Acosadora (Libro #1)

27. Él es Connor

Capítulo 27. Él es Connor

Primeros días en Australia.

El frío se colaba por debajo incluso de mi ancho suéter, amaba el frío, pero claro cuando me encuentraba completamente calientita en mi casa tomando una taza de café.

—¿Segura que va a venir, Margot?—pregunte por milésima vez, esta me dio una rápida mirada llena de advertencia, sé que llego hacer fastidiosa, pero una cosa que odio aparte de los lugares con muchas personas, es esperar.

Recargue mi codo sobre la mesa de metal y coloque mi barbilla sobre mi palma, bufo desesperada, me arrepiento de haber aceptado su oferta de venir a conocer a su novio. Amo a mi amiga, pero en serio terminaré durmiendo justo ahora si no termina apareciendo su supuesto novio.

—Él dijo que...— mi amiga calla abruptamente cuando unas manos le tapan la vista.

—¿Quién es el hombre más sexy y hermoso de este jodido planeta?

—Dylan O'brien—contestamos ambas, este aparta rápidamente sus manos de Margot, se sienta en la única silla vacía mientras nos ve enojado.

—Fingiré que no lo dijeron—se limita a decir.

—Connor ella es Julieta, Julieta él es mi novio.

—Suponía que serias horrible, normalmente las amigas de Margot son señoras grandes—rio, Margot le da un pequeño golpe en su hombro haciendo que este suelte una carcajada.

—Pensaba que tendrías tatuajes— me sincero.

Chasquea la lengua con total fastidio— Nena en esta relación parezco yo la mujer—se encoje de hombros.

No mentiré cuando digo que pensé las cosas más idiotas antes de llegar al lugar, antes de llegar a conocerlo, pensé que estaría lleno de tatuajes casi como Margot, pero no... es todo lo contrario, su cabello negro hace que su piel parezca más pálida de lo que realmente es, sus ojos de color avellana y su gran tamaño de estos le dan una apariencia de niño a su rostro aunque su forma de vestir hacen que parezca un chico rudo.

—Se ve— me limito a decir, este ríe al escuchar mi comentario.

—Y dime, ¿cómo es que una chica como tú conoce a una chica rebelde y desastrosa como Margot?—sonríe—, además Margot no suele...— Margot lo fulmina con la mirada haciendo que este deje de hablar por completo.

—Oh, yo...

—Tiró mi moto— respondió divertida Margot—, salió corriendo cuando me vio, y yo la perseguí, hasta que ella cayó— mis mejillas arden al recordar esa vez, fue totalmente vergonzoso.

Connor levanta su mano hacia mi dirección, sin pensármelo dos veces chocó la mía con la suya. Éste me regala una enorme sonrisa llena de diversión.

—Que infantiles—dice Margot antes de levantarse de su asiento—, temo que me tendré que ir, mi mamá está enferma de nuevo— dice esto último con sumo fastidio. No es la primera vez, ni la última, que su mamá finge estar enferma, según Margot, solo lo hace para que se reúnan todos—. Los veo luego— dicho esto sale rápidamente del café.

¿Qué clase de persona es que deja a su amiga con un desconocido?

—Sé que es esto raro...— la voz de Connor hace que aparte mi mirada de la puerta por la que se acaba de ir mi "amiga"—, pero, ¿me acompañarías ir a ver a mis abuelos?—arqueo ambas cejas, lo miro sorprendida, me encojo de hombros antes de tomar mi abrigo y levantarme—. Genial— este me sonríe.

El camino fue silencioso y realmente incomodo, Connor no paraba de mirarme nervioso, así como no paraba de tratar romper el silencio que se formó entre nosotros. Cuando por fin llegamos, una pequeña casa aparece en mi campo de visión, a simple vista se ve acogedora. Mis nervios aumentan cuando este abre la puerta y me deja pasar, tomo entre mis manos mi suéter, no puedo evitar echar una mirada alrededor de la casa, y sin pensarlo una sonrisa aparece en mis labios, tal y como lo pensé, era una casa muy acogedora.

—Por favor no mires los cuadros—suplica Connor totalmente avergonzado, y como si mi cuerpo reaccionara por si solo enfoco mi vista en un cuadro en que se ve un pequeño de tan solo tres años con una guitarra de juguete—, vaya, gracias por hacerme caso— dice sarcásticamente.

—Pensaba que no vendrías— la abuela de Connor aparece en la sala totalmente alegre al ver a su nieto—. Tu abuelo no ha parado de preguntar por ti, hay hijo... no debiste haberle enseñado una computadora— su abuela lo reprime.

—Lo sé, me arrepiento de haberlo hecho, no para de llamarme para saber cómo se prende— Connor niega repetidas veces, sonrió enternecida al escuchar—. Abuela ella es mi amiga Julieta.

¿Amiga?, vaya, apenas si cruzamos palabras.

—Encantada— digo, pongo mi mejor sonrisa, supongo que tener un amigo aquí no estaría mal.

—¡Pero mira que hermosa que es!— me toma entre sus brazos y deposita un casto beso sobre mi mejilla—, por cierto Connor, tu ropa ya la lave y guarde— abro mis ojos lo más que puedo, reprimo una carcajada.

—Abuela por dios, porqué exactamente dices eso ahora—Connor me mira avergonzado.

—Oh vamos, eso para nada es vergonzoso, hija deberías de ir a ver su cuarto, parece una juguetería.

—¡Abuela!

Su abuela empieza a reír al ver la cara completamente roja de su nieto, Connor se limita a taparse la cara con ambas manos.

—¿Qué?— abraza a Connor—, hijo que no te de pena que sepa que te gusta esos monos con súper poderes

  —¡Connor! La computadora no prende— la voz de su abuelo hace que Connor bufe desesperado.

Sin decir nada me rompo a reír, Connor parecía que quería llorar, y no lo juzgo, que tu abuela diga eso enfrente de invitados es algo que no quisiera experimentar.

Ahora sé de donde saco su forma de ser Connor, me encontraba molesta, sumamente molesta por el hecho que mi amiga me haya dejado sola con su novio, pero ahora realmente le estoy sumamente agradecida.