mantendrán por siempre en mi memoria, pero solo serían eso. Recuerdos. No puedo volver el tiempo atrás y cambiar lo que ya sucedió. Es triste la relación con mi madre, cuando es lo único que me queda y el apoyo que tanto necesito en momentos así.

  No me había dado cuenta que estaba llorando, hasta que noto las lágrimas que transcurren por todo mi rostro. Decido que ya es tiempo de superarlo, y dejarlo atrás, es mi cumpleaños y la debo pasar bien o eso creo. Todas las cosas suceden por algo, y muchas veces no comprendemos el por qué de las cosas. Y nos cuesta trabajo aceptarlo, pero resulta muy necesario.

  Limpio mis lágrimas rápidamente con la manga de mi pijama, abro el refrigerador y saco todo lo necesario para preparar un shawdich. Luego de hacerlo me dispongo a comerlo plácidamente mientras reviso mis redes sociales. Tenía muchos mensajes, de personas que desconocía. Eran muy lindos y sé que de corazón verdaderamente. Son demasiados y pues no podré responderlos todos. Pero siempre hago mi mayor esfuerzo para responder la mayor cantidad posible.

   Termino de comer, me doy una ducha caliente que permite relajarme. Me pongo un jean con una camisa gris y unas Vans negras. Decido hacerme una trenza de espiga. Y me maquillo un poco. Tomo la mochila, y salgo del apartamento. No quería conducir, y como tenía tiempo de sobra decido caminar por las calles, respirando un poco de aire fresco.
    
Lucas había organizado una fiesta por mi cumpleaños. Seria en su casa, invitó a muchas personas que no conozco del todo. Aunque la idea de una fiesta con demasiada gente no me agradaba del todo, dicen que nunca es tarde para probar cosas nuevas. Y agradecía mucho su linda intención. Sería de disfraces, y esa es la parte que más me emociona porque jamás había asistido a alguna. Me vestirla de Hermaione Granger y Tyler de Harry Potter. Compramos los disfraces hace algunos días, aún no sé de qué irían Lucas y Andrea pero realmente espero disfrutemos todo.

  Al estar tan sumergida en mis pensamientos, no había notado que ya estaba en el instituto. Hasta que recibo felicitaciones por algunos compañeros de clases, s los que les sonrío y agradezco cortésmente.

  En las mesas de siempre se encontraban los chicos, mi ceño se frunce completamente al notar a Lucas con la cabeza gacha y a Tyler cómo si estuviera consolándolo. Sin duda había algo muy raro acá

– ¡Feliz cumpleaños, Alex! – Lucas me envuelve en un abrazo, y aunque sé que no lo hizo con intención, se nota la fingida emoción que hay en su voz. Algo tiene.

Me entrega una pequeña caja que contenía un collar diminuto con una A y un corazón grabado, era sin duda muy tierno. Acompañado de una nota que decía Eres la mejor, te amo.

– Muchas gracias, está muy lindo – digo refiriéndome al regalo y él sonríe sin mostrar los dientes.

– Feliz cumpleaños, princesa – Tyler me da

Me siento en la mesa en donde estamos y se torna un silencio incomodo hasta que yo lo rompo.

– ¿Qué te sucede Lucas? Estás muy raro hoy - frunzo en ceño.

–Andrea corto conmigo - dice desanimado y sus ojos comienzan a cristalizarse, mientras los mismos se abren cómo platos.

– ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿dónde? - lo interroge

– Ayer en la tarde me llamó, dijo que no podíamos seguir. Intenté sacarle un porqué de todo esto, pero solo me dijo eso. Tal vez ya no me ama o nunca lo hizo realmente – Dijo lo último en un susurro que claramente llegamos a escuchar.

Es muy extraño todo.

Mi mente comienza a conectar todas las inusuales actitudes de Andrea últimamente. Realmente agradecía su amistad. Pero esto que le hizo a Lucas no se lo merece nadie. Aunque sea terminar con alguna explicación y no dejar que la otra persona se culpe así mismo cuando no tiene un porqué. Jamás lograré entender completamente la conducta humana. 

–No vale la pena llorar por ella Lucas, simplemente no lo merece. - digo finalmente y me dirijo a abrazarlo, mientras él llora en mi hombro en silencio.

   La campana de inicio de clases ya había sonado, pero no me importaba. Necesitaba que Lucas estuviera bien. Después de unos minutos, su llanto cesó. Se sentía un poco mejor, más ligero. Y los tres nos dirigimos a nuestra primera clase del día.

La hija del presidente  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora