¿Enemistad o Diversión?

187 8 3
                                    

Kagome se encontraba en la cocina dando vueltas como león enjaulado, ese tonto le había gritado, no lo soportaba,  pero tenía que hacerlo por su familia, seguía dando vueltas hasta que escuchó la voz de su querida amiga Sango.

-¿Kag?, ¿qué te sucede?- le preguntó confundida.

-¡uuuiish!, Sango, no lo soporto, él es tan .... tan estúpido- decía refiriéndose a Inuyasha  mientras apretaba sus puños.

-Tranquila, él es así solo dale tiempo,  y date una oportunidad de conocerlo, sí, es un estúpido,  pero él se comporta así al principio,  pero es un buen chico.- le decía su mejor amiga con una voz tranquila.

-No , no quiero conocer a ese tonto.

-Vaya forma de expresarse de alguien de alto rango- se escuchó una voz masculina.

-No es de caballeros escuchar las conversaciones ajenas- le dijo mostrándole la lengua,  Inuyasha solo pudo sonrojarse con tal comentario, ella tenía razón, Sango solo observaba divertida.

-Que chica- dejó la charola que anteriormente contenía su desayuno en la mesa.

-Oiga, ¿no se supone que yo debería ir por esa charola?, estoy para servirle- preguntó confundida, Inuyasha solo la observaba enfadado.

-Se supone, pero eres demasiado lenta e imprudente, así que decidí traerla yo mismo- finalmente se dio la vuelta y se fue.

-¡¡¿¿ves??!!- Kagome le dijo a Sango apuntando a la puerta por donde el joven príncipe había salido.

Sango soltó una pequeña risita- solo dale tiempo, Kag.

Los días pasaban y los días se convertían en meses,  la relación de Kagome con Inuyasha no mejoraba,  iban de mal en peor o por lo menos para Kagome.

-¡¡oye!!,¡¿Por qué no te apresuras con mi almuerzo?!- gritó un pelinegro desde el marco de la puerta de la cocina.

-Ya voy su alteza- dijo Kagome dedicándole una sonrisa forzada.

-Eres muy lenta ¿sabías?- le dijo dedicándole una de sus estúpidas sonrisas.

- y tú muy idiota ¿sabías? - Kagome respondió girando los ojos para entregarle su almuerzo de mala gana.

-No te permito que me hables de "tú", ni mucho menos voy a permitir que me insultes- dijo enojado, Kagome estaba sorprendida y avergonzada, nunca le había hablado así.

-Lo siento mucho, su alteza- hizo una reverencia.

Inuyasha cambió su semblante enojado por una mueca divertida-Siempre lo mismo contigo ¿cuándo dejarás de ser tan grosera conmigo y admitirás que te gusto?- La joven de cabellos azabache no pudo evitar sonrojarse,  pero aun así se dignó a contestarle.

-Usted nunca va a gustarme ¿entiende?, ahora si me disculpa tengo que preparar algunas cosas que me pidió la señora Kaede- dijo dándole la espalda para después ponerse a organizar algunos vegetales.

Inuyasha la miraba divertido,  lo que más amaba era hacerla enojar, si no podía echarla del castillo solo le quedaba entretenerse haciéndola enfurecer, se había vuelto su pasatiempo favorito, ya se había acostumbrado a ella, aunque no se lo haya dicho, eso no impedía que la molestara o mejor aún, hacerla sentir incomoda.

El chico de cabellera oscura, dejó ver una sonrisa ladina, tuvo una brillante idea en ese momento, se levantó de su asiento para poder abrazar a Kagome por detrás,  entrelazando sus brazos alrededor de su fina cintura.

Mi Amado PríncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora